Acusaciones, juicios y condenas a estafadores por redes sociales
El ingenio y la creatividad de los delincuentes suele correr un poco más rápido que la respuesta policial y judicial. Pero en los últimos años la especialización en los equipos de investigación se viene perfeccionando al punto de registrarse numerosos casos de condenados por estafas a través de las nuevas tecnologías.
En la ciudad de Córdoba se crearon las dos fiscalías de Delitos Complejos, a cargo de los fiscales Valeria Rissi y Enrique Gavier, a quienes se sumó luego uno especializado en Cibercrimen, Franco Pilnik. De igual modo, los fiscales “de número” también investigan numerosas defraudaciones, en principio, no tan complejas.
Si bien están abarrotados de causas ante un incesante número de denuncias de particulares, estos investigadores ya han elevado numerosos expedientes que han conseguido un buen número de condenas.
Recientemente se conoció la prisión preventiva de 17 personas que vendían de modo presuntamente fraudulento lotes que no les pertenecían en localidades como Parque Siquiman, Bialet Massé, Cosquín y Villa Carlos Paz, entre otras. El modo de publicitar esas ventas no era otro que los anuncios en Marketplace.
Pero en materia de condenas, se conoció recientemente la que en juicio abreviado inicial dictó el juez de Control Juan Manuel Fernández López en contra de una asociación ilícita integrada por 10 jóvenes que estafaban a vendedores de teléfonos (en especial iPhone), consolas de videojuegos y otros artículos electrónicos en plataformas electrónicas como Marketplace y luego vendían a un reducidor, que reingresaba esos productos robados al mercado, también con anuncios en sitios de comercio digital.
En este caso, los estafadores no publicaban avisos para vender, sino que buscaban a comerciantes que publicaban sus avisos para la venta. Luego, contactaban al vendedor, chateaban con él y acordaban una cita. Después, presencialmente “compraban” el producto con una transferencia simulada: mostraban una captura de pantalla de una transferencia “trucha”, o decían que el banco demoraba un poco la acreditación y fingían apuro, y hasta mostraban otras operaciones recientes en las que supuestamente se había acreditado el pago electrónico.
En la actualidad, por sólo citar algunos casos que avanzan en Tribunales 2, se está juzgando a un grupo de nueve personas, entre ellas un adolescente y una mujer, menor de edad, en la Cámara 12ª del Crimen que habrían cometido una gran cantidad de estafas a particulares con productos que “vendían” a través de Marketplace en una casa de barrio San Roque de la ciudad de Córdoba a través de publicaciones falsas.
Con diversas argucias, lograban que los “compradores” les entregaban el dinero y luego no entregaban los productos. En uno de los casos, se habría producido un robo liso y llano a los particulares, porque algunos de los acusados habrían esgrimido armas de fuego para desapoderar de dinero a los adquirentes. Aquí, la acusación es por robo calificado con arma de fuego con operatividad no acreditada.
Seis de los nueve imputados ya confesaron e ingresaron a juicio abreviado, pero los otros tres están discutiendo algún detalle de la acusación. Con prueba abundante, el fiscal de Cámara Mariano Antuña solicitó penas elevadas para dos de los principales responsables, de siete años y seis años y 10 meses de prisión.
Este martes finalizaron los alegatos y la camarista María Gabriela Bella abrió un cuarto intermedio. En fecha a anunciarse próximamente se realizará la última audiencia con la última palabra y el dictado del veredicto.
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