Cuál es el problema de apostar online
Hola, me llamo Emi y tengo 17 años, y me dicen que tengo un problema. Entiendo lo que me quieren decir, pero para mí no es un problema jugar con mis amigos.
Puede ser que algunos vicien mucho, pero tampoco son tantos. Capaz parece que estoy encerrado, pero en realidad estoy conectado con mis amigos, jugamos juntos y la pasamos piola así.
Todos hacemos lo mismo, muchos más de los que se animan a contarlo; las chicas juegan un montón y se hacen las que no.
Yo empecé porque el hermano de Fede nos mostró cómo entrar. Después se fueron sumando algunos y ahora somos el grupo que mejor juega; nos prestamos plata entre nosotros y nos ayudamos.
Posta que no se están dando cuenta de lo zarpado y divertido que es.
Sabemos que apostar les hace mal a algunos, pero para nosotros es también plata que gastamos en diversión; no es tanta y ganamos o perdemos, aunque después la podemos recuperar.
En el cole, el tema ya se sabe, está expuesto. En los recreos nos tenemos que andar escondiendo y a veces nos sacan el celu, y hasta que salimos no lo podemos usar.
Pero igual, todo bien, no es un problema, porque cuando ponés la alarma a la 1 de la mañana, está todo el mundo conectado. A mí no me hace falta, porque o me quedo despierto o me despierto antes. Se pasa tan rápido que a veces vamos al colegio sin dormir, directamente.
Hace poco vi un cartel en el cole en el que avisaban que venían a dar una charla sobre ciberseguridad, pero era para padres.
Mi viejo quiere que hablemos; cuando vamos en el auto, cuando vuelvo del cole. Y se me sienta al lado para ver fútbol conmigo y hablarme, sin darse cuenta de que la camiseta de Boca dice Betsson, y la de River, Codere, y el torneo de AFA es Betano… y “el Dibu” Martínez… En todos lados están las apuestas.
Menos mal que no se sienta a hablarme mientras veo YouTube o TikTok; todos los canales de influencers hacen juegos de apuestas y tienen sponsors y códigos para entrar a webs. Después se caen, pero dejan un número de teléfono y te pasan otro.
Mis viejos me dicen que si no me controlo, me sacan Mercado Pago o ya no me dan más plata, pero de alguna forma tengo que comprarme la merienda o, en el club, la comida…
El teléfono no me lo pueden sacar, porque así no saben dónde estoy y tampoco me van a dejar incomunicado o aislado así.
¿Alguien se pone a pensar cómo sería la vida sin el celu?
El otro día estábamos viendo la carrera de Colapinto y también pasó lo mismo, pero después empezaron a pasar videos de carreras de antes, y le dije a mi viejo que antes los autos eran Marlboro o John Player Special u otra marca de cigarrillos, y ahí se enganchó a explicarme que después de que se supo que hacían mal, se prohibió la publicidad de cigarrillos, aunque pasó mucho tiempo antes de hacerlo (y muchos enfermos, supongo).
Me contó que antes se podía fumar en todos lados, y creo que por eso hoy ya es poca la gente que fuma. De todos modos, el que quiere fumar fuma, es una elección de cada persona; yo fumo si quiero y apuesto si quiero.
A mí no me pasa nada. Duermo poco, nomás. Estaría bueno que entendieran que los pibes de hoy somos así, es nuestra onda; que jugar a las apuestas es lo mismo que jugar a cualquier juego…
Si hago un gol el sábado, seguro voy a querer seguir jugando para hacer goles, ¿tiene algo de malo eso? Sí, ya sé, no pierdo plata y duermo mejor. Pero no es tanto.
Ayer le dije a mi psicólogo que faltaba poco para que terminara el cole y que con mis amigos estábamos viendo quién iba a ser el primero en cumplir 18… Sí, por el carné de conducir, jaja.
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Un menor de 17 años apostando en un sitio ilegal a las 2 de la madrugada en un año es un mayor apostando en un sitio legal a las 3 de la tarde.
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