Asociación ilícita en la FPA: cayó otro integrante de la fuerza y ya son siete los policías detenidos
Una investigación que comenzó en febrero, cuando el propio jefe de la Fuerza Provincial Antinarcotráfico (FPA), Adrián Salcedo, denunció un faltante de cocaína y marihuana en un depósito judicial de Cosquín, tuvo un giro inesperado que destapó el presunto funcionamiento de una asociación ilícita integrada por jefes de la fuerza, con el único fin de presentar resultados positivos en los operativos.
Esta última veta investigativa dio en las últimas horas un nuevo resultado, con un agente de la FPA detenido que integraba la delegación Cruz del Eje al momento de los hechos y un civil, que aparentemente, obraba como informante informal de las brigadas de Cruz del Eje y Deán Funes.
Sobre ellos pesa la misma imputación que el resto de los detenidos: “Entrega de estupefacientes agravado por la calidad de funcionario público encargado de la persecución de los delitos previstos por la ley 23.737″. De este modo, engrosan una lista que actualmente asciende a 10 detenidos y 12 imputados.
Podrían ser indagados en dos tandas en los próximos días, según confiaron fuentes con acceso a la causa.
Los inicios de la investigación
Todo comenzó cuando Salcedo fue informado por un posible faltante en un cargamento decomisado y acudió a la Justicia.
El fiscal de la causa, Juan Pablo Klinger, corroboró que esa droga (158 gramos de marihuana y 357 de cocaína) “había desaparecido” y por eso imputó al exjefe de la brigada de la FPA de la sede de Cruz del Eje, Mauricio Oyola.
Lo acusó por los delitos de violación de prueba a título culposo, reiterado; encubrimiento por omisión de denuncia, agravado por la calidad de funcionario público; y abuso de autoridad.
Lo mismo hizo con Patricio Bazán, un funcionario judicial que pertenecía a la Secretaría Móvil de Lucha contra el Narcotráfico, con sede en Cruz del Eje y que depende de la fiscalía de Cosquín.
A pesar de las graves acusaciones, ambos se encuentran en libertad.
Esas fueron las primeras actuaciones del fiscal, pero Klinger siguió investigando. No se quedó con lo que había llegado a su despacho de la Fiscalía especializada en Narcotráfico, que se basaba en lo que había señalado Salcedo en febrero.
Se preguntó por qué faltaba esa droga de aquel cargamento. Y su pesquisa lo llevó a sostener que las delegaciones de Cruz del Eje y de Deán Funes dosificaban droga como parte de pago a civiles, que eran “buchones” o “dateros” de la Policía.
Con la información que traían los civiles, los policías presentaban resultados positivos. En palabras sencillas, hacían buenos números con dos o tres procedimientos en los cuales desbarataban al narco.
Actualmente, el fiscal ya tiene en sus manos, por la aparente comisión de esta maniobra ilegal, al jefe de la brigada de Deán Funes al momento de los hechos, que luego fue transferido.
Antes de ser apresado, era jefe de la brigada de Cruz del Eje. Se trata de Néstor Márquez. También cayó el agente Raúl Moreno, de la delegación Deán Funes.
A la par, fueron detenidos quienes integraban al momento de los hechos la brigada de Cruz del Eje: el segundo jefe del pelotón, Sergio Ruiz, y su hermano, Eduardo Ruiz, más otros dos agentes: Luis Benavídez e Isidro Rivero.
Este miércoles se sumó un nuevo agente a la lista, de quien aún no trascendió su identidad.
También están en la cárcel tres “dateros” de los pelotones, uno de los cuales fue apresado en las últimas horas. Los civiles se encuentran en la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA), y los oficiales y jefes de la FPA, en la cárcel de Bouwer.
Todos fueron imputados por supuesta asociación ilícita, en calidad de miembros, y dos de ellos por la figura de “entrega de estupefacientes agravado por la calidad de funcionario público encargado de la persecución de los delitos previstos por la ley 23.737″.
Las imputaciones podrían agravarse con el paso de los días y el avance de la investigación. Klinger trabaja sobre un gran compendio de pruebas que se apila en su escritorio, tras los allanamientos simultáneos que ordenó los primeros días de octubre y que en las últimas horas lo condujeron a concretar las dos nuevas detenciones.
En total, hay un jefe de la FPA y un secretario judicial imputados por la desaparición de la droga; siete policías detenidos por el uso indebido de droga decomisada y tres civiles por vender información a cambio de estupefacientes: 12 imputados y 10 detenidos (siete de ellos, policías).
Agresiones en Bouwer
En las últimas horas trascendió que en el módulo M1 de Bouwer hubo una serie de incidentes en contra de los detenidos por la causa de la FPA.
Fuentes de la investigación consignaron que Raúl Moreno denunció, a través de su abogado, que fue objeto de insultos y agresiones. La fiscalía se encuentra actualmente corroborando la situación del detenido.
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