La Voz del Interior @lavozcomar: Festival Nacional de Tango de La Falda, día 2: una noche de aplausos, emociones y mucho amor

Festival Nacional de Tango de La Falda, día 2: una noche de aplausos, emociones y mucho amor

La segunda noche del Festival Nacional de Tango de La Falda 2024 dejó una sensación todavía más fuerte que en el debut del viernes. Es que este sábado, y pese a un invierno más frío que de costumbre, el clima ayudó a que el anfiteatro Carlos Gardel se colmara como en sus mejores noches. Y se sabe: cuando hay ambiente de festival al 100%, todo se disfruta de otro modo.

Esa sensación fue palpable desde el comienzo y se fue acrecentando con el correr de las actuaciones y los números sobre el escenario.

La segunda noche del festival tuvo un auditorio prácticamente lleno. (La Voz).

Una vez más, la variedad de la programación volvió a ser el sello característico de la grilla del festival. A partir del ballet La Juntada, garante coreográfico y bailable de la noche, se desplegó un entramado de solistas, orquestas y pequeñas formaciones que hizo las mieles de los fanáticos del 2×4 que se acercan año a año en modo de peregrinación.

Por eso, no llamó la atención cuando, en medio de la despedida de Contramano Tango 4, el animador Silvio Soldán (nuevamente a cargo del micrófono) improvisó un elogio total para organizadores, artistas, público y comunidad en general y destacó con énfasis: “Qué festival tenés, La Falda”.

Cordobesas

Vanesa Katopodis, la primera cantante en subir a escena, aprovechó sus tres canciones en el escenario para subrayar la impronta federal que promueve el festival. Junto al trío estable de la casa, la vocalista de Capilla del Monte mostró un caudal con arrabal y registro, en especial en su cierre con Chau, no va más.

Vanesa Katopodis, la encargada de abrir el escenario de la noche del sábado. (La Voz).

Acto seguido, Carolina Minella retomó al Polaco Goyeneche en el comienzo de su set, con Tabaco y Rebeldía. Allí se generó una continuidad no sólo en el repertorio sino en el estilo: voz femenina con versatilidad, presencia escénica y dosificación justa de la emoción. La oriunda de Los Surgentes debutó en el festival y mostró sus credenciales en vivo y en directo con versiones de Tarde, Grisel y Que nadie sepa mi sufrir, con una porción en francés. Aunque no se presentó junto al proyecto que la llevó a ganar un premio Gardel hace un par de meses, está claro que no será la última vez que pase por el escenario de La Falda.

Carolina Minella debutó en el festival a poco de haber ganador un premio Gardel por su disco

Formatos varios

En la yuxtaposición de conciertos breves que implica cada jornada de festival, esta segunda jornada destacó dos formaciones que mostraron ensambles nutridos. La primera fue Color Tango, orquesta fundada por el exmúsico de Pugliese Roberto Álvarez. El bandoneonista murió en 2023 pero su estela sigue presente cada vez que el septeto toca. Su cantante, Roberto Decarre, brilló con versiones de Tango Los cosos de al lao, El adiós, Te llaman Malevo y Pasional. En la conferencia de prensa, los músicos destacaron el amor puesto en la realización del festival y lo ubicaron entre los más prestigiosos del mundo.

Color Tango volvió al festival tras varios años y se reencontró con la calidez del público faldense. (La Voz).

Un rato más tarde, la otra gran orquesta que se presentó en el escenario fue la de Osvaldo Piro, que vivió la actuación con profunda emoción. Con casi el doble de instrumentistas en comparación con Color Tango, el maestro que eligió La Falda como su lugar en el mundo volvió a plantear un espectáculo con aires de concierto para no perderse detalle alguno, con dinámicas e intensidades propias de una formación de cámara. “La banda sinfónica”, según definió Silvio Soldán, sumó a Ligia Piro (hija del director y de Susana Rinaldi) y a Marcelo Santos, quienes en el cierre hicieron a dúo El día que me quieras.

Osvaldo Piro, emocionado junto a su hija Ligia y a Marcelo Santos. (La Voz).

Mujeres de tango

En relación a la primera noche, en esta segunda velada la presencia femenina en el escenario fue mayoritaria y tuvo como broche de oro a la mayor figura del festival, Adriana Varela. Además de las dos cordobesas que abrieron la jornada y del número final, también se destacó el caso Paula Castignola, que le puso corazón al repertorio de su homenaje a Homero Manzi junto al pianista Ariel Pirotti. A su vez, tanto Lisette Grosso (como parte de Contramano Tango 4) como Ligia Piro (junto a la orquesta de su padre) subrayaron el peso de las cantoras mujeres no sólo en sus respectivas formaciones, sino en toda la programación 2024.

Paula Castignola y Ariel Pirotti  ofrecieron un emocionante concierto a dúo y con homenaje a Homero Manzi. (La Voz).

No obstante, ninguna colega logró atrapar al público como Laura del Mar Ferreyra, ganadora del Certamen de Voces que cautivó con su carisma y su expresión a la hora de cantar. Huevera de oficio y madre de ocho hijos, esta ama de casa oriunda de La Para se adueñó del escenario con su voz magnética. También con su interpretación, rebosante de gestos que dan cuenta de que lo que vivió Laura este sábado fue un sueño muchas veces reflejado apenas en el espejo del baño. Cantó Tinta roja, Me han prohibido quererte y Desencuentro. “No tienen idea lo emocionante que es estar aquí, porque yo soy ama de casa nada más, pero bueno, ahora me tocó estar acá”, precisó.

Laura del Mar Ferreyra, ganadora del Certamen de Voces que brilló con luz propia en la segunda noche del festival. (La Voz)

Ovaciones

Aunque hubo aplausos cerrados y acompañamiento del público a lo largo de toda la noche, la presentación de Néstor Fabián tuvo ese sabor especial que tienen aquellos conciertos que dicen algo más de lo que se escucha a través de los parlantes. El cantante de 85 años, que comenzó su carrera hace 70 dando serenatas, mostró su pasión intacta y se envolvió en el fervor del público luego de versiones de El último café, Desencuentro y Balada para un loco. La platea no tuvo otra alternativa que pararse y regaló una de las postales más especiales de esta edición 40 del festival.

La ovación a Néstor Fabián y el momento en el que la platea se puso de pie para aplaudir al cantante. (La Voz).

La versión de Ligia Piro de Nada junto a la orquesta de su padre y los tangos cantados por Roberto Decarre junto a Color Tango también estuvieron entre lo más celebrado al menos a juzgar por el volumen de los aplausos. A su turno, Contramano Tango 4 reafirmó que es uno de los favoritos locales y una garantía en materia de programación: en plan instrumental o con Lisette Grosso en la voz, el ensamble faldense toca y la gente vibra. Este año no hubo pedidos de “otra” que incomodaran a los locutores, pero fueron varios los momentos de comunión total entre público y banda.

Contramano Tango 4, un número puesto en las últimas ediciones del Festival Nacional de Tango. (La Voz).

“La Gata”, siempre “la Gata”

El cierre de la noche quedó a cargo de la mayor referente femenina del tango argentino. Varela, Adriana o simplemente “la Gata”, es una rockstar arrabalera internacional que pasea su espectacular voz y su trío por distintas latitudes. En el festival, la cantante dio muestras acabadas de por qué es idolatrada por colegas y público de diversos países. Además, desplegó su personaje de “loca”, como le gusta autodescribirse, y dio una clase de ida y vuelta con la audiencia incluso pese a los efectos tardíos de una reciente bronquitis.

Adriana Varela cerró la segunda jornada del Festival Nacional de Tango 2024. (La Voz).

Fue un show fiel al estilo de la protagonista. Dueña de un fraseo endiablado y siempre en su propio caos ordenado, Varela sacó a relucir varios clásicos de su repertorio como intérprete (Maquillaje, Alma de loca, Muchacho), apeló a algunas rarezas uruguayas y se definió “más arqueológica que nunca” al retomar el ya casi octogenario Corrientes y Esmeralda. Por supuesto, no podían faltar las dos “tomografías computadas” de Cacho Castaña que la cantante hizo propias: Garganta con arena (dedicada al Polaco Goyeneche, quien sugirió que fuera grabada por “la Gata”) y La Gata Varela. Para el bis, que llegó a condición de que todos los presentes se fueran de copas una vez terminado el show, quedó Los mareados y nuevamente el público sumó su coro a la voz de Varela, quien dejó un resumen del fin de semana al calificar a La Falda como “lo más”.

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