Fue inteligente y un justo ganador: la crónica del 2-0 de Belgrano sobre Boca en Alberdi
Belgrano aprovechó las ventajas defensivas de este Boca pobre y con la fuerza de Jara, la viveza de “Uvita” Fernández y un arquero que apareció cuando fue llamado a actuar, le alcanzó para quedarse con el triunfo por 2 a 0 y encarar la semana preclásico con la mejor de las sonrisas.
Un triunfo para la gente, para que el corazón del hincha desborde de alegría en la previa a medirse con la “T”, pero fundamentalmente fue una victoria para recuperar la memoria en la manera de jugar.
El partido había tenido un inicio tibio por todos lados, con dos equipos que poco y nada hicieron por el espectáculo y por sumar todo, pero el segundo tiempo fue diametralmente opuesto porque se jugó a otro ritmo y con chances sobre los arcos.
Y en este juego de vértigo y entrega apareció la mejor imagen del equipo cordobés, que construyó un triunfo que terminó siendo corto en el resultado por todo lo que tuvo para anotar en el tramo final del partido.
Supo jugarlo el equipo de Juan Cruz Real porque, cuando Boca exigió a Espínola en el inicio del complemento, el DT reordenó la formación y armó dos líneas de cuatro y dejó una dupla de ataque que rompió al rival.
El 4-4-2 fue todo un drama para este Boca que juega como le sale. Y, sobre los 8, en el primer ataque a fondo, Fernández ganó por el medio y su disparo dio en el brazo de Figal. VAR mediante, Arasa sancionó penal y Jara, en el rebote de su propia ejecución, tras la contención de Brey, puso el 1 a 0 y todo cambió.
Atrás quedó la primera etapa de dos equipos cautelosos, predispuestos a no cometer errores. El local había tratado de encontrar a Jara y, a partir de allí, generar peligro. Mientras, la visita la movió de un lado para el otro con un Zenón tibio (como siempre) y sin peso ofensivo.
Y se armó otro partido en el segundo tiempo porque Diego Martínez se supo fuera de su cargo con la derrota y empezó a mandar gente para adelante. Se quedó sin claridad y dejó espacios que fueron aprovechados por un Pirata de mejor memoria y juego.
Jara estuvo intratable, “Uvita” fue su mejor socio, Velázquez corrió y ganó por el lado de Barinaga, casi sin dificultades, y cuando el de Buenos Aires intentó algo, chocó contra la firmeza del fondo.
Desnudado en todas sus falencias y mostrando que en el fútbol no hay milagro y que cuando se tiene mal equipo se juega de la misma manera, Boca empezó a ser superado por el Pirata.
Un doble poste de Jara y Compagnucci fueron la antesala del segundo gol, que llegó desde el botín de Fernández. Con el 2-0 hubo otro movimiento en el equipo ordenado por el DT Real, quien en la previa entendió con qué jugadores debía apostar por el triunfo. Y no se equivocó porque no tocó nada y la experiencia estuvo en campo.
Fue una línea de cinco en el fondo, cuatro adelante y un punta para jugar de contra. Boca, apenas un par de centros y nada más. El más inteligente de los dos fue Belgrano y por eso construyó un triunfo que hasta mereció un gol más, que no llegó porque Brey encontró un par de pelotas.
Ganó el Celeste por más inteligente, por entender mejor el partido y por aprovechar lo que se le presentó cuando las cosas estaban igualadas. Sirve para seguir dándole oxígeno al equipo, alimentar el sueño de crecer en la tabla y llegar fortalecido al clásico con los albiazules del domingo.
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