Diego Guelar: “La tensión entre Argentina y Venezuela seguirá escalando”
Las relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela atraviesan un período de tensión y complejidad, intensificadas por recientes episodios ríspidos como la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en territorio venezolano. Sin embargo, las dificultades en este vínculo no son algo nuevo, sino el resultado de una historia marcada por fuertes divisiones ideológicas y decisiones políticas antagónicas.
En diálogo con La Voz, el exembajador argentino en Estados Unidos y China, Diego Guelar, recordó las idas y vueltas en la correspondencia diplomática entre Buenos Aires y Caracas en las últimas décadas.
El experimentado abogado y político recordó que durante la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019), “Argentina adoptó una postura de firme oposición al régimen de Nicolás Maduro”, alineándose con los países que reconocieron a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Lo hicieron no bien el entonces titular de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana se autoproclamó jefe de Estado el 23 de enero de 2019, entendiendo que Maduro estaba “usurpando” el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo venezolano, ya que había sido derrotado en las elecciones generales de mayo de 2018, según la perspectiva del parlamentario opositor.
“La posición argentina de ese entonces fue coherente con la defensa de la democracia, aunque marcó un distanciamiento significativo de Venezuela”, consideró Guelar.
Idas y vueltas
El diplomático trajo a la memoria que con la llegada a la Casa Rosada del presidente Alberto Fernández en 2019, se produjo un nuevo giro en la política exterior argentina, que volvió a acercarse al gobierno de Maduro, reconociendo de ese modo su legitimidad tras las elecciones del año anterior; proceso que fue criticado por una porción sensible de la comunidad internacional a partir de una serie de denuncias de presunto fraude y violaciones a los derechos humanos. Este cambio en la postura oficial, sin embargo, no logró calmar las tensiones, y las relaciones se mantuvieron tirantes, con rupturas diplomáticas más profundas cuando el gobierno de Maduro no reconoció los resultados electorales que sostenía la oposición venezolana que alentaba a Guaidó en la pelea dispar por las riendas del poder.
El gobierno de Javier Milei, que asumió en diciembre de 2023, retomó la línea dura de Macri, desafiando abiertamente la legitimidad del régimen de Maduro.
Al respecto, Guelar destacó como lo más significativo de este nuevo contexto a “las diferencias claras” en los resultados de los últimos comicios presidenciales -celebrados el 28 de julio del año pasado-, en los que “la oposición logró una victoria indiscutible, a pesar del fraude y las irregularidades cometidas por el oficialismo”. El supuesto triunfo se consiguió, según el diplomático, a partir “de la unidad que logró la oposición para enfrentar al régimen chavista que persiste en el control total de las instituciones del país”.
Guelar explicó que “el actual panorama de confrontación ha generado situaciones complejas para Argentina, como el pedido de asilo de seis opositores venezolanos en la Embajada de nuestro país en Caracas (en la actualidad quedan cinco porque uno se entregó a las autoridades venezolanas), que se encuentran alojados en el edificio consular sin posibilidad de salida debido a la negativa del gobierno de Caracas de emitirles un salvoconducto”. A esto sumó la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, hecho que ocurrió el 8 de diciembre último y que ha motivado denuncias cruzadas de grueso calibre entre el gobierno de Nicolás Maduro y el de Javier Milei.
Panorama oscuro
Guelar advirtió que “la tensión en las relaciones bilaterales entre Argentina y Venezuela seguirá escalando”, dado que “las cada vez más profundas diferencias ideológicas y políticas entre ambos actores parecen irreconciliables en el corto plazo”.
Siguiendo esa línea de razonamiento, vaticinó que “las dificultades internas y las presiones externas continuarán determinando la agenda de ambos países, en un contexto que podría llevar a un mayor aislamiento de Venezuela en la región y en el ámbito internacional”.
A pesar de las profundas diferencias con el gobierno de Maduro, Guelar sostuvo que “el futuro de Venezuela debe ser decidido por los propios venezolanos, sin injerencia externa”, a la vez que ratificó su apoyo a la oposición que lidera María Corina Machado, fundadora del movimiento político Vente Venezuela, dirigente prominente de la plataforma ciudadana Soy Venezuela y principal soporte político de Edmundo González Urrutia.
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