El fantasma del gran reemplazo y la ultraderecha antiglobalista
En los últimos años, la Teoría del Gran Reemplazo ingresó en la discusión pública, especialmente, en los movimientos de extrema derecha o antiglobalistas de distintos puntos del mundo, que la han tomado como propia, para justificar sus posturas extremistas y xenófobas.
La teoría del Gran Reemplazo es muy popular entre militantes y dirigentes de movimientos de extrema derecha, sobre todo europea pero también estadounidense.
Esta teoría, popularizada por el francés de ultraderecha Renaud Camus, propugna que los franceses blancos católicos, y los blancos cristianos europeos en general, se encuentran siendo sistemáticamente reemplazados por población no europea. Es decir, árabes, levantinos, norteafricanos, subsaharianos y bereberes.
De acuerdo con quienes creen en esta corriente, esto se estaría realizando a través de un plan masivo perpetrado por las elites globales y liberales, que incluye migraciones masivas y crecimiento demográfico.
La teoría toma su inspiración en una novela publicada en 1973 por el francés Jean Raspail, titulada El campamento de los Santos, en la cual se describe el colapso de la cultura occidental a partir de una inmigración masiva de países periféricos. El escritor galo Michel Houellebecq se refirió a este fenómeno en su novela Sumisión, publicada en 2015, en la que Marine Le Pen era derrotada en una segunda vuelta por un candidato descendiente de árabes y practicante del islam.
Renaud Camus, una figura controvertida
La figura de Renaud Camus es tan fascinante como controvertida, un autor cuya trayectoria ha abarcado desde la exploración de la identidad y la cultura LGBTQ+ hasta el racismo en sus manifestaciones más extremas.
Se trata de un escritor, ensayista y poeta francés nacido el 10 de agosto de 1946. Es conocido por su obra literaria y sus ensayos, y es considerado una figura influyente en el ámbito de la literatura y la cultura francesa contemporánea. Algunos de sus temas recurrentes incluyen la identidad, la migración, la política y la cultura.
Desde fines de la década 1960 hasta mediados de la de 1980, Camus era el epítome de la rebelión sexual y de la salida del closet en Francia. Su novela autobiográfica Tricks incluso fue prologada y elogiada por Roland Barthes, de quien fue discípulo en la década de los 1970.
En aquellos años, el polémico escritor departía con figuras del arte como Andy Warhol, Marguerite Duras, o el político Frederic Mitterrand, sobrino del presidente socialista francés François Mitterrand, y ministro de Cultura de Nicolas Sarkozy.
Su éxito literario fue tan grande que le permitió llevar una vida personal muy particular, Camus vive en un castillo del siglo XIV, Chateau de Plieux, donde cuenta, además, con una biblioteca llena de incunables de distintos siglos.
Tricks es la obra más famosa de Camus antes de adentrarse en el activismo político. Se compone de 25 relatos que exploran encuentros entre hombres homosexuales en París, así como en otros lugares dentro y fuera de Francia, mayormente en sitios tradicionalmente asociados a la comunidad gay, como bares, discotecas y cines.
No es necesario ser gay o estar familiarizado con este mundo para entender ciertos patrones que Camus repite en cada relato de encuentros casuales, como la competencia sexual, las diferencias en el deseo entre los miembros de la pareja y la búsqueda de alguien que comparta ciertas preferencias sexuales.
En la introducción del libro, Camus admite que no está escribiendo una crónica de la vida homosexual en su totalidad, sino que se enfoca en un submundo específico de la comunidad gay. Como él mismo reconoce, “La gran mayoría de los hombres homosexuales no vivía en esa vida”.
No obstante, él pertenece a ese segmento y siente la necesidad de darle voz porque es invisible para la mayoría de las personas.
Racismo manifiesto
Los expertos en literatura coinciden en que Camus tiene un gran talento para escribir, pero es más famoso en los últimos años por haber acuñado el término “Gran Reemplazo”, que se refiere a la teoría de que las poblaciones europeas están siendo reemplazadas gradualmente por inmigrantes de diferentes orígenes étnicos y culturales.
Esta teoría ha sido ampliamente debatida y criticada en el ámbito político y académico, y ha sido relacionada con discursos y movimientos nacionalistas y antiinmigración en Europa.
En mayo de 2019, Camus se postuló como candidato al Parlamento Europeo. En 2017, durante la manifestación masiva de supremacistas blancos denominada “Unite the right rally” en Charlottesville, Virginia, se coreó un lema con resonancias de Camus: “Los judíos no nos reemplazarán”.
Durante ese mitin, un hombre vinculado a grupos de supremacía blanca estrelló su automóvil contra una multitud de contramanifestantes a aproximadamente 800 metros de distancia del sitio del mitin, matando a una persona e hiriendo a otras 19.
A pesar del incidente, el escritor parece mantener su serenidad, incluso cuando fue acusado de antisemitismo por afirmar que “los judíos, a pesar de tener generaciones en Francia, no están en condiciones de entenderla”.
Un fantasma recorre Europa
En Francia, gente como los dirigentes de extrema derecha franceses Eric Zemmour o Marine Le Pen toman esta teoría y constantemente avivan el fantasma de la “islamización” de la Nación.
Afirman que el país galo “ya no es Francia” por lo que es necesario que los franceses “tomen el destino en sus propias manos.” Sin embargo, esta islamofobia no se limita a la extrema derecha, también existe un profundo rechazo al islam por parte de las elites liberales representadas por líderes como el actual presidente Emmanuel Macron.
Desde este sector tildan al islam de fanático, violento, intolerante y misógino, lo cual, por supuesto, es completamente falso.
Autores como Edward Said han demostrado que estas afirmaciones son falacias que caen en la trampa de considerar al islam de manera monolítica y homogénea, sin reconocer la compleja diversidad de una religión con más de 19 mil millones de seguidores en todo el mundo.
Actualmente, hay 25 millones de musulmanes distribuidos en todos los estados miembros de la Unión Europea, aunque la mayoría se concentra en Francia, donde representan el 7% de la población, seguidos por los Países Bajos (4,6%), Bélgica (3,8%) y Alemania (3%).
En abril de 2019, el ministro de agricultura italiano Francesco Lollobrigida, quien, a su vez, es cuñado de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, expresó su desacuerdo con la idea de que Italia permita una “sustitución étnica”, haciendo referencia a la Teoría del Gran Reemplazo.
Durante un evento en Milán en el que hablaba sobre temas demográficos e inmigración, manifestó su opinión de que los italianos no deberían considerar la posibilidad de ser reemplazados si tienen menos hijos que otras personas, particularmente los inmigrantes árabes y africanos.
Sus comentarios generaron una intensa controversia en Italia y la oposición los calificó como “repulsivos”. Santiago Abascal, líder de los ultra españoles Vox, también se manifestó a favor de esta teoría, cuando dijo en 2022, en Almería, que “cada vez más españoles y más europeos se sienten extraños en sus barrios de toda la vida, y cunde una sensación de desconcierto y de desposesión, de pérdida de control de sus propias vidas” ya que “viven en la inseguridad cultural porque el multiculturalismo, que decían que era la panacea y la solución, solo ha provocado el auge del fundamentalismo islámico, con imanes radicales, con intolerancia hacia mujeres y homosexuales y con formación de guetos”.
Esto es bastante contradictorio ya que tanto Abascal como Meloni niegan la existencia de la violencia machista y rechazan lo que denominan el “lobby LGBT”.
Repercusiones globales
Donald Trump, durante su mandato como presidente (2017-2021), abordó la cuestión de la inmigración de manera controvertida y a menudo utilizó un lenguaje que preocupó a críticos y defensores de los derechos de los inmigrantes.
Trump se centró en la construcción del muro en la frontera con México, promoviendo una política de “cero tolerancia” en la frontera que llevó a la separación de familias inmigrantes, y trató de poner fin al programa Daca (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), que protege a los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños.
Sus políticas y posturas sobre la inmigración llevaron a debates acalorados sobre la identidad y la demografía de Estados Unidos. Aunque Trump no promovió explícitamente la teoría del Gran Reemplazo, sus políticas y retórica alimentaron temores relacionados con el cambio demográfico y la pérdida de la cultura tradicional, algo que fue retomado y exacerbado por sus seguidores más extremistas, especialmente en distintos foros de internet o grupos de supremacistas blancos.
Grupos extremistas como el Ku Klux Klan, por ejemplo, comparten algunos puntos de vista con la teoría del Gran Reemplazo, ya que ambas se basan en nociones de supremacía racial y temores sobre el cambio demográfico. Esta teoría ha sido promovida, particularmente en los Estados Unidos por sectores de la ultraderecha, especialmente conservadores republicanos como el ex comentarista de Fox News, Tucker Carlson y movimientos extremistas como QAnon.
Esta teoría también sirvió de inspiración para distintas acciones terroristas, por ejemplo Brenton Tarrant, el ciudadano australiano que llevó a cabo los ataques contra la comunidad musulmana en Christchurch, Nueva Zelanda en 2019, se identificaba con esta teoría conspirativa y nombró su manifiesto en línea con dicho término.
Payton S. Gendron, un joven estadounidense de 18 años arrestado como el autor del tiroteo en Búfalo en 2022, en el que murieron diez personas, la mayoría de ellas afroestadounidenses, se autodenominaba supremacista blanco, fascista y antisemita, y había expresado en internet sus motivaciones racistas, además de seguir esta misma teoría conspirativa.
El gran problema del Gran Reemplazo es que, con fundamentos seudocientíficos promueve discursos que sólo buscan justificar la xenofobia, el rechazo, y el odio a lo diferente.
Es fundamental, en momentos tan turbulentos como estos, reconocer la peligrosidad de estas posturas ya que no solo promueven el prejuicio y el odio hacia grupos étnicos o culturales diferentes, sino que también socavan la cohesión y la tolerancia en la sociedad.
En tiempos de agitación y polarización, es esencial que la sociedad se una en la promoción de la comprensión, la empatía y el respeto mutuo en lugar de caer en la trampa de teorías conspirativas que solo sirven para dividir y fomentar la violencia.
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