Dillom y el Gringo, un solo corazón: cómo sumó el cantante al explosivo guitarrista cordobés
No hace mucho tiempo, y en una galaxia bien cercana, Dillom y “el Gringo” cruzaron pasiones por primera vez. El cantante de 23 años estaba despegando como solista y quería formar una banda con músicos que tuvieran onda. Su productor Fermín Ugarte le mostró el trabajo que hacía el guitarrista cordobés de 34 años –cuyo nombre real es Giuliano Tomatis– y le gustó. Hoy, ambos son como hermanos y aseguran vivir por y para la música, hasta que la muerte los separe.
“Después de la pandemia, teníamos una minigira de tres fechas con Muere Joven. Queríamos ponerle más onda al show, así que nos pusimos a buscar un guitarrista que sea más o menos del palo. Buscábamos un metalero. Fermín me lo mostró porque yo no lo conocía. Solo teníamos muchos amigos en común en Córdoba. Vi que tenía una página de memes y dije: ‘Este parece piola’”, cuenta Dylan León Masa, más conocido como Dillom, en diálogo con La Voz.
“Fermín puso específicamente ‘busco guitarrista metalero’. Así que le escribí y le dije: ‘Yo estoy’”, agrega el cordobés, quien también sostiene que esa búsqueda le cambió la vida para siempre: “Nunca había salido del país… ¡Ni de mi pieza, prácticamente! Y de golpe estaba viajando por todos lados y viviendo un montón de cosas. Tocamos en el Lollapalooza ahí nomás. En mi vida había tocado para tanta gente. Estaba reasustado, pero a la vez era emocionante”.
“Él fue el primer integrante del show, ya estaba desde antes que yo armara la banda. Sabía que tocaba increíble, que cualquier cosa que le pidiéramos la iba a poder hacer y la iba a romper. En los primeros shows, ¡miraba para atrás y lo veía llorando mientras tocaba la guitarra!”, exclama el cantante entre risas.
Cómo será el show de Dillom en Córdoba
El Gringo no estuvo presente en la grabación de Post Mortem (creado en gran parte en el estudio Sonorámica de Mina Clavero), pero sí en Por Cesárea, el segundo disco de Dillom que estará presentando en la Plaza de la Música el próximo 12 de septiembre.
Gestionar el traslado de la escenografía no es tarea fácil, pero el cantante sueña con traer a Córdoba al menos un poco de lo que se vivió en su monstruoso show del Movistar Arena.
“La primera vez que tocamos en la Plaza de la Música fue reloco porque el primer recital al que fui fue La Renga ahí mismo. De golpe, estar ahí tocando…”, exclama el guitarrista, mientras su mente vuela de la emoción.
“Fuera de Buenos Aires, Córdoba es de los lugares donde me siento más en casa y donde tengo más aguante también. Hay un montón de gente esperándonos, nos cagamos de risa y lo redisfrutamos. Si es posible, vamos a llevar gran parte de la estructura del show para allá”, asegura el cantante.
–Pero sin Lali, Wos ni Andrés Calamaro…
–Dillom: ¡Algún día llevaremos hologramas de ellos! (risas). En Buenos Aires tenemos todo el equipo y, por obvias razones, es donde se vive la verdadera experiencia del disco. A los shows de afuera les ponemos la mejor de las ondas y suelen estar buenísimos, pero mi sueño es que la gente pueda vivir la experiencia más ‘circo itinerante’, digo yo. Acá tenemos a la mujer barbuda (señala a su amigo). Al tener más público y vender más entradas, tenemos más cintura para sumar escenografía y llevar el alma del show a todos lados. Es un quilombo, es mucha guita y logística porque hay que llevar todo en un camión, pero le estamos encontrando la vuelta.
Madurar a pasos agigantados
Dillom le insiste al Gringo para que se vaya a vivir con ellos a Buenos Aires, pero él dice que no deja su ciudad por nada del mundo. Aun así, el guitarrista afirma que su casa es el escenario, sea en Japón o en Argentina.
“Siempre se extraña Córdoba, pero cuando paso unas semanas sin hacer música, me vuelvo loco. Necesito salir a tocar. Ya se me pegó ese estilo de vida. La música es mi motor principal. Me gusta el grupo que tenemos. Para mí, todo esto es un descubrimiento, pero también un desafío: adaptarme o darle la vuelta a algo para que, con mis herramientas, le metamos cosas al show. Me hizo madurar mucho musicalmente”, reconoce el guitarrista.
Mientras, Dillom explica: “Después del primer disco, el proyecto empezó a crecer y se volvió medio incontrolable. A veces, me termino llenando de compromisos y no me queda mucho tiempo para hacer música, no llego a disfrutar del todo y me quedo saturado. Entonces quiero encontrar ese equilibrio. Ahora estoy en un buen momento. Nunca fui de hacer mucha música, soy bastante vagoneta, la verdad, pero ahora estoy dedicando más tiempo a sentarme a hacer música, pensar bien los shows y no hacerlo en automático”.
A esa vorágine se le suma la revolución que provoca el músico en el público y en las redes sociales. Cualquier cosa que hace o dice, se vuelve tendencia y se “arma un lindo quilombo”, en especial cuando comete algún error en lo que él mismo publica.
es el viernes me equivoque https://t.co/kEsUt87RjE
— Por Cesárea (@dillom666) August 13, 2024
“Me gusta tener esa cercanía con la gente, le da un poco de magia, pero hay algunas cosas que me dan paj… como compartir las fechas y eso. Siempre me equivoco y termino confundiendo. Es fija. ¡Parece que lo hago a propósito!”, expresa.
Sin embargo, ni él ni el guitarrista están muy pendientes de lo que dicen los usuarios. “Al principio, me ponía a leer comentario por comentario, ya no”, resume El Gringo. “Ya sea para lo bueno o para lo malo, es mucha data. Está la gente que te putea, la que te felicita… Te vuelve un poco loco”, expresa Dillom.
Por cesárea, un proceso largo
–¿Cómo fue el proceso de construcción de tu nuevo personaje en “Por cesárea” y cuánto tiene de su alter ego, Dylan León Masa?
–Dillom: El personaje tiene mi peor parte (exagerada) y otras que se me iban ocurriendo, más que nada de lo que es el horror porque yo soy bastante fanático del género. Fue mucho tiempo leyendo sobre cómo armar un personaje. Nunca tuve la experiencia de tener que componer una personalidad. Fue un proceso largo y tomé distintos caminos. En un principio, era de una forma y después, como se fue enriqueciendo, fue de otra y tomó mayor profundidad.
–Y vos Gringo, ¿sos un personaje arriba del escenario o sos vos siempre?
–Gringo: Siempre que toqué fue igual para mí. Cuando tocaba en El Abasto, hacía lo mismo. Igual, ahora le meto un poco más de onda. Yo veo los primeros videos cuando empecé a tocar y cambié mucho la forma de moverme en el escenario. Al principio, era un patadura mal.
–Dillom: Y después te vas soltando. A mí también me ha pasado. Yo veo los videos y digo: “Mirá, esto que hice estuvo bueno. Acá estoy reduro, no me muevo hace media hora”. Y te vas coacheando solo.
–En una nota, dijiste que el disco salió de pensar un escenario alternativo de malas decisiones. Para ustedes, ¿cuál creen que fue hasta el momento la peor decisión que tomaron?
–Dillom: No me acuerdo de algo puntual, pero tampoco reniego de eso. Estoy feliz donde estoy hoy en día. No cambiaría nada. Por ahí, miro para atrás y digo “Bueno, acá tomé la decisión incorrecta”. Eso me pasa más en mi vida personal, no tanto en la profesional. La verdad es que suelo tomar bastante buenas decisiones en general. Vienen funcionando, por suerte.
–¿Y la mejor decisión que hayan tomado en su vida?
–Dillom: Dejar la escuela… No, bueno, pero sí dejar todo por la música, confiar en mí mismo y en mi proyecto, y priorizarlo por sobre todas las otras cosas. La verdad es que fue la mayor apuesta que hice y la que mejor me salió. ¡No se rindan!
–Gringo: Creo que la mejor decisión fue no dejar nunca la música, a pesar de que pasa el tiempo y uno no la pega. Yo entré a tocar con él a los 30 o 32 años. Nunca en la vida la pegué, pero nunca dejé la música.
Dillom: La idea de ser padre y el origen de su frase contra Caputo
–Por el nombre, el disco me lleva a pensar en la “mapaternidad”. También leí en otras notas de Dillom que él es muy romántico. ¿Se pensaron alguna vez siendo padres?
–Dillom: Se me cruzó por la idea por la cabeza. Ni en pedo ahora, pero quizás. No creo igual, pero se me cruzaron leves pensamientos por la cabeza de decir: “Eh, podría tener un pibe”. De momento, no. Vos ni en pedo…
–Gringo: No, ni en pedo. Un perrito de última.
–La última vez que vinieron a Córdoba fue al Cosquín Rock, donde pasó lo que pasó con “Sr. Cobranza”. ¿Tenías planeado decir lo que dijiste?
–Dillom: Yo le voy a echar la culpa de esto a (Franco) Dolzani, un miembro de la banda. Él en los ensayos me decía: “Tenés que decir Caputo”. Y le decía que no. Yo tenía miedo de olvidarme la letra, porque la letra es redifícil, es larga y tiene muchas partes. Yo pensaba “me llego a olvidar la letra y quedo como un pelotudo mal”. El día del show, venía saliendo todo muy bien. Estábamos confiados, medio sobrados y cancheros. Así que dije “la tiro”. No fue mi idea. Fue idea de Dolzani. Si las autoridades tienen que actuar que sea contra él. Pero fue algo así de momento que pintó y, bueno, después se pudrió todo. Pero no me arrepiento.
–A ocho meses de eso y algunos días de la publicación que hiciste en redes para que la gente vaya al show porque habrá “mucho sexo gay”, ¿cómo ven la situación política hoy en día? ¿Usan el humor como para reírse y descargar?
–Dillom: Y sí, como todos, la frustración está de forma generalizada. Yo creo que he dejado clara mi postura frente a ciertas temáticas. Pero, bueno, yo por lo menos en lo personal elijo tampoco vivir indignado y tratar de combatir por ahí más desde el humor y la sátira, que es lo que me queda más cerca como recurso. Y también trato de no tomarme tampoco tan en serio la vida, si no te pegás un tiro.
–¿Van a gritar “mucho sexo gay” en Córdoba?
–Dillom: En el Movistar Arena lo cantaron. Ojalá que sí. Me gustaría que sea ahí una costumbre del público. Igual en Córdoba, en unos años, hay que hacer una estatua del Gringo.
–Gringo: ¡Sí, al lado de Rodrigo y de La Mona!
–Che, Gringo, ¿volverías a la banda de heavy metal o seguís en el género de Dillom?
–Gringo: Nunca cambié mi estilo de tocar. Para mí, esta es mi banda. Nunca me condicionaron. Yo voy con mi guitarra recontraafinada rebaja y hago lo mismo que cuando tocaba metal. De todas formas, siempre están las ganas de hacer algún proyecto aparte, pero para mí esto es lo principal hoy en día.
Para ver
Dillom se presentarán en Plaza de la Música el jueves 12 de septiembre, a las 21. Entradas agotadas.
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