De qué se trata Cuidar a quienes nos cuidan, el proyecto musical cordobés para residencias y hospitales
Las personas tejemos infinidad de relaciones humanas que, aunque se terminen, nos dejan enseñanzas potentes e incluso pueden hacernos descubrir nuestra misión en la Tierra. Hace 12 años, Rodrigo “el Gitano” Sandoval conoció su propósito en esta vida, pero nunca pensó que sería gracias al fin de un noviazgo.
Desde que es adolescente, el cordobés lleva su música a residencias de adultos y adultas mayores, hogares de día, clínicas de rehabilitación neurológica, hospitales y centros de personas con discapacidad. Semanas atrás, publicó algunos videos de los shows interactivos que realiza en estas instituciones y despertó el interés de usuarios, familiares y personal de la salud a lo largo del país.
Para capitalizar su pasión, Sandoval lanzó el proyecto Cuidar a quienes nos cuidaron con el objetivo de “mixturar el arte y la cultura con la actividad social”, difundir el poder de la musicoterapia e inspirar a más artistas que se sumen a la movida.
En diálogo con La Voz, “el Gitano” se enorgullece de esta actividad y se ríe cuando recuerda cómo comenzó todo.
“A los 19 años, le hice una serenata a una exnovia y se la dediqué fuera de su edificio junto a dos músicos más. Cuando empecé a tocar, los vecinos salieron al balcón y nos aplaudieron. Mientras ella bajaba para hablar conmigo, pasó un hombre y, con los ojos llenos de lágrimas, me dijo: ‘Me dieron más ganas de vivir la vida. Siento que ahora soy más feliz. Gracias por esto’. Esa fue la primera vez que le canté a alguien. Ahí descubrí mi deseo de cantarle a la gente, que se expandió muchísimo con El Cuarteto del Amor”, relata.
Cuarteto o solista, pero siempre con amor
Sandoval fue parte del grupo callejero cordobés durante 10 años hasta que en 2022 decidió lanzarse como solista. A pesar de los cambios de formación y su sondeo artístico por otros géneros como el cuarteto, el cantante de 35 años nunca dejó de visitar estas instituciones que le llenan el alma. “Siempre quise hacer cosas a través del arte que pudiera significar algo más que la riqueza del arte en sí mismo”, expresa.
El cordobés siente una fuerte atracción por la música y su capacidad de sanación: “Con los chicos del grupo nos pasaba que íbamos a un hospital y había una niña que hacía un mes que estaba internada. Nada le hacía efecto, no se levantaba ni para ir al baño. Después de que le cantábamos, se levantaba y al otro día estaba en su casa. Pero nosotros no decíamos ‘ah esto fue por la canción’. La música colaboró, pero no nos confundíamos. Hay un montón de médicos y enfermeras laburando hace rato”.
A lo largo de estos años, Rodrigo interpretó cientos de canciones para diferentes edades, pero con las personas mayores tiene una conexión especial. Según explica, esta generación es la más invisibilizada y castigada a nivel social y carga con innumerables estereotipos negativos, que se potencian aún más cuando se habla de vejeces institucionalizadas.
Mayores potencias
“La sociedad tiene un montón de cosas lindas, pero también es muy individualista. Yo fui excluido muchas veces en mi vida y cuando veo eso en los adultos mayores siento que conecto con una misma herida. Por suerte, esa herida puede ser una llave hacia cosas buenas. Si no, ¿qué hacemos con el dolor?”, remarca.
Durante la charla, “el Gitano” recuerda a su maestro Alejandro Domínguez quien cuidó a su mamá con mucha devoción hasta que falleció y destaca que su amor por ella fue una gran fuente de inspiración para su proyecto. También señala que el vínculo con sus abuelas fue clave para desarrollar esa sensibilidad y compromiso con los mayores.
“Uno a veces le propone a la vida y hay veces que la vida nos propone. Es como un ida y vuelta constante. Cuando yo me quedo quieto, la vida me dice ‘no, dale, que para esto servís’. Se ve que una de las cosas que yo tengo que hacer en la vida es esto, por eso ideé este proyecto. A veces a los mayores les llevo boleros, otras veces canto una rumba y ellos lo agradecen mucho. He visto personas muy grandes soltar el andador y ponerse a bailar. ¡Se experimentan cosas tan lindas!”, agrega.
Cuidar a quienes nos cuidaron tomó forma este año y le permitió al artista darle identidad a su trabajo y lograr que lo conozcan más personas. Actualmente, Rodrigo presenta sus shows interactivos de forma paga o gratuita, en especial para aquellas instituciones que no puedan afrontar los gastos, pero aún así quieran albergar su arte.
Logros y desafíos
“Los lugares que realmente necesitan de mi colaboración y no hay dinero de por medio, yo voy gratis, lo arreglamos. Los espacios privados son los que me permiten seguir realizando esta actividad porque si no se termina convirtiendo en algo que uno hace cada tanto. Me pone muy contento saber que lo puedo seguir sosteniendo sin el moño, los tiradores y el sombrero. Esa conexión sigue vigente. A veces se origina por parte de los dueños del lugar y otras, gracias a un familiar de un residente que se enteró de lo que hago”, explica.
El cantante desea continuar expandiendo el proyecto a diferentes lugares de la provincia y en compañía de otros artistas. “Si vos llamás a alguien porque salió un laburo, van todos. Y está perfecto porque todos necesitamos laburar. Pero cuando es una actividad ad honorem, no están todos”, denuncia.
Y al final agrega: “También me gustaría que haya políticas públicas que acompañen este tipo de actividades, que haya un interés genuino en esto porque si no es todo muy lindo. Ponemos like desde la casa, un comentario qué bonito y ahí se acabó. Me encantaría que se pueda hacer más organizado, que el Estado nos acompañe, nos puedan dar una infraestructura y hacerlo más profesional todavía”.
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