Belgrano se quedó con las manos vacías en el final
De esta forma, “el Millo” logró el pase a las semifinales en el estadio Mario Kempes y dejó al Celeste fuera de la competencia cuando estuvo a segundos de llegar a la definición por disparos desde el punto penal.
El final de la temporada para el equipo de Alberdi se dio de una manera dolorosa, porque perder en el minuto final siempre es un golpe duro al corazón, pero cuando la adrenalina generada por este partido que perdió ayer se aplaque, en la comunidad pirata todos sabrán que se cerró un 2023 con las expectativas colmadas.
Operativo aguante
Para este encuentro el Pirata decidió aguantar sobre cualquier otra premisa y estuvo a 60 segundos de conseguir lo deseado que era estirar la definición, pero no pudo cerrar por la derecha el último centro y el ingresado Facundo Colidio lo aprovechó para marcar el gol del triunfo en el tercer minuto agregado.
La determinación de sacrificar el juego en el medio y de apostar a una corrida tras otra de los delanteros para romper el juego de River no tuvo premio, porque aunque los celestes ganaron en un par de ocasiones, no fue efectiva la puntada final.
En la etapa inicial, River manejó la pelota casi a placer, siempre fue en las inmediaciones del área sin poder profundizar en los metros finales, algo que en el segundo pudo hacer mejor. Momento en que las piernas primero y las manos después, del arquero Losada lo sostuvieron en partido al cordobés.
El Pirata jugó todo a un pleno que fue que una contra diera fruto y por esa vía contó con dos buenas ocasiones mal terminadas, la primera porque Passerini se la entregó corta a Jara y la segunda cuando Rolón en soledad le pifió al balón tras un gran pase del ex-Pachuca.
La banda izquierda del cordobés fue el lugar más debilitado, porque García no pudo ser ayuda del lateral en la marca y cuando Ibacache se fue lesionado, Lencioni ocupó su lugar y se multiplicó en la lucha por adueñarse del sector, perdiendo en la marca, pero ganando en proyección.
River llegó al gol a los 16 del segundo tiempo cuando un centro de la izquierda fue conectado por Rondón, quien le ganó la posición a Moreno y el balón fue a las cuerdas para el 1 a 0. Allí Belgrano se acordó de jugar, un rato al menos, y consiguió tirar un par de centros hasta que Passerini de cabeza puso el 1 a 1. Más por amor propio que por juego, el partido estaba empatado.
La banda derecha volvió ser aprovechada por River y así fue que inclinó por allí el ataque en los minutos finales. La “B” se volvió a replegar y Farré no tuvo reacción para tratar de acomodar el equipo que había logrado del empate con mucho esfuerzo. El entrenador se guardó un par de cambios que los hizo cuando ya estaba en desventaja.
Marín perdió la pelota del final por un lujo innecesario y su error fue un puñal en la ilusión del hincha. Pero las razones de la derrota no estuvieron solamente en esa jugada que se dio en el minuto 48 del complemento, porque también pasaron por la falta de osadía celeste para ir por el partido con algo más de determinación.
Pero el fútbol es impiadoso con algunos y generoso con otros. River había querido mucho más que Belgrano y en la última pelota de la noche tuvo su premio, porque el balón fue contra las cuerdas para llevarlo a las “semis”. Y para que el de Córdoba se vaya de vacaciones sabiendo que hizo un gran año, que cumplió los objetivos y que hasta aquí llegó su ilusión de seguir en carrera en la Copa de la Liga.
https://www.lavoz.com.ar/deportes/futbol/belgrano-se-quedo-con-las-manos-vacias-en-el-final/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/deportes/futbol/belgrano-se-quedo-con-las-manos-vacias-en-el-final/