En los campamentos de Juntos por el Cambio y el peronismo afinan la “diferenciación”
“El ‘escenario Río Cuarto’ ya no es válido para analizar la participación; la vacunación cambió totalmente ese contexto”, dice José Gangi, analista de la consultora Delfos, respecto de la elección municipal que en noviembre del año pasado ganó el peronista Juan Manuel Llamosas, con una participación menor al 50 por ciento.
En este punto, Gangi advierte respecto de la campaña: “El desafío que tendrán los oficialismos es capitalizar electoralmente algo que se dejó de problematizar por la sociedad”, por las vacunas. Ahí están puestos los ojos de Hacemos por Córdoba.
El Gobierno provincial, de hecho, modificó sus esquemas de vacunación: dio de baja los autovac y los recicló en operativos de vacunación Covid en los barrios más populares de la ciudad, donde se juega una carta fuerte en su estrategia.
“Se detectó que vecinos de barrios humildes no se habían vacunado por falta de acceso al Ciudadano Digital y a medios de transporte, por lo que los operativos se reorientaron hacia esos sectores”, dice Leonardo Limia, legislador e integrare del comando de campaña del PJ capitalino.
Limia niega que haya una intención electoralista en la territorialidad de la vacunación, pero reconoce que el peronismo apuesta al “acompañamiento del modelo de gestión” que encabeza Schiaretti. “Tenemos un capital muy valioso respecto de lo que hacemos en la provincia y cómo recuperamos la ciudad; junto a la figura del dirigente más importante a nivel nacional del peronismo”, agrega.
Frente de Todos
El Frente de Todos saldrá a disputar los votos peronista y juvenil con una estrategia diferenciada, pero anclada directamente con “el rol del Estado nacional en Córdoba”. “Si algo cambió en la relación de la Nación con el Gobierno de Córdoba fue porque cambiamos nosotros; en la Provincia tienen la misma mirada de la relación política que hace 15 años”, dice Martín Apaz, integrante del equipo de Gabriela Estévez, quien lidera la Casa Patria en Córdoba.
Apunta que “la gestión de las vacunas, la obra pública, la inversión social, la articulación de las políticas públicas; todo el esfuerzo de la Nación que baja a Córdoba es un valor que pretendemos capitalizar electoralmente”. La presencia de Alberto Fernández este semana en Río Cuarto será un mojón en el inicio de la campaña: “El Presidente mide 30 puntos y nuestra estrategia electoral es reflejar ese apoyo en la lista que encabezan Carlos Caserio y Martín Gill”, dice Apaz.
Para contra ofertar a los electores más jóvenes, el oficialismo pondrá en cancha, de manera paralela a la estructura peronista que disputará votos con Hacemos por Córdoba, referentes de “la agenda juvenil, de género, ambiental y universitaria”, discurso que estará liderado por Estévez.
Juntos por el Cambio
En los distintos campamentos de Juntos por el Cambio hay incertidumbre por el resultado que anticipan –como en el hipódromo– con final de bandera verde entre Mario Negri y Luis Juez. Se sabe que esta Paso es la que mayor tensión mediática genera, con lugar reservado en la televisión nacional y en los principales portales.
Las “impensadas fórmulas” Negri–Santos y Juez–De Loredo hicieron reformular los escenarios de las encuestas, por lo que aún no están desmenuzados los sondeos que se hicieron ras el cierre de lista.
En los papeles previos (Strinfo Consultores, trabaja con Negri), el jefe del interbloque opositor en Diputados sacaba ventaja entre los votantes de más de 65 años y Luis Juez hacía su mejor elección en el grupo de 35 a 40 años. Son dos grupos con expectativas claramente distintas: salud y futuro, respectivamente. Hay otras diferencias: por ejemplo, Negri tiene mayor aceptación entre los emprendores y comerciantes; mientras que Juez logra inserción entre los desempleados.
Se espera que la “representación” del colectivo campo sea uno de los temas que tense esta interna, sobre todo la posible participación de Martín Lousteau en la campaña, avalando la candidatura de Rodrigo de Loredo, compañero de binomio de Juez. De Loredo, en cambio, confía que su perfil disruptivo lo haga crecer por encima de Gustavo Santos, el socio de Negri. En el equipo de De Loredo entienden que Negri y Juez están en sus techos electorales, por lo que la batalla por crecer será en el tramo Diputados.
Marcos Ferrer, jefe de la campaña Juez–De Loredo, admite que no hay margen para el barro. “Los objetivos colectivos son más importantes que individuales”, repite el intendente de Río Tercero, de diálogo permanente con Juan Negri, jefe de la campaña de su padre. Ambos saben que el archivo es el mejor aliado para que los contrincantes se mantenga a raya: ninguno sobreviviría a él.
En este marco, Ferrer explica que “De Loredo y Juez tienen un discurso disruptivo que, entendemos, será el más potente para llevar al Congreso, tanto al Senado como a Diputados, en este momento histórico. Buscamos potenciar eso”.
Ayer Ferrer celebraba que el Dipy haya retuiteado un viejo discurso de De Loredo, cuando era legislador provincial, contra el kirchnerismo. En el equipo de Negri preparan una contraofensiva con varios de los encendidos discursos que dio en Diputados. Una campaña es emotividad.
En este punto, Negri enfocó el discurso del primer tramo de la campaña a la clase media y espera capitalizar su rol en el Diputados. “Hay una certeza: Mario demostró que en el Congreso se le paró al kirchnerismo exigiéndole desideologizar la discusión de las vacunas o reabrir las escuelas; y buscaremos capitalizar su claro rol como líder opositor”, dice Juan Negri.
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