El Gobierno escuchó el reclamo y salió a buscar dólares
Mientras escribía está columna, se conoció el anuncio por parte del Gobierno nacional de reducir las retenciones a los productos de agropecuarios.
Mi columna empezaba, como una premonición: “El anuncio de la baja de retenciones ‘en algún momento’ de 2025 dicho por el presidente Javier Milei en su última reunión con representantes de la Sociedad Rural Argentina ha generado una parálisis virtual en la cadena agro comercial exportadora de la soja. En principio no hay registradas Declaraciones Juradas de Ventas al exterior (DJVE) para la soja de la nueva cosecha, salvo 10.000 toneladas de aceite de soja registradas para embarque abril 2025″.
El año pasado las DJVE de aceite de soja para el mismo mes de embarque del 2024 fueron por un total de 471.000 toneladas. En el caso de la harina de soja hoy no hay volumen registrado, cero registros, cuando un año atrás para el mes de Abril 2024 las DJVE llegaron a 2.950.000 toneladas. En el caso del grano de soja en abril del 2024 se registraron 220.000 toneladas mientras en esta nueva cosecha no hay volumen registrado
Esta parálisis estaba impactando en forma directa en la falta de los registros o DJVE y el consecuente freno en la liquidación de divisas, que ya se proyecta con fuertes bajas para los meses de enero y febrero.
Tal vez, ante esta situación, el Gobierno tomó conciencia de la bola de nieve que se iba agigantando, y freno antes del precipicio.
El reflejo de esta parálisis comercial en el mercado se estaba reflejado en el volumen de ventas semanales por parte de los productores. En la segunda semana de enero los productores vendieron soja disponible por un total de 360.000 toneladas, de las cuales 95% fue comprado por la industria aceitera y solo 5% por la exportación.
Las ventas de productores de soja de la nueva cosecha, para entrega abril y mayo fueron de apenas 115 mil toneladas, en la gran mayoría compradas por la industria aceitera.
Hay una correlación directa entre el poco volumen de ventas de soja por parte de los productores y la falta de registros de exportación o DJVE de los exportadores y aceiteras.
Esta parálisis en toda la cadena comercial de la soja era consecuencia de la falta de definiciones del Gobierno sobre el momento que tomara la decisión de bajar las retenciones a la soja.
Ahora con el anuncio de esta baja en las retenciones no habrá más incertidumbre con respecto a este tema.
Sin embargo, debemos esperar la publicación oficial del decreto anunciado este próximo lunes para conocer mejor la letra chica y los alances de la baja en cada uno de los productos.
Por lo pronto la noticia de la baja de las retenciones indicaba los siguientes cambios en cada uno de los productos de exportación. Las retenciones al poroto de soja bajarían del 33% al 26%, en el caso del aceite de soja y la harina de soja la baja seria del 31% al 24,5%. En el caso del trigo, cebada, maíz y sorgo las retenciones bajarían del 12% al 9,5%, y en caso del girasol la baja seria del 7% al 5,5%.
Por lo pronto con el nuevo nivel de retenciones al complejo soja, aceites y harinas –en el 24,5%–, cambia sustancialmente el poder de compra de la industria aceitera.
Sin tener todavía la publicación del decreto de la baja de las retenciones que recién se podrá efectivizar el próximo lunes, vamos a analizar en teoría cual sería el impacto de la baja de las retenciones en el poder de compra de la industria aceitera.
El margen de molienda con las retenciones vigentes mostraba un precio de compra de la industria aceitera de U$S 263 por tonelada para llegar a un margen neutro sin ganar ni perder plata.
El mercado de futuros en el Matba-Rofex estaba cotizando en ese momento a U$S 280. Es decir que la industria aceitera ya estaba sobre pagando por arriba de la paridad de equilibrio U$S 17 más, tal vez esperando una potencial y real baja de las retenciones.
Con la nueva alícuota de las retenciones, del 24,5% para el aceite y la harina de soja, el precio de paridad o FAS teórico arroja un precio de soja de U$S 291. Entonces la suba teórica del precio de la soja debería ser de U$S 11 por tonelada, al comparar el nuevo FAS teórico de equilibrio de U$S 291 con el precio que estaban pagando realmente las aceiteras en el mercado de futuros, de U$S 280 antes de la baja de las retenciones.
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