Del buen arranque a no poder administrar la ventaja: por qué empató Talleres ante Belgrano
“No hay mañana”, supo decir Alexander Medina. No fue casual, que el DT de Talleres decidiera expresar su sentimiento para conmover a los futbolistas. Como si se tratara de uno de esos 10 mandamientos que le atribuyeron apenas llegó en 2019 y que el siempre desmintió.
Esas palabras vieron la luz en la previa al partido final con River, en ese partido que a Talleres le permitió obtener la Supercopa Internacional después de 120 minutos sin abrir el marcador y en definición por penales en la Nueva Olla de Asunción.
El “no hay mañana” volvió a ver la luz en la previa a este clásico y así jugó durante un rato largo en el Gigante. Como si todo se terminara en el partido con Belgrano en el Gigante que estaba hasta las tuercas, esperando para llenarlo de miedo escénico. Arrancó muy bien, muy concentrado, atento y listo para facturar. Como si se jugara un título.
Después de aquella eliminación inverosímil ante Deportivo Armenio por Copa Argentina y de esos tres goles en cinco minutos que obligaron a Medina a decir que debía hacerse “un análisis mucho más profundo” que un plan de juego o el sistema, se imponía hacer algo más. Eso que mostró durante más de una hora, con ese 1-0 parcial en el Gigante.
No arrancaba el 0-0 ante Godoy Cruz por Liga para completar aquel partido del 4 de febrero que se había suspendido en el entretiempo. Nada parece ser suficiente en el Mundo Talleres pos Supercopa. El clásico era la previa al debut en Libertadores con Sao Paulo por el Grupo D, a jugarse el miércoles a las 21.30 en el Kempes.
Lo jugó a full, hizo lo mejor hasta que perdió el control de posiciones y tiempos que pasaron a ser de Belgrano. No pudo administrar la ventaja y casi se queda sin nada.
Un tiempo para soñar
Medina se jugó con cinco cambios para enfrentar a Belgrano. Entraron Benavídez, Portilla, Galarza, Botta y Bustos por Schott, Mosqueira, Depietri, Reynoso y Tarragona.
Lo mejor de Talleres fue todo lo que se construyó en torno al gol de Rick. No fue un equipo que salió a comérselo crudo a Belgrano, pero sí le impuso condiciones desde la velocidad y la inteligencia de Rick. Galarza Fonda lo acompañó bastante, un poco menos Botta y también Nahuel Bustos. Atrás una aventura de Jara había sido lo más preocupante y cada vez que la tomaba Lucas Zelarayán. Ese fue otro punto clave: quitarle socios al “Chino” con un buen trabajo de Ulises Ortegoza y Juan Camilo Portilla. Estuvo un rato largo así, flotando sobre el 1-0 y soñando con algunas chances más que la tuvo en los pies de Rick, quien eligió definir cuando venía solo NB7.
Administración mala
El ingreso de Nicolás “Uvita” Fernández lo hirió en serio a la “T”. Recostado sobre la derecha del ataque albiazul ganó en el mano a mano con Benavídez, también le hicieron el 2 a 1 con López, mientras que Passerini sacó a los centrales de Talleres para romper la zona de confort.
Medina hizo ingresar a Valentín Depietri para obstaculizar esa situación, pero fue insuficiente para frenar a Belgrano. Vino el 1-1 por el penal de Herrera (debió ser expulsado) a “Uvita”, su tiro al travesaño, la salvada milagrosa de Benavídez ante el rebote que capturó Passerini y el gol que erró Reyna.
Mucho y muy seguido contra una situación clara que fue el tiro final de Depietri tras un gran pase de Girotti. Por qué llegó así al final Talleres cuando podría haber explotado más a Rick o intentar un rato antes con Reynoso? Sólo Medina y los jugadores lo saben.
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