Escapar del realismo es todo lo contrario a una fuga
¡Hola! ¿Cómo va? Hoy es feriado, pero llegamos a tu casilla igual.
Hace unos días, el escritor cordobés Roberto Chuit Roganovich se llevó el Premio Clarín Novela por su nuevo libro que, después de haber sido elegido por el jurado, verá la luz en el mes de marzo de 2025.
Su novela se llama Si sintieras bajo los pies las estructuras mayores, y a través de las voces de cuatro personajes, ubicados en tiempos y espacios distintos, narra historias atravesadas por una criatura: un “bionte”, a camino entre el mundo fungi, el mundo animal, el mundo humano. Un hongo misterioso.
A Chuit Roganovich, sobre todo por su anterior novela (Quiebra el álamo), lo ubican en el new weird, ese género que combina elementos de la ficción extraña con otros subgéneros de la ciencia ficción especulativa. Y él se siente a gusto ahí. De eso hablamos en esta entrevista.
Hay algo que siempre me parece interesante al conversar con Roberto: la profundidad y la vehemencia con la que habla de géneros que escapan al realismo. El fantástico, el terror o a la ciencia ficción (aunque el mercado literario y la Academia los hayan ido incorporando) suelen ser vistos aún como géneros menores, aquellos con los que los jóvenes ingresan a la lectura, pero que se abandonan al “madurar”.
Por el contrario, creo que esas historias (y sus libros de calidad, claro, hay mala literatura en todos los géneros) cuando nos atrapan en la juventud es porque tienen el mayor poder de la ficción: llevarnos a otros mundos, hacernos vivir aventuras ajenas como propias, creérnoslas. Y su lectura en la adultez suma, además, otro poder: pensar y pensarnos desde otros ángulos.
Como muchos, creo que las historias que se alejan del realismo no son una fuga. Muchas veces, son todo lo contrario. Muchas veces, llegan antes y mejor a explicarnos la realidad misma, esa que todavía no podemos decodificar.
Me gustó esta explicación de Roberto: “Siento que hoy la ciencia ficción, el terror, el new weird tienen una potencia política muchísimo más amplia que la del realismo, porque al ser mucho más elásticos en su forma de ejercer el pensamiento, al funcionar verdaderamente como antropologías especulativas, nos permiten organizar o por lo menos vislumbrar cuáles son las fugas ideológicas del mundo en el que vivimos, cuáles son los temores que tenemos todos, los deseos que tenemos todos, pero que nadie dice”.
Comparto aquí otras reseñas, recomendaciones y noticias literarias. Y nos leemos la semana que viene.
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