Agente inmobiliario, la actividad que se volvió tendencia
Los agentes inmobiliarios están viviendo su momento de furor. En los últimos años su trabajo se volvió fundamental para las inmobiliarias. Son altamente demandados por los corredores públicos que están al frente y proyectan ampliar sus negocios y ganar competitividad.
Hay varias causas que explican este “boom”. Una de ellas es que el mercado de la construcción está creciendo en todo el país, sobre todo en aquellas ciudades enfocadas en la explotación del turismo. Eso también se percibe en Córdoba. En Villa Carlos Paz por ejemplo, como en otros destinos de nuestra provincia, hay importantes proyectos inmobiliarios en pleno desarrollo que contribuyen con este auge.
Sin embargo, una de las razones fundamentales por las que la actividad del agente inmobiliario está en su mejor momento tiene que ver con la transformación cultural del sector inmobiliario. Por supuesto esto no ocurrió de un día para el otro sino que es el resultado de un proceso que viene ocurriendo desde hace varios años.
En estos últimos tiempos el sector inmobiliario fue incorporando nuevas herramientas tecnológicas y adoptó un nuevo enfoque laboral a partir del trabajo colaborativo y la vinculación en redes. Además, la actividad inmobiliaria es cada vez más sofisticada y exige nuevos conocimientos y aptitudes para mantenerse vigente en el mercado.
Es en este contexto donde las habilidades de relacionamiento social del agente inmobiliario fueron revalorizadas por el sector. Esta es la razón por la que el agente inmobiliario se halla más a gusto y alcanza su mayor potencial en aquellos entornos donde se favorece la “competencia positiva” o la “coopetencia”, una modalidad de trabajo donde el éxito individual también significa el éxito colectivo.
Esta nueva visión del rol que encarna el agente inmobiliario surgió hace casi veinte años con la llegada de RE/MAX al país. Empresa pionera en Argentina en ofrecer servicios inmobiliarios complementarios para corredores y emprendedores, RE/MAX abrió el camino para que posteriormente llegaran otras empresas de franquicias como Century 21, Coldwell Banker y Keymex, entre otras.
El éxito de la estrategia de incorporar la figura del agente inmobiliario a la estructura de negocios de una empresa hizo que las inmobiliarias tradicionales también adoptaran este modelo de trabajo. Muchas de estas inmobiliarias hoy se encuentran entre las más competitivas del mercado y están a la vanguardia el sector: Lepore, Soldati, Toribio Achával y Roilands son algunas de ellas.
También en Córdoba una gran cantidad de inmobiliarias siguió esta tendencia, entre ellas algunas muy conocidas en Córdoba capital como Sergio Villella, JB Srur y Eduardo Malbrán o Cernotto Inmobiliaria y Carlos Paladino en Villa Carlos Paz, por mencionar solo algunas.
La irrupción del agente inmobiliario en el panorama local reconfiguró la obsoleta figura del “vendedor”, por lo general un empleado en relación de dependencia que trabaja por un sueldo mínimo y sin posibilidades de crecimiento.
Muy distinto es el perfil del agente inmobiliario. Son personas que se caracterizan por su espíritu dinámico y proactivo y que buscan crecer económica y personalmente. Se rehúsan a trabajar en relación de dependencia y, por el contrario, prefieren la independencia y la libertad que les brinda su actividad para poder desarrollar sus propósitos personales y proyectos de vida.
Entre sus principales atributos o cualidades, el agente inmobiliario destaca por su capacidad comunicacional y organizativa y su predisposición para trabajar en equipo, pero fundamentalmente lo que lo más lo distingue es ser el portador de una alta motivación para cumplir los objetivos que se propone.
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