En el agro: las lluvias no terminan de llegar y comienza a preocupar a los productores
Desde hace varios meses, los modelos agrometeorológicos vaticinaban que durante la actual campaña agrícola (la que arrancó en mayo pasado con la siembra de trigo y terminará en abril con el inicio de la cosecha de soja), el fenómeno El Niño terminaría con tres años de sequía.
Sin embargo, la llegada se está haciendo rogar al menos en varios lugares del país, incluidos el centro y el norte de Córdoba, donde –según advierten algunos productores– la foto actual es peor que la que mostraban los campos hace un año.
Es que El Niño, cuya característica principal es aportar lluvias por encima de los valores normales, tendrá este año su particularidad: habrá zonas con lluvias abundantes, pero otras donde los registros serán menos generosos.
A tal punto que la cosecha de trigo en la provincia, que terminará hacia fin de año, será la menor en 14 años, según la primera estimación de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).
Si se tiene en cuenta que en Córdoba el período lluvias tiene lugar durante la primavera y el verano, el arranque ha sido deficitario.
En octubre, por ejemplo, sólo en el departamento Presidente Roque Sáenz Peña las lluvias mensuales fueron por encima del promedio histórico entre 2007 y 2022. En Marcos Juárez, por ejemplo, el aporte mensual le alcanzó para hacer parda con el promedio de la serie. Sin embargo, en el resto de la provincia el balance pluviométrico fue negativo.
Las últimas lluvias registradas en la provincia se produjeron entre el 13 y el 17 de noviembre. Durante esos días, los mayores aportes –de hasta 35 milímetros en Colonia Prosperidad (departamento San Justo), según la BCCBA– se dieron este de la provincia, donde contribuyeron a la recarga de los suelos y al desarrollo de la soja y el maíz que ya están implantados.
El norte cordobés, complicado
Sin embargo, en el centro y el norte cordobés el déficit se mantiene y genera incertidumbre de cara al avance de la siembra de soja y de maíz.
En esa región de la provincia, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que se sembrarán 1,049 millones de hectáreas, siete mil hectáreas menos que en la campaña anterior. Hasta el momento, sólo se ha sembrado 6% del área prevista.
En el caso de la soja, en el centro norte de la provincia se calcula que se implantarán si el clima acompaña 1,695 millones de hectáreas, 25 mil hectáreas más que el año pasado. Sin embargo, por la falta de lluvias sólo se llevan implantadas 41 mil hectáreas, lo que representa 2,4% de la intención total.
A nivel nacional, si bien la estimación de producción de trigo es mayor que la de la campaña anterior, el escenario aún no está definido. “La sequía que siguió vigente en gran parte de las zonas productivas de Argentina hasta el 20 de octubre, el efecto de las heladas tardías y los posibles efectos de enfermedades fúngicas tras las lluvias mantienen un alto nivel de incertidumbre sobre el resultado de la actual campaña”, advierten desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
No obstante, a diferencia de lo que ocurre en Córdoba, en el país el trigo tendrá una mayor producción que en la campaña pasada, debido a que las lluvias fueron más generosas en varias provincias. En especial en la provincia de Buenos Aires, la principal provincia productora.
De esta manera, la producción triguera 2023/2024 se calcula en 13,5 millones de toneladas, dos millones más que en la campaña pasado.
El gran interrogante sigue siendo qué va a pasar con la evolución de los cultivos estivales: maíz y soja.
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