Belgrano y un punto para ganar algo de paz
Belgrano llegó al final del torneo con una cosecha de 36 puntos. Lo hizo después de empatar sin goles con Rosario Central en una semana que se inició con la incertidumbre de saber si el técnico Guillermo Farré se iba a sostener en su cargo y culminó con la posibilidad de que Pablo Vegetti emigre al fútbol de Brasil.
Todos en el Gigante sintieron la tensión que hubo en el aire. Desde antes y durante el partido.
El capitán no estaba con todas las ganas y se notó. El entrenador sabía que sobre su cabeza estaba el peso del resultado: el cierre menos imaginado de la campaña hace seis partidos atrás y, en campo, mostró algunas determinaciones para tratar de torcer el destino.
El partido fue feo, mal jugado y aburrido. En las tribunas fue tenso, cargado de nervios y con la sensación que cualquier jugada podía cambiar radicalmente el humor de los presentes.
Rumor tras rumor
El 0-4 en La Plata, un equipo que con el de ayer apenas logró 2 de los últimos 18 puntos que jugó, que lleva seis partidos sin hacer un gol y que no juega bien, hicieron que el nombre de Farré se asociara a un fusible.
Pero fue el propio entrenador el que al final del encuentro dejó en claro que el balance para él es positivo y que se prepara para los refuerzos que llegan y el rearmado del plantel que jugará desde el 20 de agosto la Copa de la Liga Profesional.
La gente llegó al estadio sobre la hora y mientras los dirigentes hablaban de tranquilidad, el cuerpo técnico y los jugadores entendían que el resultado ante el Canalla era clave.
Entonces se jugó con dientes apretados adentro y afuera. Porque el técnico tenía claro que no sumar o repetir una actuación como la de La Plata era el final del camino.
La gente no tenía la paciencia de otros partidos y la seguidilla de juegos con sabor amargo en el final la hicieron entrar preparada para no ser lo tolerante de otras tardes. Y los jugadores rindieron examen ante el público, el DT y los dirigentes.
Partido aparte fue el de Vegetti, porque el delantero tiene el peso de ser el símbolo de la B, la cara del plantel y hasta del propio club.
El planteo realizado sobre su futuro profesional, justo antes de la fecha de cierre del torneo, no fue para los de pantalón ajustado y zapatos de punta, lo mejor. Para el DT tampoco, aunque fue el propio Farré el que dijo después que el futuro del “9″ lo resuelve él y los dirigentes.
La jornada en Alberdi terminó con una extraña paz, generada por un equipo que mostró actitud, que exhibió caras nuevas y que logró un punto que es más de apoyo para lo que viene de lo que en la tabla representa.
Balance final
Un equipo recién ascendido que termina con 36 puntos su primer torneo, no puede pensar que su campaña no fue buena.
Farré siente que con la llegada de opciones, sumado a las bajas que se han dado, puede armar algo que le permita mejorar en campo y seguir creciendo de cara al final de 2023.
Ya tiene tres jugadores y se desprendió de ocho por distintas razones, pues algunos dejaron buenos recuerdos y dinero, como Zapelli y otros correrán en la cancha dos del predio hasta conseguir club como Pereira, Bordagaray u Ortigoza.
El balance en puntos es bueno para el Pirata de cara al futuro y los objetivos que se buscan. En juego no tanto, falta muchísimo. Cierra esta etapa en paz, al menos por estas horas y en la previa de jugar por la Copa Argentina y que Vegetti (con una oferta de América de Brasil) y los dirigentes tengan una reunión.
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