La Voz del Interior @lavozcomar: Autocobro: el desafío de beneficiar a todas las partes

Autocobro: el desafío de beneficiar a todas las partes

El avance de la tecnología ha introducido cambios significativos en nuestra vida cotidiana. Uno de los más notables es la implementación de sistemas de autocobro en diversos sectores.

Esta tendencia, que busca optimizar procesos y reducir costos, se ha extendido rápidamente en ámbitos como las estaciones de servicio y los supermercados.

Sin embargo, su adopción no está exenta de controversias y plantea desafíos que merecen una reflexión profunda.

A nivel mundial, el autocobro gana terreno como una solución para agilizar el servicio y minimizar los costos operativos. En países como Estados Unidos y varias naciones europeas, es común que los consumidores utilicen estos sistemas.

En países nórdicos y asiáticos, hay incluso locales de expendio de alimentos y de bebidas en donde no existen personas empleadas, donde cada cliente por sí mismo toma los productos que desea y los paga de manera automática. Pruebas en el mismo sentido se están haciendo en nuestro país, e incluso en la ciudad de Córdoba.

Esta modalidad permite escanear y cobrar productos sin la intervención humana, lo que, en teoría, mejora la eficiencia y reduce los tiempos de espera.

En Argentina, la implementación del autodespacho de combustibles genera un intenso debate.

El Gobierno nacional autorizó esta modalidad en el país, lo que ha suscitado preocupaciones en el sector. Empresarios y sindicatos expresaron su oposición, con el argumento de riesgos económicos, laborales y de seguridad.

Cuestionan los reales beneficios para la gente y alertan sobre la posibilidad de accidentes debido a la manipulación de combustibles por parte de personas no capacitadas.

En el ámbito de los supermercados, cadenas internacionales como Walmart adoptan tecnologías avanzadas para mejorar la seguridad y eficiencia de las cajas de autocobro.

Por ejemplo, implementaron sistemas que utilizan códigos de barras invisibles integrados en los productos, lo que permite un escaneo más rápido y reduce pérdidas por robos.

Sin embargo, la automatización genera descontento entre parte de los consumidores, quienes perciben una disminución en la calidad del servicio, a la vez que expresan, especialmente, legítima preocupación por la pérdida de empleos.

El reemplazo de máquinas por personas afectará la fuente laboral de miles de familias. Además, la falta de interacción humana en el proceso de compra puede deteriorar la experiencia del cliente, y generar frustración y descontento.

Por otro lado, la seguridad es un aspecto crítico. En el caso de las estaciones de servicio, permitir que los clientes manipulen combustibles sin la supervisión adecuada podría aumentar el riesgo de accidentes.

Además, es esencial considerar si el autocobro realmente ofrece beneficios económicos para los consumidores. Está claro que lo hace para las empresas, al reducir costos operativos, pero eso no siempre se traduce en precios más bajos para los clientes.

Pero estas cuestiones no deben traducirse en frenos para el cambio, sino que deben motivar análisis con todas las miradas.

Es necesario reflexionar sobre el equilibrio entre la innovación y la preservación de empleos, la seguridad y la calidad del servicio, para garantizar que los avances tecnológicos beneficien a todos los sectores involucrados.

De otra manera, se seguirán profundizando los riesgos, las desigualdades y las brechas sociales.

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