¿Asoma un nuevo Rodrigo? Qué tienen Juan Ingaramo, Luck Ra y Monada en común con el Potro
Sobre el cierre del siglo pasado, Rodrigo Bueno protagonizó una verdadera revolución musical a máxima velocidad (A 2000, tal como tituló al disco en vivo que lo catapultó) y con el cuarteto característico como lubricante. Pero aquel terremoto sociocultural y mediático no fue una reivindicación de páginas preexistentes del ritmo regional sino que consistió en una picante renovación de repertorio.
En otras palabras, “El Potro” galopó en las arenas de la máxima figuración con composiciones propias, basadas en un tunga tunga de raíz aunque hechas de olfato pop, y que contaron con su magnetismo y con su sex appeal como vehículos infalibles para subirle la fiebre a las masas.
En aquel tiempo (fines de 1999, comienzos de 2000), ese espasmo era impensado. Porque el cuarteto conservaba su dimensión industrial al margen de la demanda porteña.
Entonces, lo de Rodrigo fue extraño porque recorrió el camino inverso de cualquier “negrazón” que se aventuraba en esta porción del entretenimiento musical. O, mejor dicho, inventó un nuevo camino desafiando los cánones de promoción preexistentes.
Y también puso muy alto el listón compositivo en una cultura en la que, a excepción de Carlos La Mona Jiménez, su santo patrono, todo el mundo era propenso a fotocopiar o, en el mejor de los casos, a versionar con picardía.
“Quiero rescatar el sentido de nuestra música, enseñarle a todo el mundo que el cuarteto viene de los inmigrantes italianos que se establecieron en Córdoba y que nuestra tonada surge de los comechingones”, le dijo Rodrigo a VOS a comienzos de 2000, luego de finalizar uno de esos recordados raids mediáticos.
“Para eso, voy a hacer un disco con Carlitos Rolán y Eduardo Gelfo y lo voy a ir a mostrar por España e Italia. También estoy escribiendo un libro. Se va a llamar Dios, Patria y la Mona Jiménez. Lo tenía casi terminado, pero tuve que interrumpirlo porque tenía que empezar a hablar de mí. Y eso me cuesta”, completó por entonces.
“Me comparan con un montón de gente pero no soy el heredero de La Mona ni soy el nuevo Sandro, como dicen. Yo sólo estoy peleando por el lugar de Rodrigo. Estoy peleando, dentro del cuarteto, por el lugar que merezco. A lo mejor soy en el cuarteto lo que Soledad en el folklore: el pibe que enquilombó todo con pelos de colores y una personalidad creíble”, completó.
Esta reconstrucción viene a cuento de que en el tránsito de 2023 a 2024 hay tres artistas que reúnen las condiciones para ser considerados como algo aproximado al “Nuevo Rodrigo”.
Es un recorte realizado por VOS en el que se hace prevalecer la cuestión compositiva y el citado olfato para filtrar tics culturales en canciones infecciosas.
Se aclara el punto por cuanto en el cuarteto abundan chicos y chicas con alta postura, desenfreno y carisma irresistible, aunque con escasa reacción para nutrir cancionero con material inédito.
Los que siguen la huella del “Potro” son Luck-Ra, Juan Ingaramo y, a pesar de no ser un solista, el grupo Monada. A continuación, la fundamentación de por qué se eligió a cada uno de ellos.
Luck Ra, puro olfato
Enrolado como Facundo Almenara y exresidente de barrio Poeta Lugones, este cordobés ha dado muestras de instinto letal para crear hits inmediatos en cualquier género a partir de una observación certera de una situación fiestera, como en el caso de La Morocha, o de un latiguillo coloquial que remite a reconexión amorosa luego de un tiempo, como en el del más reciente Hola, perdida.
El primero generó un impacto de esos que obligan al escucha neutro a pedir piedad. Para mensurarlo (al impacto), sirve el spot estival del agente de la Policía de Córdoba que adaptó una nueva letra a sus ritmo y melodía, con la idea de que la ciudadanía confíe en una fuerza que, unos pocos días antes, había reprimido en una manifestación.
Y el segundo, es otro estiletazo tunga tunga, que llegó para reemplazar a ese mensajito machirulo de WhatsApp que propone reencuentro. Para su promoción, Luck Ra optó por una variante más orgánica, sin embargo: la disposición de pasacalles.
Luck Ra puede asociarse con Rodrigo porque es hábil, certero, con estampa longuilínea y personalidad entradora.
Si bien La Morocha y Hola, perdida son cuartetazos desde el vamos, este solista de 23 años llegó a entrarle de lleno al género tras sus frecuentes e irresistibles colaboraciones con La Konga. La banda transerrana comenzó cuartetizándo originales más urbanos como Te mentiría y Ya no vuelvas y terminó publicando junto al solista Bebé dame y Si pudiera.
“Le agarré el gusto al cuarteto hace poco tiempo”, le confesó Luck Ra a VOS en abril del año pasado, cuando recién se había publicado Bebe dame.
“Yo soy gran un amante de la música, más allá de cualquier género –profundizó en esa oportunidad–. Entonces por ahí puedo saltar con un cuarteto que arrancó siendo una balada, como Ya no vuelvas. O Te mentiría, que era un reguetón”.
“Me gusta experimentar con todo musicalmente hablando. Aparte, el cuarteto es uno de los géneros que vengo escuchando hace menos tiempo, pero es de los gustos más fuertes que tengo al día de hoy”, completó el artista que, al igual que Rodrigo, tiene aliados mediáticos de peso: Marcelo Tinelli y todo el staff de Luzu TV.
Juan Ingaramo es cordobés
Juan Ingaramo cerró 2023 con Welcome To Córdoba City, un disco decididamente cuartetero. La obra radicaliza algo que el solista de San Vicente venía insinuando tanto en vivo como en algunas grabaciones previas (Cuartefunk y El fenómeno del mambo) y filtraciones de entrevistas. Aun así, sorprendió que el tracklist estuviera tomado casi en su 100 por ciento de ritmo regional y que en él refulgieran como invitados Pepa Brizuela (con quien ya había compartido una versión de La Carta en Plaza de la Música), Jean Carlos y Ulises Bueno.
Es que Juaninga trascendió la expectativa de mercado y del analista de música popular que esperaba que siguiera cuidando su halo indie o, si se prefiere, alternativo.
Con esta obra en la calle, quedó claro que para él hay que ir para adelante con lo que el corazón dicte, desentendido de todo. Y que así como en sus primeros años redefinió al pop nacional; coqueteó con lo urbano con excelencia (lo certifica su disco Best Seller, de 2018); y se le animó al cuarteto noventero, a la bachata y a lo que sea, ahora puede reclamar su lugar en un podio de nuestra música regional porque… ¿Por qué no?
No hay apropiacionismo cultural en Juan Ingaramo, por más que su despunte como músico se haya dado desde otros géneros: nació a cuadras del Sargento Cabral y en su casa, con estudio de grabación propio porque su padre es un exmiembro de Los Músicos del Centro, fue un hervidero creativo que no despreció al ritmo popular.
Con Rodrigo tiene muchas similitudes: el haber crecido en un hogar tomado por la música (Rodrigo era hijo del directivo discográfico “Pichín” Bueno); su obsesión por darles carácter trasnacional tanto al gentilicio propio y a la tonada como a la música de su ciudad; el amor por el Club Atlético Belgrano; la tormenta de facha; darle entidad artística a un ritmo muchas veces subestimado…
“Las canciones que forman este quinto álbum de Juan narran historias de amor trasnochado, amor conyugal, baile, fernet y desamor. Estos relatos son tan universales como íntimos y certeros: enamorarse a las 6 am, perder la pasión con el paso del tiempo o reencontrarse con un viejo amor”, dice la fundamentación oficial de Welcome To Córdoba City.
“Y sin embargo (a pesar de su lengua universal), Juan nunca deja de lado su propio corazón, tal vez en este disco más que nunca. Las 13 canciones que componen Welcome To Cordoba City ponen a rodar la película de la ciudad que lo vio crecer. Pasando por la balada, el cuarteto, el reggaeton y el pop, Juan demuestra que sus raíces siguen tan intactas como su curiosidad, añade.
Para Pop Art, sello editor del álbum, mostrar de dónde uno viene y regalárselo con orgullo al mundo entero es un gesto de amor, de ternura y fidelidad. La fundamentación parece escrita por el “Potro”.
“Yo quería estar en el indie, quería pertenecer a su establishment y estar legitimado por él. Pero una vez que estuve ahí, sentí que ya había rendido la materia y que debía cursar una nueva. Y ser popular me parecía una opción más democrática, en el sentido de que a mi música la pudiera escuchar cualquier persona de cualquier edad y no sólo los que pudieron escuchar a X artista en X época o los que se visten de tal o cual manera”, le comentó a VOS en la previa de la edición de Welcome to Córdoba City, álbum que empodera su ingrediente cordobés con locuciones de Titi Ciabattoni y Gabriela Tessi, los radiostars de Cadena 3.
“Siento como un enorme privilegio el haber concebido mi música y mi carrera en un entorno como el de mi casa. Un entorno que siente a la música como una materia espiritual, universal… La música es aire, es tener emociones, es intangible. A la vez, cuando el mercado y la industria la han vuelto un bien de consumo voraz, yo la siento como un refugio”, añadió.
“Mi abuelo escuchaba tango, mi viejo tiene su historia con el jazz, en mi barrio (San Vicente) se escuchaba cuarteto… Todo eso me hizo concebir a la música como una forma de vida y como un bien social que debe ofrecerse como servicio a la comunidad”, concluyó Ingaramo, quien ya había reivindicado a Rodrigo con una versión de Fuego y pasión incluida en el citado Best Seller.
Para aquella grabación, incluso, se tiñó el pelo de celeste tal como el “Potro” lo hizo en los primeros meses de 2000, cuando se paseaba por los programas de la siesta – tarde – noche con la boca suelta y la determinación de tomar el mundo por asalto.
Monada, osadía e independencia
Monada es el trío de los hermanos Ninci. Juanito, el cantante, tiene de Rodrigo esa insolencia de imponerse donde sea sin medir la expectativa que el entorno tiene con respecto a él.
Y Lucas, es el compositor que en las letras hilvana amor, desamor, picaresca y orgullo barrial luego de un proceso de observación tan preciso como meridiano; y que en la música se permite abrir un poco el abanico sin salirse de un matriz tunga tunguera.
Este proyecto, que se completa con Agus, otro gran hermano, llegó al cuarteto desde el punk. Una vez que los Ninci descubrieron que había demasiada pose en su escena naciente, probaron con el ritmo regional para conseguir credibilidad callejera. Y se inmiscuyeron de a poco en un circuito muy industrializado y digitado hasta ganar un espacio propio como grupo independiente, con escarceos convenientes con algunos productores.
Es una épica similar a la del “Potro” en la bailanta porteña.
Otra similitud: así como el estigma punkito persigue como una sombra a los Monada, a comienzos de 2000 la prensa porteña consideraba a Rodrigo como un Eminem sudamericano. Vale recordar la edición del Suplemento Sí con el informe “¿Rap de acá?” que se focalizada en el cordobés de barrio San Martín.
Pero el dato que más los emparenta es el desvelo por publicar música inédita todo el tiempo. Lucas Ninci para VOS: “Vamos todos los días a laburar, a hacer canciones, a producir, a grabar ideas. Es lo más importante de nuestras vidas, y nos tomamos mucho el compromiso de seguir creando. Yo creo que esa mística con la gente se generó a través de eso”.
“El cuarteto está necesitando compositores, necesita gente que quiera decir cosas, que escriba. Hay una zona de confort que el cuarteto atraviesa en algunos momentos que no está tan buena a nivel creativo y compositivo”, cerró el músico apelando a una mínima solemnidad.
Tal como lo hacía Rodrigo cuando iba a 2000.
Más información
Los músicos de Rodrigo buscan cantante para un nuevo proyecto: el mensaje de Ulises Bueno
https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/asoma-un-nuevo-rodrigo-que-tienen-juan-ingaramo-luck-ra-y-monada-en-comun-con-el-potro/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/vos/musica/asoma-un-nuevo-rodrigo-que-tienen-juan-ingaramo-luck-ra-y-monada-en-comun-con-el-potro/