“Cielos Celestes”: para acercar diferencias
Todo comenzó como suceden las cosas más lindas de la vida: sin pensar y sin programar absolutamente nada. Sólo movidos por el deseo de tomar registro de aquellos testimonios, experiencias e historias que nada tienen que envidiarle a la imaginación de ningún cineasta reconocido y que sin duda son el ejemplo de que la realidad siempre supera a la ficción.
Así nació la serie Cielos Celestes, de la que estoy y estamos tan orgullosos. Y pensé que, al estar en junio (el mes del orgullo), qué mejor que contarles de su existencia. Compartir con cada uno de ustedes que existe una forma de comunicar y de encontrarse que está plagada de cercanías, de amor, y que puede sacar de las diferencias algo constructivo.
Muchas veces, y a lo largo de estas columnas, les transcribí en forma de relatos literarios las vivencias que se suscitan al transitar por este mundo siendo diversos y estando fuera del normativo hegemónico. La producción de este primer ciclo audiovisual es otra forma que encontramos para cuidar y dar a conocer esos relatos que no siempre llegan a los medios, y si lo hacen, suelen estar plagados de estereotipos.
Cada uno de los capítulos fue grabado en un estudio de Radio Nacional. Con una atmósfera muy intimista, café o té de por medio (a veces algún whisky), rodeados de un equipo con profunda entrega y contención. Una forma empática de dar un mensaje y de respetar a quien lo está dando.
Todas y cada una de las personas que participaron en este primer ciclo tienen una historia importante que contar y son protagonistas de una transformación cultural que demora mucho en asentarse, pero que sin duda se está realizando. Los capítulos danzan entre relatos de un futuro ganado, de un panorama de sueños cumplidos, pero también de profundas cicatrices que aún no sanan y son una ventana de un pasado robado.
Los dos primeros capítulos
No podría elegir un capítulo favorito para relatarles, pero este viernes 9 de junio nos vamos a encontrar con el estreno en la plataforma gratuita de YouTube con las dos primeras entregas de este ciclo:
El capítulo 1 se titula Lara Godoy, con quien abrimos los relatos y de alguna manera ponemos en evidencia la importancia de seguir hablando de la diversidad como un grupo de personas en vulnerabilidad. A Lara le arrebatan a su mejor amiga, esas personas que se vuelven hermanas y familia por la cercanía, por las formas y por el amor que se comparten. Se llamaba Azul Montoro y la asesinaron mientras todos disfrutaban de unas fiestas de fin de año en el hogar y en el resguardo de la familia.
El capítulo 2 se llama Gisella. Ella es la mamá de Celeste, una niña trans quien ya a los 4 años expresó que no era un nene, sino una nena. Gisella no sabía bien cómo reaccionar y a quién acudir para recibir ayuda y asesoramiento. Realizó una camino que la llevó a aprender y a abrir las puertas a otras niñeces. Nos cuenta lo que significa enfrentarse a una sociedad llena de prejuicios y criar a una niña en plenitud.
El director de esta serie es Andrés Dunayevich, un gran realizador audiovisual y director de prestigiosas películas, entre ellas El grito del Suquía o Brujas del Cordobazo, y quien a propósito de esta serie se pregunta y nos dice:
“¿Por qué mucha gente se empecina en maltratarlas y maltratarlos? ¿Por qué existe esa intolerancia? ¿Por qué son expulsadas de cuanto lugar quieren ingresar, en la salud, en la educación, en los espacios públicos, en los ámbitos laborales? ¿Por qué las matan?.
“Estas fueron algunas de las preguntas que nos hicimos al iniciar este programa con Celeste. Cuando comenzamos a elaborar esta serie, lo primero que pensamos fue en la posibilidad de conectarnos con experiencias vitales que nos permitieran vincularnos desde un espacio amoroso que contribuyera a reconocer, a valorar, a empoderar y a visibilizar a las personas trans, mediante historias apasionantes que representan a todo un abanico de edades y generaciones de Córdoba.
“Una herramienta de pedagogía social que permitiera generar un vínculo verdadero con quienes son protagonistas de estas historias, conocer y compartir sus miedos, las discriminaciones que sufren, pero también los aprendizajes y alegrías y transmitir sus cambios positivos”
En conclusión, y como dice el sociólogo Zygmunt Bauman, ”cuando leo sobre ellos, descubro algo sobre mí”, nos propusimos mostrarle a una sociedad que esconde o niega todo aquello que no le importa que detrás de los prejuicios se encuentran personas exactamente iguales.
Lejos de ser sólo palabras, queridxs¹ lectores, quiero invitarlos a sumergirse en estas almas y sus relatos, que son la matriz de todos los cuentos, ya que están plagados de sueños, algunos cumplidos y otros abandonados, de ilusiones, de tristezas, de fracasos, pero sobre todo de lucha, porque sólo al conocer podemos salir del miedo y de las falsedades.
¹ Respetamos la ortografía de la autora.
* Secretaria de Género del Observatorio de Participación Ciudadana de Córdoba
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