Esteban Avilés: El cordobesismo de Llaryora tiene un fuerte condimento kirchnerista
Villa Carlos Paz es la segunda más importante del interior. Y hoy, la más enfrentada con el gobierno de Martín Llaryora. Su intendente, Esteban Avilés, asegura que el nuevo gobierno tiene “un fuerte condimento kirchnerista” que lo diferencia claramente de Juan Schiaretti.
Además, se queja del recorte a los subsidios del transporte a las municipalidades. En Voz y voto, Avilés – un vecinalista que pasó por la gestión del peronismo- dijo que Llaryora hizo lo mismo que Javier Milei.
–¿Qué pasa con el gobernador? ¿Hay un cortocircuito?
–No voy a personalizar con el gobernador. El que me conoce sabe que soy previsible, que defiendo la institucionalidad, el federalismo, el compromiso. Vengo de un espacio, el vecinalismo, en el que hay una fuerte confraternidad. Sacando al kirchnerismo, están todos los espacios políticos que hay tanto a nivel nacional como provincial. Eso habla de que tenemos al diálogo como premisa básica. Pero nos encontramos con otro modelo. Con uno en el que ya no se convoca a la Mesa Provincia-Municipios, un valor histórico que tiene la provincia y que es reconocido por todo el país. Se toman decisiones en las que a mí me gustaría opinar y participar. Cada uno, desde su experiencia, puede fortalecer las buenas intenciones que tenga la Provincia, ya sea en educación, seguridad, en subsidios… un tema no menor en la toma de decisiones. Por eso, uno ha sido crítico. Porque estamos acostumbrados a otra metodología en Córdoba.
–Usted fue funcionario de Schiaretti. ¿Ve diferencias fuertes en el modo de gobernar de esas dos personas?
–Seguramente. En lo institucional hay una gran diferencia. Cuando hicimos el acuerdo de Hacemos por Córdoba de todos los sectores con el vecinalismo, con radicales y el socialismo, fui el intermediario. Tenía una línea de criterios que, como dije, estaba basada en la constitucionalidad, el respeto y la discusión política previsible. Pero ese modelo y esos canales de construcción, hasta hoy, no están. Obviamente, es una gestión que recién está dando sus primeros pasos, lo que no significa que se profundice esa metodología. Además, este cordobesismo que lleva adelante Martín (Llaryora) tiene un fuerte condimento K. Su armado político y las coyunturas quizá tengan que ver con estos procedimientos que se están adecuando en la provincia. Yo simplemente digo en voz alta que estamos acostumbrados a trabajar con otro tipo de sistema. Sistema que ha visto el país. El de una Córdoba diferente con respeto y tolerancia. Estamos en un momento especial en el que la sociedad necesita estar mucho más cerca de los intendentes, junto al gobierno provincial y también tener una llegada diferente a la Nación. Por eso, el diálogo y también la discusión institucional tienen que estar presentes en Córdoba.
–¿En qué nota la cuestión K en el gobierno de Llaryora.
–En el armado político y en lo metodológico.
–Por ejemplo
–Tiene ministros que han sido parte de la gestión del kirchnerismo en la provincia. Y hay muchos dirigentes de diferentes ciudades que son parte de ese armado.
–¿Martín Gill?
–Martín ha sido clave para el kirchnerismo nacional en Córdoba. Debe ser el dirigente más kirchnerista que tuvo Córdoba en los últimos cuatro años. Ahí ya hay una decisión política. Pero más allá de eso, la foto del transporte también nos ubica en un cambio de los procesos. Nosotros escuchamos al gobernador, durante casi un mes y medio, con una fuerte crítica al Gobierno nacional… y él terminó haciendo lo mismo y escondiendo esa decisión. Porque la misma naturaleza del subsidio nacional era la del provincial. Esa decisión se tomó en 2018, entre todos los intendentes con el gobernador (Schiaretti). En ese momento, el 30% del costo del sistema de transporte era el 14,2% de la Nación, y el 14,4% de la Provincia. Teníamos esa sintonía. Y además están, algo que nos llena de orgullo a los cordobeses, que son los abonos. Hay que destacar que Martín los profundizó y los amplió a un segmento mayor. Pero en la foto de Carlos Paz, enero fue el último mes en el que estuvieron todos los subsidios. En la ciudad ingresaban desde la Provincia 19 millones; de la Nación, 14 millones, y 4 millones por los abonos. Para que se dimensione el impacto de uno y de otro. Pero además, en los abonos, la decisión de la Provincia tiene el compromiso de los intendentes porque el 50% lo ponemos nosotros.
Boleto social
–Cuando dice “abono”, ¿se refiere al Boleto Obrero y al Estudiantil?
–Sí. Pero además hoy hay un proceso económico cada vez más complejo en el que tenemos un segmento en Córdoba, y más en nuestra ciudad con el turismo, de informalidad. Y se van a caer contratos y ese trabajo va a tener otro tipo de presencia. Trabajo que no está identificado y contenido en esos boletos, pero sí en la inversión en el sistema de transporte. Nosotros, que tenemos una mirada en la que tiene que haber mayor presencia de los privados… La corrupción del kirchnerismo fue tan feroz y profunda, y distorsionó tanto al Estado que hoy parece que no debería tener presencia. Y nosotros entendemos que, en los subsidios, tiene que estar.
–¿A qué nivel cayeron los subsidios de la Provincia?
–Cero en el transporte. Y assí en las siete ciudades del interior que los recibían.
–Solo tiene los boletos sociales.
–Eso siempre los tuvo.
–O sea que la Nación dejó de subsidiar a la Provincia, y la Provincia deja de subsidiar a las ciudades.
–Exactamente. Fue lo mismo que el gobernador le criticó al Presidente y después hizo, pero peor porque lo escondió. Estuvimos un mes y medio hablando con los funcionarios del área diciéndoles que era realmente complicado lo que se perdía con el subsidio nacional. Y le planteamos qué iba a pasar con el provincial. “No, está todo bien”, nos dijeron. Y nadie planteó nada. ¿Qué hicimos nosotros? Yo me manejo con el vínculo directo, pero después vamos a lo formal cuando no hay respuesta. Tengo notas formales en enero y en febrero al secretario (de Transporte) Rodio en las que le pedimos explicación sobre qué iba a hacer la Provincia. Lo peor no fue que escondieron la situación, sino que antes que los intendentes se enteraron los empresarios del sistema. Y tenemos que escuchar a los funcionarios que manda el gobernador tildarnos de mentirosos. En lo personal y también a mis funcionarios. Nosotros no mentimos. A veces, tengo una personalidad especial, pero digo y hago lo que pienso y siento. Siempre sabiendo que soy una herramienta de la familia de Carlos Paz que me votó. Fuimos previsibles, ordenados y estamos acostumbrados a trabajar así con los gobiernos provinciales. A mí no me cambia el gobernador de turno la relación institucional. Nos profundizan responsabilidades. Y no pasa por lo partidario ni por lo personal.
–El oficialismo provincial dice que usted criticó públicamente a Llaryora, pero no a Milei por la quita de subsidios nacionales.
–No fue así. Fijate la mentira instalada. En el proceso del mes y medio en el que salieron todos los funcionarios provinciales a hablar de los subsidios nacionales, con el mismo lenguaje tendrían que haber defendido el subsidio provincial. Porque tiene la misma naturaleza. Obviamente, me llamaron y yo estaba de acuerdo de que si había una decisión progresiva a nivel nacional y provincial, nosotros nos quedáramos. Tengo que tener una mirada social y turística, no puedo no estar cerca de familias que no pueden subirse a un colectivo. Entiendo que la lógica provincial y nacional cambiaron, pero yo me tengo que hacer responsable. Digamos las cosas como son.
–¿No le parece que la Nación avanzó demasiado en quitar fondos a las provincias que luego bajan a los municipios?
–Por eso la escala. Hubo un lenguaje provincial, pero luego hicieron lo mismo y peor porque lo escondieron. Y los que dijimos la verdad, los que pedimos hablar, pedimos la Mesa Provincia-Municipios, lo hicimos por escrito y a los que nos sorprendió la decisión… ¿somos mentirosos? Queremos lo mejor para todos los cordobeses. Entendemos el proceso complejo. Pero tiene que haber el respeto con el que estamos acostumbrados a trabajar en conjunto, y que en la foto por el transporte no se tuvo. Como no se tuvo en otras leyes que se presentaron, que no tuvieron discusión previa, como la de seguridad o el tema de la educación.
–La seguridad tiene más demanda de los intendentes.
–Esa es una foto. Porque una cosa es protagonismo y otra, delegar responsabilidades provinciales a los municipios. Y más en seguridad. El gobernador quiere, porque la sociedad lo demanda, que el Estado tenga otra presencia en la problemática de la seguridad. ¿Qué puede sumar uno de cada lado? Nosotros podemos sumar mucho. Pero la competencia de perseguir el delito es de la Provincia.
–¿No van a adherir a la ley de Seguridad?
–Es que es una ley ya cerrada… En el inicio de sesiones, el gobernador tuvo un discurso positivo con los que adhirieron a la ley. Blanqueó lo bueno, pero también a los que no habíamos adherido. Eso no está bueno. La posición positiva de ir por más… pero trabajemos en la previa.
–¿Ustedes tienen alguna fuerza municipal?
–Tenemos la seguridad urbana que debe ser la más importante del interior de Córdoba. Fuimos los primeros que trabajamos en monitoreo, con cámaras locales y con personal policial. Estamos muy desarrollados y capacitados. Pero de eso… a las armas no letales a la seguridad urbana. Es complejo. ¿Por qué? Primero, porque hay un gris legal con esa decisión. Valoro a la ley porque tiene cosas importantes. En los últimos cuatro años, la Provincia, por ejemplo, nos ponía los móviles, nos capacitaba. Eso se venía haciendo y se puede mejorar. Pero discutir la legalidad e ir más allá del marco contravencional es otra cosa. Porque, Dios quiera que no pase, el hampa, a la noche, no diferencia las armas letales de las no letales. Son iguales. Así, el personal municipal va estar expuesto ante los que cometen delitos. Hay cosas que deberíamos haber hablado antes sobre la legalidad, sobre la Constitución provincial, las leyes especiales y la responsabilidad contravencional de los municipios. Hay una distorsión. Hoy, solo puedo decir “sí” o “no”. Y otra cosa que agudiza la responsabilidad es que la Policía de Córdoba, que ahora tiene una mejor formación porque son 3 años, se centraliza en la Capital. Lo peor de todo es que estamos formando policías sin tener en cuenta lo contravencional. A nosotros nos pasa que tenemos vendedores ambulantes en concepto de agresividad, y algunos sabemos andan con cuchillos. Para eso, teenemos que contratar adicionales, por ejemplo, y necesitan formación sobre lo contravencional.
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