La Voz del Interior @lavozcomar: Experto en finanzas: “Argentina es uno de los pocos países donde se guarda 30 años una moneda sin rendimiento”

Experto en finanzas: “Argentina es uno de los pocos países donde se guarda 30 años una moneda sin rendimiento”

“El mercado es como un barquito de remo. De un lado tenés al ahorrista que genera la inversión. Del otro, a los que demandan esos ahorros. Y si hay un buen timonel todo avanza tranquilo porque está en equilibrio. El problema aparece cuando el clima es malo o si el timonel empieza a dar vueltas y no se sabe bien hacia dónde quiere conducir. Ahí todos se tiran al mismo lado y el equilibro se pierde”.

La imagen náutica le sirve a Nicolás Alfonso para graficar las últimas semanas de tensión entre “los mercados” y la administración de Javier Milei, y el estrés cambiario en que viene derivando. Desde 2015, este especialista en finanzas se dedica a asesorar en esa materia y a administrar portafolios para individuos, para empresas y para instituciones desde su propia firma, Focus Investment Management (Focus IM).

Empezó a familiarizarse con el mercado de valores mucho antes de estudiar en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, cuando tenía 12 o 13 años. Por ser tan afecto a los números, su papá le hizo puente para hacer prácticas de verano en la firma bursátil de la familia Scarafia.

“Por entonces todo era analógico porque no había pantallas, como ahora. Existía la rueda en la Bolsa, entonces la tarea era llevar papeles adonde se negociaban las compras y ventas”, recuerda en diálogo con La Voz.

“Eso que tanto se menciona hoy como ‘mercado’ sos vos, yo, etcétera. Es la sumatoria de individuos que toman decisiones económicas. Que resten apoyo o no a un timonel tiene que ver con la certidumbre que él es capaz de dar”.

–¿O sea que el insumo que le falta entregar al Gobierno es certidumbre?

–Sí, falta un horizonte de certidumbre. También sucede que desde diciembre el mercado cambió 180 grados, y eso lastima intereses. Cuando se empieza a desarmar un statu quo, a veces hay resistencias, porque eso implica aprender muchas cosas de nuevo.

–¿180 grados?

–El año pasado había un mercado de demanda. Con el bolsillo lleno de pesos, todo el mundo los quería gastar y salía a comprar cualquier cosa a cualquier precio. Y la oferta elegía si vendía. Su problema era el riesgo del costo de reposición, porque si vendía no sabía si iba a poder comprar ni a qué precio. Pero lo cierto es que ganaba plata no vendiendo, porque guardaba un stock que valía más mes a mes, sin hacer nada. Entonces todo el que tenía capacidad de transformar el activo no monetario a pesos ganaba plata.

–Ni hablar si encima tenía un asesor financiero que lo ayude en la estrategia…

–Ni hablar si aparecía “un Nico” y le decía: “Vamos a llevar tu empresa a la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), iremos al mercado y nos endeudaremos en pesos a tasa fija. O lo vamos a hacer en el banco a tasa fija. Lo más largo que podamos”. Tomábamos a tasa del 50% anual y la inflación corría al 250%, o sea que el ajuste de precios de los activos que estaban en stock iba a 250%. Stock comprado con deuda al 50% que ajustaba en precio al 250%. Rendía por todos lados.

–Sin esfuerzo comercial…

–Ninguno; ni de marketing. Porque la demanda estaba tocando el timbre para comprar. Incluso si el stock era perecedero, se podía ir a activos con virtud impositiva. Comprar por ejemplo una letra del Tesoro americano, no grabada por exposición a la moneda extranjera porque se contabiliza en moneda dura. Sin riesgo argentino, ni costo de mantener stock. Con liquidez y encima susceptible de usarse para garantizar más deuda en pesos. Ante una devaluación, la deuda se licuaba. Mucha plata ganada, pocos impuestos pagados y todo sin hacer ninguna trampa, todo registrado en el balance.

ORIGAMI. El logo de su empresa es un pequeño conejo realizado en origami, con un billete de un dólar. ¿Por qué?

–Simplemente jugando en función del contexto…

–A nivel empresa, trabajar con brecha cambiaria, inflación y devaluación es un lío y un dolor de cabeza, pero es mucho más fácil porque perdona muchas ineficiencias.

–Pero eso fue lo que dio el giro de 180 grados, ¿no?

–Sí, este año el mercado cambió. Es un mercado de oferta. La demanda se corrió para atrás porque no tiene pesos en el bolsillo. El premio de colocar en una Lecap (letra del Tesoro nacional) ya no es tan atractivo y no estimula a sacarse tan rápido los pesos. A eso es adonde el Gobierno va.

–Es decir que ese proceso de “normalización” macro implica un gran desafío para las empresas.

–La empresa tiene que salir a encontrar demanda y competir con otro oferente. Debe encontrar las herramientas para que le compren a ella y no a su rival. Entonces se ven empresas con excesos de stock a las que se les está secando la caja y deben bajar precios para encontrar liquidez. Tienen un stock que ya no sirve para endeudarse.

–Allí es donde “un Nico” vuelve a ser necesario, ¿me equivoco?

–Ahí es donde hoy trabajamos, pero desde otro lado. Ya no aprovechando brechas o devaluación, sino acompañando a lo comercial. Ya no trabajamos tanto con el gerente financiero, sino con el comercial. Le decimos que hay herramientas financieras que permiten decir a su cliente: “OK, en vez de pagarme a 30 días, pagame a 120 días, pero comprame a este precio”.

–¿Cómo se construye ese financiamiento?

–Acompañamos a la empresa a la SGR y a que descuente ese cheque en el mercado de capitales. Le damos salida por allí o por el banco. Y si la empresa le vende al sector público que paga a 180 días, y no extiende un cheque hoy a ese plazo, el mercado tiene la gran virtud de que, yendo con aval de la SGR o usando activos financieros como los bonos del Tesoro americano para garantizar el descuento de cheques, puede dar financiamiento.

–¿Y para los proveedores?

–En las empresas que son un poquito más grandes, estamos trabajando con su cadena de valor. Hablamos con los proveedores para decirles: nuestro cliente necesita financiamiento para que te siga comprando servicios o productos. Vamos al ejemplo de una desarrollista. Si a vos, proveedor, antes te pagaban a 60 días, ahora te van a pagar a 120 días, pero vamos a trabajar juntos sobre tu capacidad de financiamiento. Ellos te van a dar un cheque más largo y vos lo vas a descontar. Si hay algún diferencial de tasa entre lo que pagó originalmente y lo que terminó costando, lo asumirá la desarrollista. De esa manera ampliamos la capacidad de financiamiento, la desarrollista evita malvender, avanza en obras y toda la cadena se beneficia.

–En Córdoba, ¿ve a las pymes utilizando estas estrategias?

–Lo veo cada vez más. Nuestro rol es evangelizar sobre estos temas, hacer entender que somos un colaborador, no un competidor de sus asesores contables e impositivos. De hecho trabajamos mucho con ellos, en la misma mesa. También instituciones como el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef), cuya sede local coordino, tienen la misión de educar en esto.

–Es una tarea ardua en un país que acostumbró a miles de personas a pagar para tener dólares en una caja.

–Eso en otros países no es tan común porque hay estabilidad, impuestos más bajos para las transacciones y menos evasión. Acá suceden cosas como el “problema” de los dólares “cara chica”.

–¡Qué tema!

–Empieza cuando gente vieja como yo (risas) viaja a un país vecino, por ejemplo Brasil, con dólares, y en la casa de cambio lo atiende un chico de 20 años y le dice: “Ese billete es falso”. ¿Sabés por qué? Porque es del año 1950 o 1960, cuando ese chico no había nacido. Pasa que mi papá lo tuvo 30 años en una caja de zapatos luego de vender un departamento. Y es 100% válido, pero ese chico no lo vio nunca. En Estados Unidos, un cajero automático o alguien de mi edad me lo reciben sin ningún problema, sin extrañarse. Argentina es uno de los pocos países del mundo donde guardamos 30 o 40 años una moneda sin rendimiento. Y esto a pesar de que no hay nada más riesgoso que no invertir, porque perdés contra la inflación local o del exterior. La inmovilidad es el peor negocio.

–Citó un tema central: impuestos. ¿Tienen un nexo importante con las estrategias de financiamiento?

–Nuestro trabajo hace foco en el cliente y, cada vez más, se asocia al diseño de una estrategia, de una estructura de financiamiento. Como un cirujano plástico que dice qué hacer. El asesor financiero también es especialista en planificación tributaria. El cliente que nos gusta es la pyme y allí la gestión de la empresa y la cuestión patrimonial del socio se vinculan mucho, y la planificación tributaria entre el rol del socio y de la empresa tiene mucho que ver.

CURVA DE APRENDIZAJE.

–En Argentina los impuestos son altos.

–Y hay que pagarlos si querés que una empresa que funcione bien. Es distinto estar en activos que están exentos que en aquellos que están grabados; es diferente trabajar con deuda de la empresa que con capital propio. Porque el costo financiero de la deuda se lo descuenta del resultado del ejercicio, y el capital propio no se lo descuenta, no está allí el escudo fiscal para usar a favor.

–¿Por ejemplo?

–Está grabado distinto un fondo común de inversión (FCI) que un plazo fijo. Uno está grabado por lo percibido y el otro por lo devengado. Si la empresa corre con su inversión a lo largo de todo el año en un FCI y no desarma la posición sino hasta después del cierre del año fiscal, el próximo año fiscal marca el Impuesto a las Ganancias y en el subsiguiente lo paga. Usa ese fondo que, supongamos, le rinde una tasa del 50%, para garantizar deuda. Y se endeuda al 50% con capital de trabajo o descontando un cheque en el mercado. Vos pensás: “Qué zonzo: gana 50% y 50%”.

–¿Pero…?

–Pero el primer 50% va a posdatar el Impuesto a las Ganancias y el otro 50% va a ir por el escudo fiscal al estado de resultado. Entonces hay un diferencial del 35% entre uno y otro. Y además, en países con inflación tan alta como Argentina, el posdatar el pago de impuestos los licua. Si lo medís en dólares oficiales, haber pagado impuestos en 2022 a un dólar de $ 150 o hacerlo en 2024 a uno de $ 800 o de $ 1.000 implica que sale mucho menos este año. Ahí tenés un montón de diferencial sin hacer trampa. Simplemente especializándote y preparando a las empresas para que entiendan cómo funciona ese tipo de cosas.

Fanático de los números

Misión: “evangelizar” en finanzas

Nombre. Nicolás Alfonso (46).

Casado con. María Noel Brisson.

Hijos. Nicolás (16) y Delfina (13).

Le gusta. Jugar al tenis (lo hace desde chico) y el running. Está corriendo las llamadas seis maratones majors, las más importantes. Ya hizo Londres, Berlín, Chicago y Nueva York; le faltan Boston y Tokio.

Formación. Es contador recibido en la UNC. Luego continuó formándose en finanzas y temas afines de manera permanente. Trabajó en PwC, en la sociedad de bolsa Scarafia, y en 2015 fundó su propia empresa, Focus IM.

Roles. Coordina desde hace casi ocho años la filial local del Instituto Argentino Ejecutivos de Finanzas (Iaef) y preside el flamante clúster Fintech de Córdoba.

Empresa. Focus Investment Management. Ofrece servicios de asesoramiento financiero y gestiona portfolios de inversión. Tiene siete especialistas y oficinas en Córdoba capital y en Villa María.

Un consejo. “Yo les digo a mis clientes ‘no probemos la profundidad del río con los dos pies’; siempre hay que distribuir el riesgo. Al corto plazo, el cash management lo manejamos en pesos. Hay Lecap que están teniendo un mejor rendimiento que un fondo común de inversión. Ponderando un poco más de riesgo, vamos con Bopreal y con bonos soberanos a carteras con rendimiento arriba de 20% en dólares. Pero hasta el 7% o el 15% de una cartera, porque pagan muy bien pero tienen riesgo. El resto, con ON dolarizadas y con bonos provinciales, como el de Neuquén garantizado con regalías por exportación de hidrocarburos”.

Teléfono. +54 9 351 530-7497.

E-mail. comercial@focusim.biz

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