La Voz del Interior @lavozcomar: Acuerdos viejos con inflación nueva, el dilema salarial que comienza a visualizarse

Acuerdos viejos con inflación nueva, el dilema salarial que comienza a visualizarse

Con un fogonazo inflacionario que pega de lleno en los artículos de la canasta familiar, en distintas actividades comienza a mirarse con detenimiento la posibilidad de otorgar sumas adicionales en los sueldos, por fuera de los acuerdos paritarios, a fin de tratar de equilibrar en algo la despareja carrera que libran los ingresos de los asalariados.

Claro que esta chance de conseguir algún peso extra incide más sobre los empleados formalizados del sector privado que en aquellos contratados de manera informal, donde las recomposiciones resultan mucho más difíciles de conseguir y están estrechamente ligadas con los sectores.

Según los pronósticos de las consultoras privadas, la inflación de diciembre se situará entre el 25% y el 30%, con un impacto aún mayor, cercano al 40%, en alimentos y bebidas, es decir, el corazón del gasto familiar.

Es una evolución que se aceleró dramáticamente a partir de octubre (en los primeros 10 meses ya era de 120%) y terminó de desbocarse con el impacto devaluatorio que, aunque conocido y esperado, no dejó de ser un golpe difícil de asimilar.

Marcelo Capello, vicepresidente del Ieral-Fundación Mediterránea, explicó que entre 2018 y 2023 “fueron más los años de caída que de suba de los salarios reales”. “No obstante, difícilmente se recuperen en 2024, más bien tendería a ocurrir lo contrario porque el sector público para eliminar su déficit necesitaría licuar salarios y el sector privado es diferente”, explicó a La Voz.

En ese universo de los privados, hay sectores que se pueden haber beneficiado con un mayor tipo de cambio que podrían mejorar los sueldos por encima de la inflación, aún cuando esos salarios medidos en dólares caerían este año, aclaró el economista.

Pero hay otros sectores que compiten con el exterior “que serán cuidadosos con sus decisiones salariales” por la supervivencia del mejor tipo de cambio frente a la inflación cuando el año comience a avanzar, añadió.

Queda un tercer sector, indicó Capello, conformado por las empresas privadas que no compiten internacionalmente y que cuentan con más margen para recuperar salario, en parte porque trasladan a precio esas subas.

“Sectores privados (o inclusive públicos) con salarios mayores a los que indica su productividad laboral, suelen resultar un lastre para la competitividad del resto de los sectores, porque sus precios son también altos”, añadió el investigador.

Salarios industriales

En términos de caída en dólares de los salarios, una de las formas de medir ese efecto con los datos del observatorio que funciona en el Ministerio de Trabajo de la Nación y que está muy influenciado por lo que se paga en las grandes compañías. Estos abres, con la cayeron hasta los 990 dólares oficiales o 660 dólares blue.

Con ello, el salario formal privado en dólares resulta 41% menor al de noviembre de 2023, y un 74% inferior a noviembre de 2015. ¿Qué tiene que ver esto con una economía que se mueve en pesos? Para la industria que compite con Brasil, por ejemplo la automotriz que en Córdoba cuenta con varias fábricas, aparece un notable abaratamiento de costos.

Ahora un operario en Brasil cuesta U$S 808 mensuales, contra U$S 990 de un par en la Argentina. Un mes atrás esa diferencia que ahora es de 22%, alcanzaba el 111%. “Esta situación obedece a fenómenos como la alta inflación, las distorsiones en los mercados de divisas y las políticas económicas que adoptó Argentina”, consideró el Ieral.

En otro plano, el salario básico de un empleado de comercio de Córdoba (totalmente formalizado) pasó en noviembre a $397.400, sin incluir conceptos adicionales. Se supone que con la inflación de diciembre, ese ingreso ya se deterioró en unos $ 80.000. ¿Hay chances de recuperación?

Una cuestión diferente es el de los salarios mínimos, donde la Argentina está en el fondo de la tabla desde la devaluación de diciembre. Esa cifra es de U$S 152, contra U$S 291 de Brasil o U$S 367 de Paraguay.

“Por ellos fue el cambio”

Como en muchas cosas en la Argentina existen dos bibliotecas. Están los que afirman que con la inflación, el comercio agrandó sus márgenes y podría absorber sin problemas una recuperación. Un tema es que ese acuerdo está todavía muy fresco como para volver a tocarlo.

Pero hay empresarios que se sinceran en favor de un ajuste. “Ellos, mis empleados, fueron claves para conseguir el cambio político que tanto queríamos, ahora no los puedo dejar en banda”, explicó un comerciante mayorista ante la consulta de La Voz.

“En la parte comercial, se podría dar algo más; en la industrial, de ninguna manera, me sobra la mitad de la gente”, agregó un empresario del interior con un pie en la comercialización y otro en la metalúrgica.

Situada en centro de la tormenta por el traslado a precios de los mayores costos en los insumos, la industria alimentaria ve venir un ajuste de salarios. La actividad “viene haciendo ajustes mensuales que copian la inflación, ahora se está discutiendo entre la Federación de Industriales de la Alimentación y el gremio los nuevos valores de los sueldos para enero”, describió Gabriela Moreno, titular de la cámara sectorial de Córdoba, Adiac.

Dólar en Córdoba. (Pedro Castillo / La Voz)

De mantenerse el criterio de acompañar la inflación, “estimamos que el ajuste va a ser importante”, agregó la dirigente. En ese rubro, todo lo que suba va a precio de la mercadería. A lo largo del gobierno anterior, el sindicato Stia mantuvo el criterio de tratar de conseguir reajustes bimensuales, es frecuencia podría modificarse.

En la industria metalúrgica, con dos patas principales, el autopartismo y fabricación de maquinaria agrícola, la negociación está en pleno proceso. En el trimestre octubre-diciembre rige una suba del 7% cada mes.

Sin embargo, el porcentaje se ató a la inflación del período para evitar una mayor pérdida salarial. Gustavo Del Boca, presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba explicó que la propuesta sectorial “es mantener el ajuste de acuerdo con el índice de inflación”.

Un problema es que la actividad no es pareja en todos los subrubros que la componen. Hay plantas que llevan 45 días sin ventas, desde el balotage presidencial. “Otro problema delicado es con los trabajadores mensualizados fuera de convenio, no hay referencias y nunca sabemos con esta inflación si están bien pagos o no”, reconoció una empresa de equipos para el agro.

En la industria plástica, con los sueldos de diciembre debería pagarse un incremento salarial del 15%, que corre en forma simultánea con un no remunerativo de $ 70.000 acordado antes de la devaluación. Ello implica una recuperación sobre la inflación pasada.

Es algo que le pasa a la mayor parte de las actividades: salarios viejos con inflación nueva.

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