Fernanda Iglesias volvió de España y reveló el motivo
Fernanda Iglesias había emprendido un viaje a Málaga, España, con el objetivo de cumplir su sueño de probar suerte en Europa. Sin embargo, de manera sorpresiva, decidió regresar a Argentina y explicó los motivos detrás de su decisión.
A mediados de marzo, Fernanda, de 50 años, partió junto a su hija de 18 años dejando en su país natal a su esposo, el productor Pablo Nieto, y a su hijo de 12 años. A pesar de conseguir rápidamente trabajo en el rubro inmobiliario en Málaga, las cosas no salieron como esperaba y comenzó a experimentar una fuerte sensación de nostalgia y angustia.
En una entrevista con Ángel de Brito en LAM, Fernanda reveló que extrañaba enormemente a su familia, al punto de sentir un agujero en el pecho que la afectaba emocionalmente. A pesar de creer inicialmente que podría lidiar con la separación familiar, pronto se dio cuenta de que la distancia era insostenible. Incluso, su hija decidió quedarse en España viviendo con unas tías.
“Extrañaba mucho. Al punto de tener una angustia en el pecho, tipo un agujero, que empezó un día y yo dije: ‘Bueno, ya se me va a pasar’. Me acuerdo que ese día me fui a ver a la Konga, jaja. Pero al día siguiente me levanté igual. Y cada vez peor. Fueron tres semanas así. Y al final lloré durante tres días”, expresó Fernanda.
La periodista relató que experimentó un ataque de ansiedad tan intenso que se sentía incapaz de vivir, respirar o realizar cualquier actividad. A pesar de tener planes establecidos para viajar a Sevilla, incluyendo encuentros con la hermana de Georgina Barbarossa y el músico Rudy Chernicoff, Fernanda decidió cancelarlos debido a su estado emocional.
“Pensé que me lo iba a bancar. Pero extrañaba mucho. Lloré tanto y me desgarré tanto, que sentía que no podía vivir, que no podía respirar y que no podía hacer nada. Era como un ataque de ansiedad (…) . Sentía que me moría real”, explicó.
Fernanda también compartió la evolución de su hijo durante su ausencia. Mencionó que el niño maduró considerablemente en los tres meses que estuvo lejos, asumiendo responsabilidades y desarrollando una mayor autonomía. Aunque Fernanda se disculpó con él por su partida, su hijo le transmitió un mensaje de comprensión y esperanza.
“Es espectacular. Lo que maduró en estos tres meses no se puede creer. Hizo un giro tremendo porque yo le hacía todo y, al no estar yo, se empezó a cambiar solo para ir a la escuela, se hacía la leche, volvía solo del colegio, empezó a tomarse el colectivo, se iba con los amigos al parque o a tomar un helado. Cosas que jamás hacía, porque iba en el auto sin tener idea por qué calles andaba. Y aprendió todo. Esto lo hizo crecer un montón. Y un día, por chat, me dijo: ‘Me encanta esta libertad’. Yo, llorando, le dije: ‘Perdoname porque me fui’. Y él me contestó: ‘No mamá, no digas eso. Ya nos vamos a volver a ver’”, recordó.
La periodista dejó claro que no se siente mal por no haber seguido adelante con su sueño en España, ya que la situación emocional se volvió insostenible. Reconoció que intentó buscar ayuda profesional en ese país, pero los tiempos de espera para obtener una consulta psiquiátrica eran demasiado largos. Esta situación la dejó paralizada y sin opciones.
“No lo aguanté y no me da vergüenza decirlo. Al mes y medio me empezó a pasar esto. Y me acuerdo que fueron tres semanas en las cuales me daba cuenta de que estaba cada vez peor. Mi marido me dijo que buscara asistencia, un psiquiatra. Pero no es fácil en España, me daban turno para dentro de dos meses. Y ya no podía hacer nada, estaba paralizada”, concluyó.
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