Cosquín 2024: Abel Pintos hechizó la plaza Próspero Molina y Juan Fuentes la puso a bailar
Este domingo se celebró la última luna del Festival Nacional de Folklore de Cosquín 2024 con Abel Pintos, Juan Fuentes, Belén Herrera, Ceibo, entre otros artistas. También se hizo la entrega de premios a los artistas revelación, consagración y Camin de oro.
Al igual que en 2023, Abel Pintos fue la figura encargada de cerrar una nueva edición del festival serrano. En esta ocasión, se cumplieron 26 años de su primera vez en el escenario Atahualpa Yupanqui, pero según aseguró el mismo músico “se sintió como si fuera la primera vez”. Antes de su show, Franco Orozco fue levantando la energía de la noche fresca con una serie de reversiones lentas y folclóricas y con la compañía de algunos bailarines del Ballet oficial.
Al igual que el gran esperado de la noche, Orozco celebró un nuevo aniversario sobre las tablas del escenario coscoíno. A través de sus redes sociales, el cantante recordó que hace 13 años se presentaba por primera vez en una de las peñas aledañas al festival, dejando en claro que lo emocional también atravesaría su corto, pero potente show en el festival.
Minutos después de las 2 de la madrugada, Abel Pintos se apoderó del escenario Atahualpa Yupanqui y la gente lo recibió de pie y con el corazón explotado de amor. Sueño dorado fue el tema con el que arrancó una larga lista de canciones para toda la familia y “las abeleras” hasta las 4 de la madrugada.
Abel Pintos en Cosquín 2024: covers, lentos y una fiesta que se hizo esperar
Luciendo un elegante saco rosa, lentes con filtro naranja, un pantalón rojo fuego y una remera blanca inmaculada, Abel optó por cerrar la novena luna coscoína con sentidos homenajes y una serenidad que hechizó a los presentes con esa paz y calma que tanto lo caracterizan.
La segunda canción de la noche fue un abrazo al cielo para Gustavo Cerati y Mercedes Sosa. Usando fragmentos de la canción Zona de promesas, Abel interpretó Cactus y se ganó el máximo respeto de la plaza. Otro de los covers que sorprendió a los espectadores fue Deseos de cosas imposibles de La Oreja de Van Gogh.
Para este show, Pintos se dejó llevar por una selección de temas principalmente folclóricos, profundos y con un canto al desamor tan desgarrador que provocó alguna que otra lágrima entre sus fans.
“Es una emoción enorme estar en este escenario un año más. Hace muchos años que me dan un espacio y la posibilidad de encontrarme con todos ustedes y, sin embargo, cada vez que venimos a esta plaza mágica, la sentimos como una primera vez. Para nosotros es el mismo privilegio estar acá, gracias de todo corazón”, exclamó.
En la Próspero Molina no cabía ni un alfiler y a los acomodadores se les hacía difícil contener a esa marea de gente que quería estar unos centímetros más cerca de su ídolo. Bailando con tu sombra fue el primer tema de muchos que puso a cantar a todos, un gesto que incluso dejó obnubilado al mismísimo Abel. La cercanía de la plaza con el artista permitía que los coros fueran más potentes y armoniosos, logrando así un aura mística entre todos los presentes.
El show iba y venía en cuestión de energías. Por momentos, la aguja se disparaba a la fiesta total con canciones como Espejo, pero luego volvía a decaer, por ejemplo, en Cómo te extraño. El cantautor además optó por un set acústico solo y con su guitarra y allí le confesó a todos que “era todo un sueño escucharlos cantar”.
Con una selección de éxitos conocidos, Abel se abrió paso en la madrugada y, tímidamente, comenzó a acariciar la fiesta del cierre con la bachata Abrazándonos y el drama de El hechizo (que lo hizo mover las caderas como un profesional). El carnavalito, el pop y el rock empezaron a aparecer poco a poco hacia el final del show, pero sin darle un adiós definitivo al folklore.
Camina, El alcatraz, Juntos, Motivos, De solo vivir y Piedra libre fueron los últimos galardonados de la noche última noche del Festival Cosquín y con un Abel alegre, infinitamente agradecido y que no quería (o no lo dejaban) abandonar el escenario.
La previa con el emotivo violín de “Lele” Lovato
Mucho antes de Abel y cerca de las 20, la ruta nacional 38 era un torrente de autos que iban y venían de las sierras cordobesas. Una caravana se dirigió hacia la plaza Próspero Molina para vivir la novena y última luna coscoina; mientras que otros, con el cambio de quincena y el fin de semana tan caluroso, optaron por una escapada que a esas alturas de la noche provocaban el famoso “paso de hombre” en los carriles de ambas manos.
Minutos antes del comienzo oficial del festival, Cosquín estaba colmado de gente y los vendedores ambulantes intentaban captar su atención con comida, bebida, vinchas luminosas y sombreros que rondaban los $5 mil. Mientras los espectadores se agolpaban en la entrada, otros buscaban provisiones para afrontar una noche más que emotiva.
A las 22 exactas, Claudio Juárez, más conocido como “Pipulo”, gritó su clasico “Aquí Cosquín” que más tarde fue premiado ya que en 2024 se cumplieron 20 años desde la primera vez que el hombre alzó su voz en la fiesta de folklore más grande de las sierras. “Son pocas las veces que uno se queda sin palabras, esta es una de ellas. Muchas gracias”, exclamó, emocionado hasta las lágrimas.
Luego de la última coreografía del ballet oficial (colorida, profesional y magnífica como todas las noches), Leandro “Lele” Lovato subió al escenario para cautivar a todos con sus admirables composiciones de violín. “¡Grande Lovato, genio!”, le gritó una mujer hipnotizada con la audacia del santafesino. Cabe recordar que “Lele” subió al Atahualpa Yupanqui tras calentar motores el jueves y viernes pasado en su show desde la peña oficial de Cosquín.
La chacarera Gatito del violinero enloqueció a los presentes, mientras la noche fresca se apoderaba de la plaza, dejando atrás las sofocantes temperaturas del día. “Es un privilegio ser parte de la grilla de hoy. Agradezco el cariño inconmensurable que me dan ustedes”, expresó el artista emocionado. Hacia el final, interpretó una canción sin estrenar titulada Lo que dejaste en mí.
El bombo rockero de Paola Bernal
A las 22.30, Paola Bernal se apoderó del escenario, ese que la vio crecer y del que ya hizo propio el lunes pasado como invitada del show de Silvina Lallana. Tras unas palabras poderosamente sororas de Maia, la conductora del festival, la cantante cordobesa cantó frente a una plaza casi llena.
La cantante coscoina, ganadora del premio Gardel 2023 a Mejor Álbum Artista de Folklore por el disco Agua de flores, demostró esta noche que es sin dudas una de las grandes referentes femeninas del folklore latinoamericano y una de las pocas que dijeron presente en el festival (cabe recordar que esta fue una de las ediciones con mayor presencia de mujeres de los últimos años).
Sus canciones vibrantes con tonos potentes y por momentos bien rockeros resonaron en Cosquín como cuando el agua toca el monte en busca de vida. Con su inflalible bombo a cuestas, Paola junto a su banda y artistas invitados se llevaron toda la atención del público y dejaron poéticos mensajes a través de la música.
“Estar en este escenario siempre es una gran emoción. Gracias por el silencio, por la atención y el cariño. Hasta la próxima Cosquín, muchas gracias”, expresó Paola antes de su último tema que tuvo la magnífica participación de un grupo de percusionistas y bailarinas mujeres.
Ceibo se llevó la primera ovación de la noche
Luego del emocionante show de los 24 bailarines y ocho músicos de la delegación de San Juan, rememorando un nuevo aniversario del terremoto que azotó la provincia norteña en 1944, y la poesía de Ernestina en representación del Patio de los Poetas, el grupo Ceibo apareció detrás del escenario móvil y fue recibido con vítores y aplausos.
Bajo una enorme luna, el grupo folclórico volvió al escenario de Cosquín tras la presentación que hicieron el jueves pasado de la nueva versión del tema Misa Criolla junto al Coro Municipal de Cosquín. Los cuatro cantantes se mandaron una versión vocal de la canción Zamba del cantor enamorado que se llevó una ovación de pie sin precedentes en la noche.
El conjunto de Cosquín se retiró con una selección de covers que incluyerom los temas Jurabas tú y Qué locura fue enamorarme de ti. A pesar de que la gente le pedía una más, el tiempo no les permitía quedarse lo suficiente y abandonaron el escenario entre gritos y aplausos interminables.
Cerca de las 00, Belén Herrera comenzó a cantar los lentos folclóricos más sentidos de la noche. La cantante tucumana, que también estuvo presente en Jesús María 2024, interpretó su acotado repertorio con mucha energía, sin parar de agitar su pañuelo blanco y en compañía de su querida banda, más una pareja de baile.
El Dúo Celeste enamoró a Cosquín y Juan Fuentes lo puso a bailar
Luego del show de Belén, el Dúo Celeste conformado por Alma Pellegrini y Joaquín Jacob salieron de las redes sociales dónde son furor y llegaron al Atahualpa Yupanqui con grandes expectativas y mucho corazón.
La pareja de jóvenes enamoró a Cosquín con su cálida presencia, su eléctrica conexión y, por supuesto, con sus hermosos covers de canciones como Hoy de Gloria Estefan y Zona de promesas de Gustavo Cerati. “Estamos muy contentos, es la primera vez que nos subimos al escenario de un festival tan grande”, expresó Jacob, mientras su compañera mencionaba las redes del grupo.
Lejos de casa y Hola extraño fueron los temas que interpretaron de su autoría. Cuando le revelaron ese detalle a la gente, a ambos se les llenaron los ojos de brillo, dejando entrever una emoción a flor de piel. Mientras ellos cantaban, las pantallas le ded más chicas que había en el escenario hicieron un repaso con los pósters de todas las ediciones del Festival Cosquín.
Luego de que los locutores hicieran entrega de algunos premios y distinciones, Juan Fuentes se apoderó de la escena y llevó todo el power junto a su banda de amigos. El excantante de Los Huayra y consagración Cosquín 2023 encendió al público con el tema Canción con todos de Mercedes Sosa (un poco por el tema en si, otro por su tremenda capacidad vocal que roza lo lírico).
“¡Venimos a cuidar la cultura, arriba que estamos de fiesta!”, exclamó el salteño con fuerza, antes de seguir con una chacarera bien santiagueña. Con una magia en su voz y un carisma en el cuerpo, Juan enloqueció a todos con clásicos folclóricos y mucho amor por su trabajo.
A las 00.45, Fuentes apareció en escena usando un sombrero negro y puso a todos de pie y a bailar al son de Baila morena y Que nadie sepa mi sufrir. “En este momento dejo de ser la consagración 2023. Está noche es un gusto poder seguir a difundir nuestra cultura”, exclamó el cantante, provocando un mar de aplausos.
Como si fuera poco, algunos espectadores encendieron las luces de sus celulares y, cuando Juan pidió que el resto también lo hiciera, se creó un momento muy hermoso en la Próspero Molina. La canción El rey parecía ser la última de su repertorio, pero el tema La noche sin ti fue el cierre majestuoso que merecía su show.
Luego de la entrega final de los premios revelación y consagración, el Cuarteto Karé se presentó ante una plaza colmada. Con su amplia capacidad vocal y una curiosa escenografía con paneles blancos, el grupo vocal de Rosario homenajeó a Hamlet Lima Quintana y celebraron sus 100 años de su natalicio inspirado en su poema titulado Gente.
https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/cosquin-2024-abel-pintos-hechizo-la-plaza-prospero-molina-y-juan-fuentes-la-puso-a-bailar/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/cosquin-2024-abel-pintos-hechizo-la-plaza-prospero-molina-y-juan-fuentes-la-puso-a-bailar/