Así es Rescate implacable, una película sin medias tintas
Fue en la década de 1980 cuando un nuevo modelo de héroe se impuso en el cine norteamericano: más musculoso, con pasado militar o de entrenamiento duro que lo convierte en un experto en las peleas y capaz de enfrentarse a mafias enteras o a ejércitos porque también sabe manejar todo tipo de armas, dando al género de acción ese plus anabólico y descabellado que le faltaba para ser más adictivo.
Los que inventaron este modelo fueron Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger, quienes les dan una presencia física a sus personajes como nunca antes en la historia del cine de acción, un cine muscular, aguerrido, de trazo grueso y de héroes de pocas palabras que luchan para defender a los más débiles y para hacer justicia por mano propia, y cuya única ideología es su fuerza demoledora.
Este nuevo modelo narrativo hace capote en la era Reagan. De hecho, muchos críticos llamaron a estos actores, despectivamente, “los muchachos de Reagan”, sin advertir que la fórmula que estaban inventando trascendería la coyuntura política, ya que era una manera nueva de entretener y de hacer cine, al que lo depuraba de cualquier atisbo autoral (en todo caso, quienes pasan a ser los autores son los actores).
Y es Stallone, justamente, el encargado del guion de Rescate implacable, la nueva película protagonizada por Jason Statham y dirigida por David Ayer (segunda colaboración entre actor y director, ya que el año pasado estrenaron la también muy buena Beekeeper: sentencia de muerte), que, por supuesto, homenajea aquella fórmula.
En este caso, Levon (Statham) tiene que salvar a Jenny (Arianna Rivas), una muchacha a la que unos mafiosos rusos metidos en la trata de personas capturan para hacerla trabajar. Levon es un laburante de la construcción y ella es hija de unos amigos que trabajan con él.
Levon, a su vez, tiene una hija, Merry (Isla Gie), que vive con el abuelo (suegro de él) porque la madre falleció. Hay encono entre ambos mayores porque el abuelo cree que su hija murió por culpa de Levon, al que considera un violento incurable. Es Merry el motor del protagonista y lo que hace que también vea a Jenny con ojo paternal.
Cuando Levon se entera de que secuestraron a Jenny, empieza a buscarla y a reducir uno por uno a los mafiosos, hasta llegar al más poderoso, lo que da lugar a un desfile de delincuentes extravagantes y a coreografías de peleas espectaculares, que recuerdan a los grandes exponentes de este género de la década de 1980.
No falta el momento en que Levon va a pedir ayuda a un amigo ciego, Gunny (David Harbour), en otro de esos convencionalismos del género, para proveerse de armas y para dejar a Merry segura mientras va en busca de los mafiosos. Lo demás ya se pueden imaginar: mucha acción, piñas y tiros, pero bien equilibrados.
Da gusto ver una película de acción como la de los ‘80, cuando la popular se emocionaba al ver a sus ídolos pelear. Y si bien tiene sus traspiés y se hace un poco larga hacia el final, mantiene la adrenalina gracias a un Statham imparable e implacable a pesar de los años, en una película hecha para los que aman el cine de verdad.
Para ver Rescate implacable
A Working Man, Reino Unido/Estados Unidos, 2025. Acción. Dirección: David Ayer. Guion: Sylvester Stallone y David Ayer, basado en el libro Levon’s Trade, de Chuck Dixon. Elenco: Jason Statham, Jason Flemyng, Merab Ninidze, Maximilian Osinski, David Harbour, Arianna Rivas, Isla Gie, Eve Mauro, Chidi Ajufo, Michael Peña, Cokey Falkow y Noemi Gonzalez. Fotografía: Shawn White. Música: Jared Michael Fry. Duración: 116 minutos. Apta para mayores de 16 años. En cines.
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