Belgrano disfrutó de un gran respaldo, que les da fuerzas para el desquite en la final con Boca
Estaba siendo lento el cosquilleo que los hinchas siempre le producen al cemento cuando caminan como hormigas por las tribunas. A pesar de tratarse de una final, ayer el ingreso se producía con tranquilidad, siempre manso, sólo animado en la sonoridad por la banda que anima y que nunca se calla.
Y en realidad, sí, así fue la imagen que entregó el estadio Miguel Sancho de Racing de Nueva Italia. Muchos pibes, bastante más pibas, sus padres, sus tíos, el grupo familiar completo se hizo presente para ver la primera final entre los equipos femeninos de Belgrano y Boca Juniors. Este último múltiple campeón, ganador de todo lo que hubo en juego en los últimos dos años, y las celestes, asumiendo su primera experiencia en este tipo de instancia, en una escalada vertical y fulgurante, que, a pesar de la derrota, aún puede seguir consumándose.
“Voy siempre a ver a las chicas. Cuando juegan en el Gigante y cuando lo hacen en el predio (de Villa Esquiú). Van, en promedio, entre 1500 y 2000 personas. La gente las sigue, pero deberíamos ser un poquito más”, decía una joven, en medio de un racimo de amigas, en medio del caluroso domingo cordobés.
Una hora antes del comienzo del partido, pudo verse a Florencia Quiñones, cordobesa de Oncativo y entrenadora xeneize, sacarse una foto en el verde césped con Marcelo, su padre, quien supo tener grandes actuaciones como jugador en los años ‘80 cuando Racing jugaba en la Primera División argentina.
A 80 metros de allí, en el otro extremo del Miguel Sancho, la popular sur se iba poblando hasta colmarse con la parsimonia de un domingo a la siesta. Media hora después comenzó el agite. Y la banda empezó a sonar y los hinchas a cantar. Se llenó la platea y el aliento no cesó, aun en la derrota transitoria y luego consumada.
Aplausos de las chicas por el apoyo. La reciprocidad fue simultánea. Desde las gradas bajó un aplauso suculento que incitó a la búsqueda de la proeza, de una gesta que parece difícil de conseguir. El miércoles será la revancha en La Boca. Belgrano todavía tiene chances de ser campeón. Sólo es cuestión de tener convicción para intentarlo.
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