Evangelio de hoy, viernes 26 de julio de 2024: Fiesta de San Joaquín y Santa Ana
Reflexionando sobre el Evangelio de hoy, el Papa Francisco compartió: “Jesús nos invita hoy a mirarnos por dentro: a dar las gracias por nuestro terreno bueno y a seguir trabajando sobre los terrenos que todavía no son buenos”.
A su vez, Francisco invitó a los fieles a preguntarse si su corazón “está abierto a acoger con fe la semilla de la Palabra de Dios”. “Preguntémonos si nuestras piedras de la pereza son todavía numerosas y grandes; individuemos y llamemos por nombre a las zarzas de los vicios”, meditó.
“Encontremos el valor de hacer una buena recuperación del suelo, una bonita recuperación de nuestro corazón, llevando al Señor en la Confesión y en la oración nuestras piedras y nuestras zarzas. Haciendo así, Jesús, buen sembrador, estará feliz de cumplir un trabajo adicional: purificar nuestro corazón, quitando las piedras y espinas que asfixian la Palabra”, concluyó el Papa en el Ángelus del 16 de julio de 2017.
En la misa, la liturgia de la Palabra es uno de los momentos centrales de la celebración. En este punto, se leen los pasajes de la Biblia que permiten adentrarse en las enseñanzas de Jesucristo. Compartimos los textos del viernes 26 de julio de 2024 publicados por el sitio web del Vaticano.
Liturgia del 26 de julio de 2024: Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías
Jer 3, 14-17
“Vuélvanse a mí, hijos rebeldes, porque yo soy su dueño, dice el Señor: Iré tomando conmigo a uno de cada ciudad, a dos de cada familia y los traeré a Sión; les daré pastores según mi corazón, que los apacienten con sabiduría y prudencia.
Después, cuando ustedes se hayan multiplicado y hayan prosperado en el país, palabra del Señor, ya no habrá necesidad de invocar el arca de la alianza del Señor, pues ya no pensarán en ella, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se les ocurrirá hacer otra.
En aquel tiempo, llamarán a Jerusalén ‘el trono del Señor’, acudirán a ella todos los pueblos en el nombre del Señor y ya no seguirán la maldad de su corazón obstinado”.
Evangelio del día: 26 de julio de 2024
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 13, 18-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Escuchen ustedes lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.
Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas, la sofocan y queda sin fruto.
En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta’’.
26 DE JULIO, SANTOS JOAQUÍN Y ANA: padres de la bienaventurada Virgen María y abuelos de Jesús
Según la página oficial del Vaticano, el Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. En esta sección encontrarás las historias, anécdotas y milagros realizados por estas figuras de vida cristiana a lo largo de distintas épocas y lugares del mundo.
Hoy la Iglesia recuerda a San Joaquín y Santa Ana. Joaquín y Ana, padres de María, no tienen referencias bíblicas directas y la información sobre ellos proviene de textos apócrifos y tradiciones posteriores. Fuentes como el Protoevangelio de Santiago y el Evangelio del pseudo-Mateo, junto con la tradición, son las que han transmitido su historia hasta nuestros días.
Ana es descrita como hermana de Esmeria, abuela de Juan el Bautista. Joaquín es presentado como un hombre virtuoso y adinerado, descendiente de la casa de David, que repartía sus riquezas entre el pueblo y en sacrificios a Dios. A pesar de su piedad y generosidad, Joaquín y Ana enfrentaron la estigmatización por no tener hijos durante veinte años, algo considerado como una falta de favor divino en la tradición judía. Este desprecio llevó a Joaquín a retirarse al desierto para implorar a Dios por una descendencia.
Las oraciones de Joaquín y Ana fueron finalmente escuchadas, y un ángel se les apareció por separado para anunciarles que tendrían un hijo. Según la tradición, el encuentro entre Joaquín y Ana, después del anuncio, ocurrió en la Puerta de Oro de Jerusalén, un lugar de gran significado religioso. Este momento se convirtió en un símbolo de la bendición divina y la llegada del Mesías.
Ana dio a luz a María, quien fue criada amorosamente por sus padres cerca de la Piscina de Bethesda. La casa donde vivían fue el lugar donde los cruzados construyeron una iglesia en el siglo XII en honor a Ana. María fue presentada en el Templo a la edad de tres años, como una forma de cumplir la promesa hecha por sus padres durante sus oraciones.
El culto a Joaquín y Ana se desarrolló con el tiempo, comenzando en Oriente y extendiéndose a Occidente. El Papa Sixto IV estableció la fiesta de Santa Ana el 26 de julio en 1481, mientras que Gregorio XIII incluyó la celebración en el Misal Romano en 1584. La memoria de San Joaquín fue introducida en el calendario litúrgico en 1510 por el Papa Julio II, y en 1969, con la reforma litúrgica posterior al Concilio Vaticano II, ambos padres de María fueron conmemorados juntos el 26 de julio.
https://www.lavoz.com.ar/servicios/evangelio-de-hoy-viernes-26-de-julio-de-2024-fiesta-de-san-joaquin-y-santa-ana/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/servicios/evangelio-de-hoy-viernes-26-de-julio-de-2024-fiesta-de-san-joaquin-y-santa-ana/