“Boom” por el pádel femenino en Córdoba: las mujeres ganan terreno en este deporte
“Espero toda la semana para ir a jugar. Tengo lista la paleta en el auto y cuando llega el lunes me agarra la ansiedad”, cuenta Leyla Abad (39), una incipiente jugadora de pádel de Sierras Chicas.
Ella, como tantas cordobesas, “se atreven” a incursionar en este deporte que durante mucho tiempo fue considerado “exclusivo” de los hombres, sobre todo en las décadas del ‘80 y ‘90.
Ahora, las “chicas de pádel” arman grupos de WhatsApp con amigas, con mamás de colegios, con vecinas o simplemente con quienes tienen afinidad. El objetivo: juntarse en una cancha, jugar, pasar un buen rato y desconectarse de las tareas diarias.
“Es un deporte para socializar. Un cable a tierra para salir de la rutina. Lo más lindo es el ‘tercer tiempo’ que lo compartís con jugadoras de distintos lugares. Todas estamos en igualdad de condiciones”, relata Valeria González (43), quien juega desde hace varios años en canchas de Córdoba y el Gran Córdoba.
Otra de las jugadoras con mucha participación es Leticia Agüero, oriunda de Córdoba capital. Comenzó a jugar hace 10 años cuando aún no era una tendencia entre las mujeres. En 2019 entró a las competencias. “Muchas veces no se armaban los torneos de mujeres por falta de gente”, explica.
Y destaca que desde 2020 se notó un incremento de jugadoras, que según ella se profundizó durante la pandemia. “Hoy en día hay torneos por todos lados y se llenan”, asegura.
Quizá el hecho de que Argentina sea la última campeona del mundo en este deporte también es un incentivo para que muchas más mujeres se animen.
Jugadora y organizadora de torneos
Verónica Soria (44), a cargo del club New Garden, ubicado en el Cerro de las Rosas, juega desde hace más de 25 años y organiza torneos femeninos desde hace 15.
“Más de 150 chicas vienen a mi club y se siguen sumando”, expresa Soria, quien además es jugadora federada y subcampeona sudamericana.
Para ella, este deporte es “todo”. “Lo amo. Me formé en esto. Soy feliz en una cancha con toda mi familia que también juega”, dice. Aunque aclara que, si bien compite, le gusta el “pádel social”, el que juega con amigas y después se disfruta de “un tercer tiempo”.
Soria agrega que las clases generalmente se dictan durante la tarde-noche. Y que hay torneos durante los fines de semana en distintas canchas de Córdoba. Incluso las categorías de menores, desde la sub-12 hasta sub-18, están “copando” las canchas.
“Este deporte lo puede jugar cualquier persona. Antes no era para todo público, ahora el pádel tiene futuro por la cantidad de talentos que hay”, resalta.
Córdoba suma canchas y jugadoras
Los clubes y canchas que reciben a nuevas jugadoras, y otras que ya venían compitiendo, se expanden por toda la provincia.
El presidente de la Federación Cordobesa de Pádel (FCP), Esteban Biasi, explica que el deporte creció mucho por su lado social, aunque aclara que en el federado son pocas las que se animan.
“En ese recorrido de deporte amateur son pocas las mujeres que lo aprovechan. Incluso tienen una salida internacional, porque si ganan el torneo argentino van al sudamericano”, plantea.
Y explica que las categorías van subiendo desde segunda a séptima, pero “cada una tiene que entrenar por su cuenta y competir”. Para ser federada sólo hay que que afiliarse y presentar un certificado de salud. Hoy son 190 las mujeres federadas.
Los números
De acuerdo a la FCP, en la provincia de Córdoba hay más de 2.100 canchas. Solo en Capital y Gran Córdoba son alrededor de 1.000 sin contar las que pueda haber en barrios cerrados, colegios y otros lugares.
En el Gran Córdoba
El fenómeno del pádel femenino también se percibe en el interior provincial. En la ciudad de Pilar, por ejemplo, la presencia de mujeres en el pádel creció de manera exponencial en el último tiempo. Tanto que Gabriel Quiñonero, profesor de pádel local, comenzó a organizar torneos exclusivamente de mujeres. Y se llenan.
Quiñonero dice que entre sus alumnos creció el porcentaje de mujeres, tanto que supera al número de varones. “El 60% de mis alumnos son mujeres”, apunta.
Y explica que el fenómeno es relativamente nuevo. “Empiezan como una actividad física o con un objetivo puramente social, y muchas terminan involucrándose en las competencias”, dice.
Maxi Roa, dueño de un club en Pilar dice que esta tendencia también se nota en las canchas, antes dominadas por varones: “Mis cuatro canchas, a veces, están ocupadas sólo por mujeres. Antes eso no ocurría”.
Por su parte, Marina Rodríguez, profesora de educación física y jugadora de pádel, cuenta a La Voz: “Hay una explosión de mujeres y eso me pone muy contenta porque el deporte hace bien a la salud física y mental. En parte supongo que el boom es porque se trata de una actividad muy entretenida”.
La entrenadora dice que “cualquier persona, en sus primeros contactos con este deporte, ya puede jugar un partido. Y, al poco tiempo, hasta puede competir”.
En Sierras Chicas también se percibe una gran cantidad de jugadoras y canchas. “Juego desde 2011, entonces sólo había lugar para los hombres. Empecé con mi hermano”, cuenta Carolina Herrera, jugadora profesional y profesora.
Ella dicta clases desde Mendiolaza hasta Río Ceballos. Hoy tiene un grupo de más de 120 jugadoras. “Hay de todas las categorías. Este deporte sólo necesita que tengas una paleta y ganas de jugar”, afirma.
También aporta que ahora hay más competencias femeninas. “Antes, me tocaba jugar con los varones”, asegura. Y suma un dato que es una muestra del “boom” por este deporte: en su último torneo participaron 33 parejas de mujeres, tendencia que se replica en otros puntos de la provincia.
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