Ética y civilización
El surgimiento y el florecimiento de las civilizaciones, su caída y colapso, se deben a los valores y principios que portan, y a su visión de la vida. Su supervivencia y fuerza se deben a sus estándares en el control del comportamiento humano.
Dice Dios: “Lee en el nombre de tu Señor que ha creado todo. Él ha enseñado al hombre lo que no sabía” (Corán, 96:01).
El tremendo progreso científico y los logros alcanzados son innegables y merecen agradecimiento a Dios, en primer lugar, y luego a quienes aportaron para alcanzar una civilización avanzada en todos los campos, sea en la industria, la medicina, la educación, la cultura, las comunicaciones, las tecnologías, las ciencias espaciales u otros.
Sin embargo, la civilización no se mide por el lujo; tampoco por sus efectos materiales, sino por su capacidad en la preservación del hombre y de su dignidad.
Los valores éticos y la moral correcta no se alteran con el cambio de personas, el cambio de condiciones, la volatilidad de los tiempos o la multiplicidad de lugares, pero descuidarlos puede conducir a un gran colapso si la moral sigue los intereses mezquinos, en un mundo donde cada vez hay más falsedad y desviación. Entonces, es una política de intereses, no una política de principios.
Notamos lo que hoy sufre la humanidad en muchos de sus hogares, en términos de miedo y de ansiedad; lo que se desprende del cambio climático, los incendios forestales, la sequía de los ríos; lo que se evidencia en términos de normas, discriminación entre los pueblos, predominio del egoísmo y la desintegración de la familia, entre otras cosas.
Los valores y la moral virtuosa son la base sólida sobre la que se construyen las civilizaciones que protegen a la humanidad de todo lo que la perjudica en su sistema de vida, en las diversas etapas de su crecimiento y desarrollo en todos los campos. Sin ello, la humanidad vive muchas veces en una espiral de vacío espiritual. No hay manera de reformar a la humanidad, excepto adhiriéndose a las enseñanzas de las religiones y su enfoque moral adaptando a las personas en sus virtudes inalienables, como los valores de justicia, misericordia, igualdad, tolerancia, moderación y la coexistencia en el respeto mutuo, para que de esta forma se pueda sostener una civilización con todo lo que contiene de creencias, moral, legislación y comportamiento.
* Imam; miembro del Comipaz
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