Comentario de “Secretos de un escándalo”: mucho más que la verdad
Un sutil velo entre fantasía y realidad atraviesa el engañoso planteo verídico de Secretos de un escándalo, filme en el que Todd Haynes vuelve sobre un caso amarillista que conmocionó a la sociedad estadounidense en la década de 1990. La protagonista del lejano escándalo en la ficción es Gracie (Julianne Moore), mujer ya mayor que alguna vez supo estar en prisión por haber mantenido una relación con un menor de edad.
El presente del filme la encuentra en convivencia apacible y públicamente aceptada con el ahora treintañero Joe (Charles Melton) y sus hijos adolescentes, en una casa que parece la de cualquier familia. A ese sitio residencial llega la imperturbable actriz Elizabeth Berry (Natalie Portman), con la intención de conocer mejor a Gracie siendo que interpretará su historia en una futura producción. Semejante a una periodista de pocos escrúpulos, Elizabeth hace preguntas, recaba testimonios y se inmiscuye hasta el tuétano en la personalidad de la mujer inasible que tiene al frente.
Planteada como un inteligente juego de espejos, Secretos de un escándalo se nutre de la ambigüedad de toda superficie y performance, y en los límites riesgosos que pueden cruzarse en términos de deseo y manipulación. El truco del guion de Samy Burch es que nunca se sabe demasiado de la vida íntima de Elizabeth, y así ella es una especie de molde que puede estirarse a voluntad en su fascinación simbiótica por Gracie. En ese sentido el voltaje se eleva en dos o tres episodios decisivos en los que Elizabeth goza perversamente con la recreación de los sucesos prohibidos del pasado, aunque Haynes no va mucho más allá en esa senda que sin dudas explorarían un Cronenberg o un Lynch.
De igual forma Gracie, aunque expuesta en su realidad de todos los días, se esconde detrás de una narrativa ingenua que ha hecho de su prontuario abusivo una historia de amor. Más que culpar a alguien o exhibir evidencias, Haynes se dedica a mostrar a las dos mujeres cinematográficamente enfrentadas en sus maniobras de poder, recurriendo literalmente a los espejos en instancias que marcan las escenas más fascinantes del filme.
De montaje más próximo a un sueño que a un relato sensacionalista, Secretos de un escándalo avanza sin embargo en una resolución dramática al trazar un triángulo revelador con el apocado y vulnerable Joe, quien se abre paso con su propia subjetividad y versión de los hechos a medida que la confrontación entre las mujeres alcanza su cénit. En su inversión de roles y problematización de la verdad cabría asociar a la película con aquellas de la en boga Justine Triet (Anatomía de una caída, Sibila), aunque a Haynes no le interesa otra realidad que la ilusión del cine.
Para ver
Secretos de un escándalo. EE.UU., 2023. Guion: Sammy Burch y Alex Mechanik. Dirección: Todd Haynes. Con: Natalie Portman, Julianne Moore y Charles Melton. Duración: 133 minutos. En cines.
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