La Voz del Interior @lavozcomar: El Evangelio de hoy, miércoles 5 de junio de 2024: “Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”

El Evangelio de hoy, miércoles 5 de junio de 2024: “Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”

Ante el Liturgia de hoy, el Papa Francisco propuso la siguiente reflexión en una de sus homilías: “En el Evangelio se encuentran dos signos reveladores de quien sabe lo que se debe creer pero no tiene fe. El primer signo es la casuística representada por aquellos que preguntaban a Jesús si era lícito pagar las tasas o cuál de los siete hermanos del marido debía casarse con la mujer que había quedado viuda. El segundo signo es la ideología”.

“Los cristianos que piensan la fe como un sistema de ideas, ideológico. En aquel tiempo había agnósticos, pero había muchos, y así, estos que caen en la casuística o estos que caen en la ideología son cristianos que conocen la doctrina pero sin fe, como los demonios. Con la diferencia que ellos tiemblan, estos no: viven tranquilos”, prosiguió el Pontífice.

“En el Evangelio hay también ejemplos de personas que no conocen la doctrina pero tienen mucha fe. En el episodio de la Cananea, con su fe logra la sanación de la hija víctima de una posesión, y la Samaritana que abre su corazón porque ha encontrado no verdades abstractas sino a Jesucristo. También el ciego curado por Jesús y que por esto es interrogado por fariseos y doctores de la ley, hasta que se arrodilla con sencillez y adora a quien lo ha sanado. Tres personas que demuestran como fe y testimonio son indisolubles”, concluyó el Papa en Santa Marta el 21 de febrero de 2014.

En la misa, la liturgia de la Palabra es uno de los momentos centrales de la celebración. En este punto, se leen los pasajes de la Biblia que permiten adentrarse en las enseñanzas de Jesucristo. Compartimos los textos del miércoles 5 de junio de 2024 publicados por el sitio web del Vaticano.

Evangelio. (Vatican News)

Liturgia del 5 de junio de 2024: Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo

2 Tm 1, 1-3. 6-12

Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Cuando de noche y de día te recuerdo en mis oraciones, le doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura, como lo aprendí de mis antepasados.

Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación. No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. El nos ha salvado y nos ha llamado a llevar una vida santa, no por nuestros méritos, sino por su propia determinación y por la gracia que nos ha sido dada, en Cristo Jesús, desde toda la eternidad. Esta gracia es la que se ha manifestado ahora con el advenimiento de nuestro salvador, Jesucristo, quien ha destruido la muerte e irradiado la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio, del que he sido nombrado predicador, apóstol y maestro.

Por este motivo soporto esta prisión, pero no me da vergüenza, porque sé en quién he puesto mi confianza, y estoy seguro de que él con su poder cuidará, hasta el último día, lo que me ha encomendado.

Evangelio del día: 5 de junio de 2024

Lectura del santo evangelio según san Marcos

Mc 12, 18-27

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos no resucitan, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió, para darle descendencia a su hermano. Había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también, sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno de ellos dejó descendencia. Por último, después de todos, murió también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete”.

Jesús les contestó: “Están en un error, porque no entienden las Escrituras ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan, ¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados”.

Santo del día. (Vatican News)

5 DE JUNIO, SAN BONIFACIO: “Apóstol de Alemania”

Según la página oficial del Vaticano, el Santo del día es una reseña diaria de los santos guardados en la memoria de la Iglesia. En esta sección encontrarás las historias, anécdotas y milagros realizados por estas figuras de vida cristiana a lo largo de distintas épocas y lugares del mundo.

Hoy la Iglesia recuerda a San Bonifacio. En la página de EWTN se retrata la siguiente biografía del llamado “Apóstol de Alemania”:

San Bonifacio recibió este título por haber evangelizado las grandes regiones centrales y por haber fundado y organizado iglesias. Además, el santo creó una jerarquía bajo la jurisdicción directa de la Santa Sede y sus dones de misionero y reformador generaron importantes frutos.

Winfrido (su nombre de bautismo) nació en el año 680 en Wessex, Inglaterra. Se trasladó de muy joven a la abadía de Nursling, en la diócesis de Winchester, donde se le nombró director de la escuela. Ahí escribió la primera gramática latina de Inglaterra.

A los 30 años recibió las órdenes sacerdotales y se dedicó al estudio de la Biblia. En el año 718 el Papa San Gregorio II otorgó a Winfrido un mandato directo para llevar la Palabra de Dios a los herejes en general. Éste lo escuchó complacido y le dijo: “Soldado de Cristo, te llamarás Bonifacio”.

Este nombre significa “bienhechor”. El Santo partió inmediatamente con destino a Alemania, cruzó los Alpes, atravesó Baviera y llegó al Hesse.

En poco tiempo, pudo enviar a la Santa Sede un informe por el que el Papa quiso confiarle el obispado el día de San Andrés del año 722. Como primera medida, Bonifacio se propuso arrancar de raíz las supersticiones paganas. Bonifacio y su discípulo San Sturmi fundaron en el año de 741 la abadía de Fulda, que con el tiempo se convirtió en el Monte Cassino de Alemania.

El 5 de Junio del año 754, cuando el Santo se disponía a realizar una confirmación en masa, en la víspera de Pentecostés, apareció una horda de paganos hostiles que atacó al grupo brutalmente con lanzas y espadas.”Dios salvará nuestras almas” se escuchó gritar a Bonifacio y alzó el evangelio a modo de protección. La espada partió el libro y la espada del Santo. El cuerpo del Santo fue trasladado al monasterio de Fulda, donde aún reposa.

El Santo del día: San Bonifacio. (Vatican News)

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