Antibióticos: nuevas pautas para su uso responsable
El gobierno nacional, a través de un decreto, reglamentó en julio la Ley 27.680 de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos, que fuera sancionada en 2022. El objetivo de la norma es combatir una de las principales amenazas de la salud pública a nivel global restringiendo el uso de antibióticos a las situaciones en las que sean imprescindibles o insustituibles.
El Ministerio de Salud de la Provincia, el Consejo de Médicos, el Colegio de Farmacéuticos y el Colegio de Odontólogos acordaron iniciar una campaña de concientización y cumplimiento de las nuevas pautas, que entraron en vigencia el 1º de septiembre.
La reglamentación prevé nuevas pautas para médicos, odontólogos y farmacéuticos tanto en la receta como en la venta de antibióticos, que representan un cambio radical tanto para los actores involucrados, incluidos los pacientes, que requieren ser difundidas para asegurar su cumplimiento.
Es un gran paso para contar con mejores herramientas y medidas multisectoriales para hacer frente a una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad. Según las organizaciones internacionales de Salud se estima que para 2050, la Resistencia Antimicrobiana puede constituirse en la primera causa de muerte a nivel mundial si no se genera una respuesta global conjunta y sistematizada.
¿Qué alcance tiene la disposición?
La ley 27.680, como su reglamentación, tiene el enfoque integral de la Salud, que implica el abordaje de la Resistencia Antimicrobiana (RAM) como problema de salud pública desde las diferentes disciplinas de las ciencias médicas, veterinarias y medioambientales con la participación de todos los sectores y actores involucrados, con un enfoque multidisciplinario como es la génesis de su problemática y a partir de la necesidad de alcanzar un mejor manejo y control. La ciencia médica afirma que el uso indiscriminado de antibióticos produce resistencia a los antimicrobianos. Ese camino podría derivar a futuro en un problema para curar enfermedades infecciosas. Además, permitirá evitar la automedicación.
¿Qué cambia para los médicos?
La dispensa de estos medicamentos se debe realizar “bajo receta archivada”. El colega que prescribe un antimicrobiano debe entregar al paciente la receta original y una copia o duplicado para que una de ellas quede archivada en la farmacia en la que se dispensó.
¿Qué debe incluirse en la receta?
En la receta -ya sea manuscrita, electrónica o digital- debe constar la siguiente información: el diagnóstico por el cual se indica su uso con nombre, apellido, número de matrícula, domicilio, número telefónico y correo electrónico, según corresponda, del prescriptor. El desarrollo de la receta electrónica realizado por el Consejo de Médicos, permite realizar la duplicación, en forma automática.
¿Qué medicamentos están incluidos?
Se trata de los que se denominan “antimicrobianos”: antibióticos, antivirales, antifúngicos, antiparasitarios.
¿Qué cambia para los farmacéuticos?
La categoría de “venta bajo receta archivada” incluía ya en la ley a “todas aquellas especialidades medicinales y medicamentos industriales constituidos por principios activos que, por su acción, sólo deben ser utilizados bajo rigurosa prescripción y vigilancia médica, por la peligrosidad y efectos nocivos que un uso incontrolado pueda generar”. Esto ya ocurría con los psicofármacos. Ahora se extiende a los antimicrobianos.
¿Qué cambia para el paciente?
Para acceder a un antibiótico el paciente deberá necesariamente realizar una consulta y obtener una derivación médica u odontológica, también contemplar y respetar la dosis, el intervalo y la duración completa del tratamiento. Según los especialistas, el uso responsable de los antibióticos implica no interrumpir los tratamientos con antibióticos, tomarlos en los momentos indicados por el profesional de la salud, no consumirlos en el caso de infecciones virales, y no comprarlos sin receta y sólo pueden ser provistos por una farmacia. Durante septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2020 el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba realizó un estudio sobre el RAM dónde se detectó que del total de solicitudes de antibióticos en distintas farmacias de Capital y el interior provincial los pedidos sin receta constituyeron el 31,9%.
¿Qué exige a la industria?
Las presentaciones de expendio de antibióticos “deben mantener concordancia con la dosis, el intervalo de dosis y la duración del tratamiento”. Según la opinión de profesionales que se dedican al tema, señalan que hay, por ejemplo, algunas cajas de antibióticos que hoy están a la venta y no alcanzan para cubrir un tratamiento y muchas veces sucede que la gente termina la caja y como ya se siente mejor, no completa la terapia.
Además, establece que “los envases de los medicamentos cuyo ingrediente farmacéutico activo (IFA) tenga actividad antimicrobiana sistémica deberán contar con un etiquetado frontal especial, definido por la autoridad de aplicación, claramente visible”.
Fuente: https://cmpc.org.ar/nuevas-pautas-para-el-uso-responsable-de-los-antibioticos/
Resistencia antimicrobiana, el desafío global en la práctica médica
La especialista Claudia Guerrero, profesora doctora en medicina y cirugía, especialista en farmacología clínica y miembro del Comité de Contralor CMPC, realiza un aporte clave. “La resistencia a los antibióticos es una verdadera emergencia en salud y amenaza con hacer que las heridas y enfermedades comunes, que son fáciles de tratar, se tornen mortales, esto se debe entre otros factores a la excesiva prescripción de antibióticos y su disponibilidad sin receta que son moneda corriente”, señala.
Y agrega que frente a la resistencia antimicrobiana se han propuesto estrategias globales para disminuir su impacto.
Políticas de uso responsable. Se han establecido políticas y guías para fomentar la prescripción adecuada de antimicrobianos en entornos médicos. Esto incluye la promoción de terapias dirigidas y el abandono del uso inapropiado o excesivo de antimicrobianos.
Programas de vigilancia y monitoreo. Se han desarrollado sistemas de vigilancia para la detección temprana de resistencia antimicrobiana y la identificación de patrones emergentes. La vigilancia es crucial para adaptar las estrategias de tratamiento y prevenir la propagación de cepas resistentes.
Educación y concienciación médica. La formación continua y la educación sobre el uso prudente de antimicrobianos son esenciales. Los profesionales de la salud deben estar informados sobre las mejores prácticas en el uso de estos fármacos para minimizar el riesgo de desarrollo de resistencia.
Investigación y desarrollo de nuevos fármacos. Es crucial incentivar la investigación y el desarrollo de nuevos antimicrobianos para reemplazar aquellos que han perdido eficacia debido a la RAM. La innovación en esta área es fundamental para garantizar opciones terapéuticas efectivas.
Colaboración internacional. La lucha contra la RAM requiere una cooperación estrecha entre países y organizaciones. Compartir datos, experiencias y conocimientos contribuye a una comprensión más completa y a la implementación de estrategias efectivas.
En este contexto adquiere una dimensión especial el papel de la Farmacovigilancia (FVG), proponiendo métodos y herramientas que detectan o sospechan resistencia o los casos de uso inadecuado de los antibióticos. Así, la identificación, cuantificación y evaluación de los riesgos asociados con el uso de los medicamentos y especialmente en relación con los antibióticos, pueden evitar o minimizar el daño a los pacientes y adoptar las medidas necesarias, poniendo en marcha, si fuese preciso, medidas reguladoras.
Concientizar y abogar por estas estrategias es una responsabilidad compartida que nos permitirá enfrentar este desafío global y proteger la salud de nuestras comunidades y pacientes.
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