La Voz del Interior @lavozcomar: Comentario de Días perfectos, un filme cinco estrellas producto del talento de un maestro

Comentario de Días perfectos, un filme cinco estrellas producto del talento de un maestro

Sería una falta de respeto total ponerle menos de cinco estrellas a Días perfectos, la nueva película del maestro Wim Wenders, porque es profundamente conmovedora, no sólo por su sensibilidad apabullante, sino también por la capacidad que tiene el director alemán para contar una historia sencilla y ejemplar, de esas que tanta falta hacen en el cine actual, plagado de crueldades de autor y de bodrios de alto presupuesto.

Y el mérito de la película se debe también a su protagonista, Koji Yakusho, un actor descomunal y uno de los más célebres de Japón, capaz de transmitir tanto con tan poco, con mucha simpleza y talento dramático, logrando un personaje de una persistencia y de una humanidad como hacía mucho no se veía en una película apta para todo público.

El filme está nominado al Oscar a mejor película internacional y ojalá lo gane, porque la historia que cuenta tiene el don de la virtud y tiene la gentileza de mostrar, a través del actor de 68 años, todo lo que está bien, todo lo que hay que hacer en este mundo. La puesta en escena es un reflejo de su personaje principal, quien vive una vida sin lujos, sin adornos, sin excedentes, sin nada que no sea necesario para ser feliz.

La trama de “Días perfectos”

Hirayama (Koji Yakusho) tiene una rutina disciplinada y austera. Su trabajo consiste en limpiar baños públicos, y todos los días se levanta a la misma hora, bien temprano (no le hace falta despertador), se lava los dientes, se recorta el bigote, se pone el uniforme y sale en su camioneta, no sin antes comprar un café de una máquina ubicada justo al frente de su modesta y pequeña casa.

También tiene un hábito que respeta a rajatabla: antes de arrancar el vehículo, elige un casete para ir escuchando en el camino. Son clásicos de The Animals, de The Rolling Stones, de Otis Redding, de Van Morrison y de Patti Smith que dejan en evidencia una sensibilidad de otra época y una devoción por lo analógico. Aunque es la voz de Lou Reed la que más llega y conmueve, ya sea con Pale Blue Eyes, de The Velvet Underground, o cuando Hirayama se acuesta en su departamento minimalista para escuchar Perfect Day.

Luego de limpiar minuciosamente los baños y de interactuar casi sin hablar con su joven ayudante, Takashi (Tokio Emoto), quien está enamorado de una chica (Aoi Yamada), Hirayama se va a una plaza a comer un sánguche de miga mientras le saca fotos a un árbol con su cámara también analógica (la fotografía es su otra pasión). Después se va a uno de esos baños públicos con saunas y sala de relajación, y a la tarde va a tomar algo en el mismo bar de siempre, antes de volver a su casa para leer algún libro de los tantos que tiene (prefiere las ediciones baratas de bolsillo) y dormir.

La mano maestra de Wenders nos hace dar cuenta, con apenas unas mínimas variantes, cuando llega el fin de semana y la rutina de Hirayama cambia apenas un poco. No se puede decir más. El resto es el resultado de la experiencia y el talento de un maestro que se dio cuenta a qué se reduce todo. En un mundo justo, Días perfectos se llevaría todos los premios, todos los aplausos, todos los elogios.

Para ver “Días perfectos”

Perfect Days, Japón/Alemania, 2023. Drama. Dirección: Wim Wenders. Guion: Wim Wenders y Takuma Takasaki. Elenco: Kōji Yakusho, Tokio Emoto, Arisa Nakano, Yumi Asô, Tomokazu Miura, Inuko Inuyama, Tamae Andô, Aoi Yamada, Yoneko Matsukane, Min Tanaka, Sayuri Ishikawa y Masahiro Kômoto. Fotografía: Franz Lustig. Duración: 124 minutos. Apta para todo público. Complejidad: nula. Sexo: nulo. Violencia: nula. En cines.

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