Adepa dijo que es un oficio legítimo y necesario para las instituciones
En una nueva conmemoración del Día del Periodista, en la fecha que se recuerda la fundación de La Gaceta de Buenos Aires, el 7 de junio de 1810, creado por Mariano Moreno, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) emitió un pronunciamiento en el cual defendió el rol del periodista, en momentos de cuestionamientos a la profesión, desde distintos sectores de poder.
“En estas cuatro décadas de democracia, el periodismo profesional hizo su aporte a la consolidación institucional. Defendió la vigencia de la Constitución en momentos en que era cuestionada por asonadas militares, desafió el autoritarismo y llevó luz a los pliegues más oscuros y feudales del poder, con casos de enorme repercusión pública como los de María Soledad Morales, el soldado Omar Carrasco, el régimen de los Juárez o la trama de poder e impunidad que le costó la vida a José Luis Cabezas”, enumeró Adepa, en un documento que se publicó hoy.
La entidad que agrupa a los medios de todo el país, también resaltó la tarea de los periodistas, en esta etapa democrática, la más prolongada de la historia argentina.
“El periodismo contribuyó también a marcar las demandas y urgencias ciudadanas en las persistentes crisis económicas y sociales que sufrió el país. Su afán investigativo fue indispensable para denunciar graves hechos de corrupción que atravesaron al poder. Esos casos fueron tomados por la Justicia –y en varias ocasiones, sus responsables condenados– gracias a la tenacidad del periodismo”, enfatizó la entidad.
En este sentido, Adepa también puso énfasis en el trabajo de los periodistas en democracia. “El periodismo ha sido fundamental, además, en la denuncia y la crítica de cuantos intentos ha habido por eliminar o degradar las garantías que fundamentan la sociedad republicana y aseguran nuestros derechos”, expresó la entidad.
Otro de los aportes de los periodistas -según Adepa- fue “auditar” la “idoneidad” de los integrantes de los distintos estamentos del poder.
“La prensa también ha sido clave en la forma en que ha auditado en todo tiempo, y hasta el presente, la conducta e idoneidad de los integrantes de los tres poderes del Estado”, remarcó la entidad .
Çonflictos con el poder
En este contexto, Adepa resaltó el conflicto que significa la actividad profesional con los gobiernos de turno. “La actividad profesional está marcado por conflictos con el poder. Estos no deben alarmar en tanto se trate de la natural tensión entre prensa y poder en una democracia”, describió la entidad. Aunque también hizo una advertencia.
“Sí deben marcarse aquellas patologías que transforman esa tensión en persecución, en hostigamiento, en estigmatización, como ha sucedido en buena parte de las dos últimas décadas”, expresó Adepa.
“La libertad de expresión como derecho de todos los individuos, desde el presidente de la Nación hasta un ciudadano de a pie, implica poder rebatir, cuestionar y refutar. Mostrar hechos no es insultar. Criticar no es agredir. Cuestionar no es atacar. Discutir no es hostigar. Informar y opinar no convierten a nadie en enemigo ni en mercenario”, aclaró.
Por último, Adepa concluyó. “Nadie exige que el trabajo periodístico sea aceptado como un dogma de fe ni como algo incuestionable. Pero sí debe ser respetado como un oficio legítimo y necesario, como otras tantas disciplinas. Y si se produce alguna actitud reñida con la ley, esta debe ser denunciada ante el Poder Judicial”.
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