Dos paracaidistas argentinos buscan el récord mundial: saltar en caída libre desde la estratósfera
Alejandro Montagna y Marcelo Vives, dos destacados paracaidistas argentinos, se preparan para un desafío sin precedentes en el mundo del paracaidismo. Intentarán romper el récord mundial de salto nocturno desde la estratósfera, estableciendo una nueva marca en la historia del deporte extremo.
Montagna y Vives, apasionados del paracaidismo desde hace 25 años, buscan superar el récord vigente de salto nocturno desde gran altitud, ostentado por el estadounidense Andy Stumpf quien en enero de 2019 se lanzó desde 36.000 pies (aproximadamente 10.973 metros).
Este domingo por la noche, con el cielo de Memphis como testigo, el equipo argentino se lanzará desde una altitud de 12.500 metros, enfrentando condiciones extremas que desafían los límites humanos.
El salto, que está programado para alrededor de las 2 de la mañana de argentina, se realizará desde un avión especialmente modificado, diseñado para ascender a gran velocidad. La caída libre será a una velocidad aproximada de 300 kilómetros por hora, en un entorno de temperatura real de -60°C y una sensación térmica que podría alcanzar los -100°C.
El riesgo del salto es inmenso. Los paracaidistas estarán equipados con trajes de protección térmica avanzados y sistemas de oxígeno para evitar las consecuencias letales de la baja presión y la falta de oxígeno en la estratósfera. Montagna, quien ya ostenta un récord con un traje wingsuit a 8.287 metros de altura, y Vives han sido muy meticulosos en su preparación, incluyendo pruebas exhaustivas para asegurar el correcto funcionamiento de su equipo.
“Hoy hicimos un salto de prueba a baja altitud, a 5.000 metros, para verificar todos los sistemas”, explicó Montagna a Infobae antes de embarcarse en esta aventura. “Preferimos no hablar de los riesgos hasta después del salto, pero hemos tomado todas las precauciones posibles”, agregó.
El equipo argentino contará con el apoyo de expertos en paracaidismo y oxigenación, así como con la supervisión del juez de la Federación Internacional de Aviación, Scott Callantine, quien certificaría cualquier nuevo récord. La operación se llevará a cabo en plena oscuridad, una decisión estratégica que permite evitar la interferencia de aviones comerciales que vuelan a altitudes inferiores.
El desafío también incluye una cuidadosa planificación del momento y el lugar exacto del aterrizaje. “Vamos a tener que ser muy precisos con el momento de saltar y la zona donde caer”, comentó Vives. A pesar de las dificultades y el riesgo, los paracaidistas argentinos están motivados por la posibilidad de hacer historia y alcanzar un logro que fue su sueño durante años.
La espera para el intento de récord generó gran expectativa y el mundo del paracaidismo estará atento a los desarrollos de esta audaz hazaña. Si Montagna y Vives tienen éxito, se convertirán en los primeros en romper el récord mundial de salto nocturno desde la estratósfera, dejando una marca imborrable en la historia del deporte.
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