El desafío de reducir los siniestros viales
La siniestralidad en rutas y calles de todo el país provocó la muerte de 4.369 personas durante 2023. En promedio, equivale a 12 personas por día. Son cifras oficiales, que se desprenden del informe preliminar que emitió la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en el marco del día dedicado a reflexionar sobre esa temática.
En el informe colaboraron las policías provinciales, que aportaron los números correspondientes a sus jurisdicciones. En el caso de nuestra provincia, la Dirección General de Tecnologías de Información y Análisis Estadísticos de la Policía tuvo a su cargo el procesamiento de los datos.
Según las estadísticas de la ANSV, durante 2023 en Córdoba hubo 398 víctimas fatales. Esa cantidad es casi idéntica a la que registró este diario (399 personas muertas) a través de nuestro propio registro.
Recordemos que desde 2007 La Voz monitorea los siniestros viales que ocurren en nuestra provincia y provocan muertes. Chequeamos datos policiales y judiciales, y los cargamos en una base para hacer el seguimiento de una veintena de variables. Ese trabajo nos permite detectar numerosas constantes que se repiten mes a mes durante años, en choques y vuelcos.
El informe de la ANSV apunta en la misma dirección y destaca una serie de regularidades muy semejantes a las que mensualmente registramos desde hace 18 años.
De las 4.369 personas que fallecieron en 2023, la mayor cantidad fueron motociclistas (40%). Pero en algunas regiones, como el noroeste y el noreste, la mortalidad de los motociclistas trepó hasta el 58% y 59%, respectivamente.
Si los motociclistas representan el grupo con más muertes en calles y rutas, en segundo lugar aparecen quienes se trasladaban en autos, y en tercer puesto, los peatones.
En cuanto al rango de edad, el 38% (el mayor porcentaje) fueron personas de entre 15 y 34 años. Y de acuerdo con el género, el 75% fueron hombres.
Sobre la caracterización de los siniestros fatales, el 53% fueron por colisión, el 12% por vuelcos y el 11% por atropellamiento de peatones.
La comparación entre jurisdicciones muestra que Córdoba es la segunda en siniestralidad vial, sólo detrás de Buenos Aires. Santa Fe ocupa el tercer lugar, con una tendencia a la baja en cantidad de muertos; Mendoza está en el decimosegundo puesto; Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el decimoquinto. Como contrapartida, en provincias como San Juan y Misiones se observa una reducción persistente y significativa de sus índices en los últimos años.
Reducir a cero la siniestralidad vial acaso sea imposible. Pero los mal llamados “accidentes” no son obra del azar sino evitables. Todo depende del nivel de responsabilidad con que actúan los conductores.
Si respetamos la velocidad máxima, las prioridades del tránsito, las luces de los semáforos, señalizamos las maniobras y no usamos el celular mientras manejamos, por ejemplo, no estamos comportándonos de una manera extraordinaria sino cumpliendo con las normas de tránsito, que no son una opción sino que son obligatorias. Y con algo tan simple como eso, realizamos una gran contribución para que las calles y las rutas sean más seguras.
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