La Voz del Interior @lavozcomar: “El inquilino necesita que haya más oferta de propiedades para que el alquiler baje”

“El inquilino necesita que haya más oferta de propiedades para que el alquiler baje”

Con la misma edad que la institución, Agustín Tea Funes, el presidente más joven que tuvo la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Córdoba (Cacic), dice que su gestión está basada en un equipo que comparte los valores de humanizar la actividad.

Formado en la rama institucional de la comunicación social, en 2008 su madre, Inés Funes, quien estudiaba para ser corredora, los entusiasmó para formar una inmobiliaria a la cual se sumó con su hermano Ernesto, actualmente arquitecto, y con el conocimiento de su padre, Severino, como administrador inmobiliario.

“La empresa fue fruto del trabajo en familia, la empezamos de cero y todos pusimos nuestra parte. Mi hermano y yo comenzamos como estudiantes y hoy estamos a cargo porque mis padres están casi retirados”, destaca.

–¿Cómo fue este camino?

–Comenzamos con la administración de algunos consorcios y eso fue trayendo los alquileres. Siempre tuvimos claro que el rubro inmobiliario era muy importante para la gente que quiere una jubilación más digna, una inversión, la gente busca un tangible como el ladrillo o la tierra. Luego sumamos la parte de la construcción.

–¿De qué se trata?

–Tenemos proyectos de arquitectura propia y de terceros y, además, brindamos el servicio de inversión, de tipo crowdfunding (financiamiento colectivo). Hacemos el análisis previo, conseguimos el lote, construimos y comercializamos. Este modelo de construcción era el objetivo que teníamos desde que empezamos la empresa.

–¿Cómo fue tu acercamiento a la cámara?

–Desde que yo empecé en el sector, como comunicador social, escribía sobre la profesionalización de la actividad inmobiliaria y la humanización. En la familia tenemos una formación religiosa, católica, que busca poner a la persona por encima del cliente. Ahí, buscando mi espacio, me enteré de elecciones en la cámara, me interesé y empecé a formar parte de la comisión directiva.

–Te interesaba algo más que solamente la actividad empresarial.

–Ingresé en la cámara porque no me alcanzaba solamente con vender, comprar, alquilar o administrar una propiedad. Me faltaba el plus de aportar algo al sector inmobiliario desde mi lugar. No conocía ni cómo eran las reuniones, me puse en posición de aprender de mis colegas y conocer más de los problemas y los temas del sector.

–¿Cuándo fue esa incorporación?

–En la vocalía empecé hace nueve años y voy a cumplir cuatro como presidente, los últimos dos en pandemia. Esto es como una escuela de líderes porque se conformó un equipo muy interesante, con personas provenientes de diferentes sectores y distintas visiones, pero con los mismos valores.

–Estos últimos años fueron movidos, ¿cuáles son los temas candentes hoy?

–En primer lugar, vuelve a estar en el tapete la ley de alquileres y los coletazos que generó por la necesidad y la carencia de oferta, que no se corresponde con la demanda existente. Otro tema son los nuevos créditos hipotecarios, una herramienta que funcionó muy bien, pero en una economía con inestabilidad hay tela para cortar. Por último, en la compraventa es difícil encontrar una guía del mercado. Todo atravesado por la realidad económica y la situación social.

–Vayamos de a uno, ¿cómo ven el tema de los alquileres?

–Nos duele lo que pasa entre inquilinos y propietarios porque no se comprende que lo que ayuda es motivar a que ingresen personas para que pongan propiedades en alquiler. No tener una sociedad que pone un contrapunto, unos contra otros.

–Ustedes, como inmobiliarios, están en el medio.

–Es así, nuestra relación es de intermediarios y vemos lo que pasa en todas las partes. Pareciera que el espíritu de la ley de alquileres es demonizar al propietario para enaltecer la necesidad del techo por parte del inquilino.

–Pero la necesidad de vivienda es real.

–Esta es una necesidad básica, estamos de acuerdo. Pero al inquilino lo que debería interesarle es que no sean pocos, sino miles los inmuebles en alquiler. Así, la demanda estaría cubierta en su totalidad y los precios deberían bajar. El déficit habitacional es muy importante, es lo que subyace y no lo resuelve la ley de alquileres.

–¿Y cuál es la forma de aumentar esa oferta de unidades para alquilar?

–La forma sería alentando a que exista más construcción, a que el inversor tenga una mejor rentabilidad en los inmuebles y que haya mayor previsibilidad, tanto para el inquilino como para el propietario. El inversor necesita más certeza para que no se vaya a otros países, no guarde el dinero en el colchón o lo coloque en inversiones financieras.

–¿Cómo se podría lograr?

–Hay un tema de la economía en general, pero para el sector se podrían poner exenciones impositivas, porque la presión impositiva es brutal, reducir la burocracia a la hora de desarrollar un edificio, o bien generar condiciones para saber cuánto está un metro cuadrado en dólares.

–La inestabilidad del dólar siempre los complicó.

–El tipo de cambio es un problema, los precios de los inmuebles bajaron un 30 por ciento en promedio y el inversión no se anima porque no sabe si van a subir o no. El otro tema es que quisiéramos tener más propietarios y menos inquilinos; y para eso, hacen falta créditos hipotecarios.

–El Banco de Córdoba acaba de lanzar una línea en UVA a tasa cero.

–Es una herramienta muy buena, pero hay que ver cómo se operan en la práctica porque el propietario hoy quiere vender en dólares. Es difícil que venda en pesos cuando su referencia es el dólar y hay una brecha tan grande. Habría que ver alguna normativa para que el tenedor del crédito o el vendedor pueda acceder a las divisas.

–¿Cómo sería el impacto en el mercado?

–Aumentaría mucho la venta de inmuebles alicaídos. Hay casas en barrios abiertos, muy lindos, que no tienen mucha rotación. Pueden llegar a generar un gran movimiento, como lo generó en 2017. Es una línea muy accesible, por un crédito de 6,2 millones de pesos, quedaría una cuota inicial de 25 mil o 26 mil pesos, inferior al alquiler del mismo inmueble.

–Pero el valor en dólares no es muy alto.

–Si se toma al dólar paralelo son unos 30 mil dólares. Con eso se puede comprar un departamento chico fuera de Nueva Córdoba. También hay casas en las Sierras por esos valores. Y se pueden complementar con ahorros. Lo que hace falta es que aumente la oferta de créditos hipotecarios, oferta para vender inmuebles de precios bajos hay.

–¿Más que lo habitual?

–Sí, porque hace mucho que no teníamos tanta oferta de inmuebles en venta junto con baja oferta de propiedades en alquiler. En esto tiene mucho que ver la pandemia. Cuando la economía no acompaña, el rubro inmobiliario es uno de los más sensibles. Cuando hay una inconsistencia entre el valor del peso y el dólar, el comprador espera para decidir. En este caos, no pudimos tener un parámetro y cayó la oferta de venta. Los portales de inmuebles pasaron a tener el doble de propiedades.

–¿Y en la demanda de alquiler?

–La gente, al no poder comprar inmuebles por la caída del poder adquisitivo, siguió o empezó a alquilar. Hay una demanda mayor y con la misma oferta, los precios de alquiler son más elevados. Sumado a que, en los últimos cinco años, no se ha motivado mucho a construir inmuebles nuevos. Las habilitaciones municipales bajaron. Muchos constructores terminan las obras, pero hay menos inicios.

–¿Qué pasa con la rentabilidad?

–En la compraventa, el de más demanda es el producto nuevo, en contraposición con el viejo, que tiene más oferta. Como la demanda es cada vez mayor en alquileres, se empieza a recuperar de a poco la rentabilidad, junto con la baja del precio en dólares.

–¿Cuáles son los desafíos de este año?

–En compraventa van a seguir existiendo operaciones puntuales, la mayoría relacionada con el usufructo del inmueble, no como inversión. Hay que ver cómo sigue Argentina en lo económico, con el acuerdo con el FMI, porque eso va a marcar el cambio del dólar o el precio. Será un año de transición. Los que conocen el mercado van a seguir haciendo buenos negocios porque los valores de venta están bajos. Es un año con muchas cosas para dilucidar, como la ley de alquileres, pero con los inmobiliarios manejando la situación uno a uno.

Inmobiliario con foco en las personas

Nombre. Agustín Tea Funes (36).

Profesión. Licenciado en Comunicación Social / Corredor Público Inmobiliario

Casado con. María Belén.

Hija. Clara (2).

Le gusta. Tenis, asado, ajedrez y fútbol.

Empresa. Tea Funes Inmobiliaria-Arquitectura

Actividad institucional. Presidente de Cacic (Cámara de Corredores Inmobiliarios de la Provincia de Córdoba)

La frase. “Las oportunidades inmobiliarias hoy están; no sabemos hasta cuándo. El que conoce el mercado y es tenedor de dólares hace buenos negocios dentro de una economía tan inestable y sin parámetros”.

Sitio web. www.teafunes.com.ar.

Instagram: Tea Funes/Agustín Tea Funes

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