El doloroso ajuste de las jubilaciones
El inminente primer año de gestión de las autoridades nacionales y provinciales, que asumieron el 10 de diciembre de 2023, obliga a un balance en el que claramente perdieron los jubilados de los diversos sistemas previsionales.
En el caso de la administración de Javier Milei, el ejercicio incluye una fuerte caída del poder adquisitivo de los pasivos, más allá de que en términos relativos el haber mínimo, por el pago de un bono compensatorio, superó la suba de precios.
La jubilación mínima de noviembre fue de $ 252.798,48, a la que se agregó un bono de $ 70 mil para integrar una cifra que, en la práctica, apenas cubre un tercio de la canasta básica, que incluye el pago de alimentos y de servicios esenciales.
Más allá del debate sobre si los incrementos otorgados superan la inflación del período, un haber que apenas sobrepasa los $ 320 mil es indigno para dos de cada tres beneficiarios del sistema.
Los haberes millonarios que se abonan en diversos organismos y empresas públicas configuran una burla a la situación de quienes no pueden costear sus gastos sin la ayuda de familiares y amigos.
Esa situación se agravó al reducirse las prestaciones asistenciales que reciben jubilados y pensionados a través del Pami, incluida la fuerte baja en la cobertura de gastos en medicamentos.
La situación no es mejor en la provincia de Córdoba, que –junto con otras 12 jurisdicciones– decidió mantener un sistema previsional propio para sus agentes y para los empleados de los municipios y de las empresas del Estado cordobés.
Dependientes de municipios y comunas, a excepción de los de la Municipalidad de Córdoba, de la Policía, docentes y empleados públicos, son quienes más perdieron frente a la inflación en los últimos 12 meses.
El balance de la Caja de Jubilaciones de Córdoba al 30 de noviembre último muestra que el organismo pagó un haber promedio de $ 1.182.303.
Jubilados y pensionados de los sectores mencionados tuvieron un promedio por debajo de ese monto, además de que sus haberes sufrieron una pérdida mayor frente a la suba de precios, que en los últimos 12 meses superó el 160%.
Sólo los pasivos bancarios y exdependientes de Epec y de la Municipalidad capitalina registraron mejoras por encima de la inflación.
La baja de la inflación a nivel macroeconómico, el principal logro de la gestión de Milei, obliga a replantear la necesidad de recuperar los haberes de la clase pasiva.
No es responsabilidad sólo de las autoridades nacionales, sino que el Gobierno de Córdoba debe mejorar los gastos administrativos para evitar descuentos excesivos en las jubilaciones y en los aportes a la obra social provincial (Apross).
Quienes dejaron atrás su vida laboral deben recibir una atención adecuada en cuanto a sus necesidades alimentarias y de salud, además de otros beneficios –por caso, en los servicios públicos– por parte de los Estados administradores de los fondos de la sociedad.
Las reiteradas promesas vertidas en las campañas electorales deben ser ya una realidad para quienes transitan la madurez de sus vidas.
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