La Voz del Interior @lavozcomar: Barras, gremios y millones en la causa por un brutal ataque en la cárcel

Barras, gremios y millones en la causa por un brutal ataque en la cárcel

A medida que el video se viralizaba por los teléfonos celulares, policías, guardiacárceles, abogados con mucha calle y aquellos que conocen los entretelones de las barras bravas del fútbol de Córdoba coincidían en el mismo diagnóstico: “Han humillado a uno de los tipos más pesados de la ciudad”.

La escena denotaba violencia, mafia y aquello que sólo los protagonistas parecían conocer. Un hombre ensangrentado, violentado, asustado, que repetía lo que un grupo de personas a las que no se les veía el rostro le iban obligando a decir. Millones de pesos, barra brava, delincuentes y Surrbac parecían ser las claves de un mensaje dictado y desesperado.

Todo filmado con un teléfono celular en el corazón de la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA), el establecimiento penitenciario que funciona detrás del hospital Misericordia, en la ciudad de Córdoba.

Si bien el video comenzó a circular en la noche del miércoles, la Justicia provincial recién tomó conocimiento en la mañana de ayer.

Según fuentes oficiales, un grupo de 18 detenidos alojados en el pabellón amarillo les comunicó a las autoridades que querían ser trasladados a otro sector de la UCA a raíz de que estaban sufriendo maltratos por parte de otros internos. Entre los que solicitaban el cambio estaba Walter “Toro” Aguilera (46), quien fue detenido el pasado 2 de octubre en el marco de una causa por lesiones graves, según trascendió ahora.

Ante la pandemia por el coronavirus, el Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) dispuso que los recién detenidos sean alojados en la UCA durante un período mínimo de 15 días, antes de ser trasladados a una cárcel de mayor envergadura. Pero no se trata de un plazo inflexible, sino de que también es necesario que la fiscalía que interviene ordene si el detenido pasa a Bouwer o si recupera la libertad.

En el caso de Aguilera, todavía no se resolvió su situación, por lo que hace más de un mes que está alojado en la UCA.

Lo concreto es que, cuando los guardiacárceles lo vieron ayer a la mañana, lo notaron muy golpeado. “Me caí en la ducha”, les respondió él cuando le preguntaron qué le había pasado. Si bien no le creyeron, “el Toro” evitó denunciar algo más, por lo que las autoridades recién comprobaron qué le había sucedido cuando les llegó el video viralizado de la tortura.

Fuentes policiales aseguraron que Aguilera ha sido durante años el jefe de la custodia personal de Mauricio Saillén, el titular del gremio de recolectores (Surrbac). Gracias a este contacto estrecho, también figura como empleado del Ente de Obras y Servicios (Esop) de la Municipalidad de Córdoba. Pero en su foja de servicios se destaca otro rol preponderante: uno de los jefes de La Fiel, la barra brava del club Talleres que ha protagonizado graves episodios de violencia a lo largo de su historia.

“Después de este video, ‘el Toro’ no se va a poder subir más a un paraavalanchas”, comentaba ayer muy sorprendido alguien que conoce de sobra cómo es la dinámica interna de estos grupos violentos. No podía dar crédito al nivel de humillación al que fue sometido.

No se trata de la primera vez que Aguilera cae preso. Tiene antecedentes por robo calificado y también fue detenido por haber generado supuestos disturbios en los viajes internacionales a Brasil y a Chile que los hinchas de Talleres protagonizaron el año pasado en la marco de la disputa de la fase preliminar de la Copa Libertadores de América.

Aguilera ha protagonizado un rol central en los últimos años en la interna de esa barra, ya que fue clave para impedir que los hermanos Pacheco, que supieron ser sus aliados, regresaran a la tribuna tras una causa judicial por el homicidio de Jonathan Villegas (18 años), quien en 2013 murió apuñalado en El Diquecito.

Aquella fractura hasta ahora genera todo tipo de amenazas entre los bandos internos en los que se dividió La Fiel. Desde entonces, Aguilera se convirtió en la mano derecha del jefe de la barra, Darío Cáceres.

Requisas

Ante el tenor de las imágenes, SPC ordenó requisar el pabellón amarillo y encontró tres teléfonos celulares, con sus respectivos cargadores, escondidos debajo de unas losetas.

La causa por la golpiza quedó radicada en la Fiscalía de Distrito 1, Turno 6, a cargo de José Bringas, y también ya tomó conocimiento de lo sucedido el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario, que investiga si hubo alguna complicidad o negligencia en los guardias para que se produjera semejante ataque dentro de la UCA.

Fuentes que siguen bien de cerca este caso agregaron que ya se había identificado a uno de los que habrían agredido a Aguilera: se trata de Lucas Casas, a quien se vincula con un violento grupo asentado entre la villa Sangre y Sol y Barranca Yaco, en la periferia nordeste de la ciudad de Córdoba. El líder sería un tal Pablo “Pistola” Silva, también bajo sospecha en toda esta causa, según apuntaron los informantes.

Fuentes del SPC agregaron que serían al menos ocho los que atacaron al “Toro”. Hasta ahora, el fiscal Bringas no imputó a nadie por el ataque.

En el video le reclaman por un robo de cinco millones de pesos, cuya procedencia no queda clara y ayer generó un amplio abanico de especulaciones que incluyeron al Surrbac, a La Fiel o a una vendetta por un asalto común. Nada de todo esto aún ha sido esclarecido. Sí quedó en evidencia, en esas imágenes, que uno de los principales destinatarios del mensaje que le hacen suplicar a Aguilera es una persona de apellido Piscitello, conocido como “el Rengo”, sindicado como otro de los líderes de La Fiel.

A él los agresores de Aguilera le reclaman el dinero y también lo señalan por un ataque incendiario que habría ocurrido en las últimas semanas.

Al parecer, según contó ayer otro informante, algunos allegados a La Fiel habrían ordenado atacar con fuego un par de viviendas y un auto en el marco de una venganza relacionado con el submundo narco.

La compensación por esas casas quemadas y por el vehículo sería la cifra que ahora le reclaman al “Rengo” y para ello se aprovecharon de que “el Toro” se quedó sin otros conocidos dentro de la UCA.

Pero nada de esto quedó ahí. La humillación a la que fue sometido Aguilera augura que en el exterior de los penales cordobesas comenzará a perpetrarse una venganza más brutal, según se analizaba anoche en áreas policiales.