El invierno adelantado no pudo con el calor de los matadores
El frío del invierno adelantado no pudo con los hinchas de Talleres, que en multitud se llegó en la tarde-noche del martes, en un día laboral, para acompañar al equipo ya clasificado a los octavos de final de la Copa Libertadores para recibir a Cobresal. Unas 40 mil personas, que desafiaron los 8 gélidos grados que parecían algunos menos en las gradas y que, a las apuradas, muchos recién salidos del laburo y otros volviendo del “cole” o la “facu”, se llegaron para hacerle el aguante al equipo de Ribonetto.
El contexto estaba para quedarse en la casita, prender el calefactor y sentarse cómodamente en un sillón a ver el partido por la tele. Pero no: había que estar igual porque, si la “T” ganaba, quedaba inmejorablemente ubicado para terminar primero en su zona, una vez que cierre su participación en la Fase de Grupos en su visita a São Paulo.
La baja temperatura no impidió que abajo del puente del Chateau se armara la previa, aunque esta vez con más “ferné con có” y café que cerveza, para ir calentando el cuerpo y las gargantas. Y aunque el equipo ya estaba clasificado, las adyacencias del Kempes y los estacionamientos improvisados en cualquier rincón parecían hormigueros. Es más: hubo embotellamientos de autos sobre la Cárcano que demoraron la llegada de la feligresía albiazul.
La inmensidad del Kempes hizo más notable lo innecesario de un pulmón de media popular Sur para separar a los apenas 30 hinchas chilenos que cruzaron La Cordillera y que en un costadito de la Artime trataban de hacerse sentir ante el coro de hinchas matadores.
Hubo un gran recibimiento para el equipo al ritmo de “¡Talleres mi buen amigo…” y el tradicional “¡Che talleres, hoy te vinimo a ver…!”, junto al magnificente show de fuegos artificiales multicolor que lo acompaña siempre en cada partido. Sólo faltaba que cuando la pelota comenzara a rodar, se le correspondiera a semejante muestra de apoyo.
No puso ser en el primer tiempo y la expectativa del grito del gol quedó para el complemento. Que llegó de la mano de Girotti. Y fue alegría total para la “T” y sus fieles seguidores.
Mirá Mundo Albiazul, el pódcast de Talleres
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