Debemos prevenir tragedias por inseguridad eléctrica
Los siniestros de origen eléctrico han causado decenas de muertos y de heridos durante las últimas décadas, según se repasan los archivos sobre la recurrencia de estas desgracias.
En la mayoría de los casos, se observaron módicos trabajos de mantenimiento en sistemas eléctricos activados, tanto en espacios públicos a cielo abierto como en el ámbito privado. En este contexto, hay suficientes reportes de incendios causados por el escaso cuidado del sistema de energía eléctrica en viviendas, en edificios de departamentos y en algunos ámbitos laborales.
Las tragedias de estas características escribieron capítulos aciagos en la provincia de Córdoba, sobre todo en plazas y en espacios verdes de la ciudad capital. En la mayoría de los casos, las víctimas fueron niños y niñas que terminaron electrocutados al tomar contacto con un poste de luz o con una caja de cableado mal ubicada y peor conservada.
En función de la repercusión pública que alcanzaron estos y otros estragos similares, comenzó a funcionar un rápido proceso de remediación de esos componentes eléctricos, sean de competencia provincial como de la Municipalidad de Córdoba.
Sin embargo, en un plano general hay indicadores que continúan encendiendo luces de alerta, valga la expresión. En tal sentido, la Fundación Relevando Peligros, que creó Sandra Meyer, difundió días atrás un informe que da cuenta de la reiteración de siniestros originados por cuestiones eléctricas. El trabajo enumera nueve hechos graves registrados en lo que va de este año en Córdoba. Y menciona que durante 2022 sumaron 55 los casos de inseguridad (en 11 de ellos, con saldos fatales).
Vale una mención histórica y un reconocimiento al trabajo sin pausa en pos de salvar vidas. Sandra Meyer es la madre de Juan Aciar, el niño de 13 años que, en diciembre de 2009, murió fulminado por una descarga al tocar un cesto de basura electrificado por un cartel que no cumplía con las normas de rigor en materia de publicidad urbana. Ocurrió en la ciudad de Córdoba, y la crónica recuerda que el niño se electrocutó cuando intentaba ayudar a un adulto mayor para que cruzara la calle tras una copiosa lluvia.
En medio del dolor inconmensurable, al poco tiempo creó la referida fundación, cuyos informes periódicos nos avisan que la situación no ha sido resuelta de manera definitiva. Uno de los últimos reportes refiere a un hecho ocurrido el miércoles 19 de este mes, cuando un operario que se encontraba reparando una avería del alumbrado público se electrocutó y cayó al vacío, lo cual le produjo varias fracturas.
Más allá de los cruces de responsabilidades que suelen dirimir entre las áreas pertinentes del municipio y de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec), lo cierto es que se abren fuertes controversias acerca de si se cumplen las medidas de seguridad exigidas en resguardo de los operarios.
La iniciativa de Sandra Meyer derivó en la sanción de la Ley de Seguridad Eléctrica, aunque la mujer razona que será difícil revertir “muchos años de atraso”. Sólo queda involucrarse desde lo público y lo privado, de modo de evitar nuevas tragedias.
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