Ante la alta inflación, ¿qué opciones tiene el ahorrista?
Con una inflación acumulada de 211,4% en 2023, una devaluación de casi 120% a partir del cambio de Gobierno nacional en diciembre pasado y proyecciones que indican que la suba de precios no descenderá del promedio de 15% al 20% mensual durante el primer semestre de 2024, el ahorrista enfrenta un panorama desafiante al buscar opciones de inversión que (de mínima) lo protejan contra la pérdida de valor.
A eso se suma que la reducción de la tasa de interés de plazos fijos determinada por el Banco Central se volvió desfavorable y el dólar no ofrece protección patrimonial: una cotización relativamente estable genera, en términos reales, pérdidas entre 15% y 20%.
“En este contexto, existen opciones que aportan una alternativa atractiva por cuatro factores: 1) el mercado inmobiliario vive un momento particular, con precios en mínimos históricos retrocediendo a valores de una década atrás, y empezó a recuperarse hace sólo un par de meses, en especial para las opciones de inmuebles nuevos y en desarrollo 2) los precios de viviendas en construcción y nuevas empezaron a mostrar recuperación desde mediados de 2023, lo que marca una gran oportunidad de rentabilidad para inversores y compradores que cuentan con margen de ahorro para afrontar la compra ante la falta de crédito viable 3) en esa misma línea, la reactivación del mercado también generó una fuerte baja del stock de viviendas usadas luego de casi 4 años de continuo crecimiento por baja de operaciones 4) hay oferta de alternativas de inversión diseñadas para sortear con éxito contextos turbulentos e inestables como el actual; inmuebles nuevos, en desarrollo, cuya posibilidad de financiación en pesos genera una utilidad adicional significativa para quienes tienen dólares, producto de la brecha existente entre la cotización del oficial y los financieros”,
dijo Ariel Venneri, especialista en economía y finanzas corporativas y socio fundador de Mahe Desarrollos Inmobiliarios.
Acopiar material, una opción
Por otro lado, el acopio de materiales emerge como una opción atractiva. La posibilidad de congelar el precio y retirar los productos hasta en 12 meses se perfila como un modelo “ganar-ganar”, pues le permite a quien construye controlar el costo de las obras, al mismo tiempo que contribuye a mantener las ventas en el sector pese a la situación económica. Esta alternativa consiste en adquirir y almacenar productos de construcción con el propósito de capitalizar el aumento de su valor en el tiempo, lo que la convierte en una interesante estrategia para enfrentar la inflación.
Quienes acopian buscan principalmente:
1. protegerse contra la inflación. Al almacenar materiales, los inversores pueden asegurar los precios actuales y resguardar su inversión del impacto de la inflación. A medida que los precios de los materiales de construcción aumentan el valor del acopio también se incrementa, lo que genera posibles ganancias.
2. aprovechar las fluctuaciones de precios. El acopio permite a los inversores aprovechar condiciones favorables del mercado y comprar materiales cuando los precios son relativamente bajos. Así, se posicionan para beneficiarse de futuros aumentos de precios y maximizan rentabilidad.
3. hacer una inversión a mediano-largo plazo. Los inversores suelen mantener los materiales almacenados durante un período de tiempo antes de utilizarlos en proyectos de construcción. Este horizonte de inversión más largo puede conducir a mayores rendimientos respecto a las inversiones a corto plazo.
4. estabilidad. A diferencia de algunas inversiones financieras, el valor del acopio no está directamente vinculado a tasas de interés o al rendimiento del mercado de valores. En cambio, se relaciona con el valor tangible de los materiales almacenados. Esta estabilidad puede ser atractiva para inversores que buscan una opción más predecible y segura.
Históricamente, el ladrillo ha sido catalogado como un refugio económico para los inversores argentinos, ya que las compras de materiales se hacen en pesos y la venta de propiedades en divisa extranjera, diferencia que ahora puede jugar a favor de quien decida acopiar material.
“El acopio de materiales es visto como una inversión. Comprar materiales durante momentos como los que atraviesa actualmente Argentina permite capitalizar futuras alzas de precios y escasez, maximizando así ganancias potenciales”,
explicó Federico Lawler, gerente regional de Familia Bercomat.
Aunque el acopio ofrece beneficios sustanciales, es crucial abordar los riesgos y desafíos asociados. Una evaluación cuidadosa de las condiciones del mercado, los costos de almacenamiento y las posibles variaciones en la demanda de materiales específicos resulta esencial. Asimismo, conocer la duración y cuidado del material almacenado también se presenta como un aspecto crítico para mitigar riesgos y pérdidas de inversión.
De cara al futuro, el acopio de materiales se perfila como una estrategia importante en el sector de la construcción contra la inflación. Su capacidad para generar rendimientos superiores a la inflación anual (combinada con la estabilidad que ofrece) sugiere que seguirá siendo una opción atractiva.
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