A la hora del balance, cinco puntos salientes de Lollapalooza Argentina 2025
En la noche del domingo, Lollapalooza Argentina cerró su 10ª edición redondeando una convocatoria total de 300.000 personas, según difundieron DF Entertainment y 3 Presents, las productoras organizadoras del festival itinerante y supuestamente alternativo.
A la hora del balance, La Voz hizo un recorte de cinco puntos sobresalientes en sus tres días.
Superpoder femenino en el Lollapalooza Argentina 2025
Alanis Morissette cantó Ironic con una merma de enjundia en relación a los primeros ‘90, aunque con un insuperable nivel de sensibilidad. En otras palabras, la cantautora canadiense actualizó un tema compuesto con nervio juvenil con el aplomo que sólo da vivir la vida. Y emocionó a todos. Ese es un superpoder, potenciado en la jornada inaugural con una banda formada por hombres grandes, de cincuentones para arriba.
Olivia Rodrigo, en cambio, tiene el privilegio de expresarse en tiempo real sobre lo que siente (amor, desamor, imposibilidad de liberarse de un ex, insatisfacción con la imagen propia) como joven puesta en el estrellato por sus canciones que en más de una ocasión remiten al rock alternativo de los ‘90. Con banda de mujeres y no binaries, en la clausura del Lolla Argentina certificó todo lo que sabía sobre ella: es baluarte de la ira femenina con narrativa díscola.
Nathy Peluso y Girl In Red, ambas el último día, completaron este cuadro de superpoder femenino. La argentina con un show que la mostró como rapera – salsera que no necesita de voces pregrabadas para imponerse. La noruega, en tanto, se sobrepuso a una gripe galopante para imponer su orgullo lésbico.
Agitación política en el Lollapalooza Argentina 2025: ¿debería sorprender?
En sus comienzos, Lollapalooza fue alternativo de verdad, en el sentido de que Perry Farrell, su fundador, lo convirtió en plataforma de visibilización para cuestiones ignoradas por la agenda gubernamental estadounidense de los ‘90. Hablamos de sostenibilidad ambiental, salud reproductiva y firme oposición a las intervenciones armadas.
Convertido en evento trasnacional, esos ítems quedaron relegados en favor del entretenimiento millennial, aunque nunca desaparecieron. Por lo expuesto, precisamente, no deberían sorprender los posicionamientos que se produjeron en la 10ª edición del Lollapalooza Argentina por parte de Dum Chica, BB Asul y del cordobés Juan Lopez.
El trío garagero fue el más viralizado por la proyección de un video con Milei transicionando de líder psicópata a demonio escupesangre, pero las otras expresiones también tuvieron su impacto. BB Asul se solidarizó con Pablo Grillo, el fotógrafo herido por la policía en una manifestación por los jubilados en el Congreso, mientras que Lopez mostró una remera con la inscripción “La ruta del dinero K” y con la de todos los logros del kirchnerismo en materia sociocultural.
Libertad de expresión se llama, sólo enrarecida por el comunicado que Dum Chica publicó apenas terminó su show y en el que desligó a organización y sponsors del hecho. ¿Se lo mandaron a hacer?
Los momentos ¡Wow! del Lollapalooza Argentina 2025
Las celebraciones por la 10ª edición del Lollapalooza Argentina incluyeron “el mayor espectáculo de drones en América Latina”, anunciado en cada noche como “¡Momento Wow!” La exclamación no se interpretó exagerada, ya que realmente fue alucinógeno lo proyectado en una porción de cielo del Hipódromo de San Isidro.
En el marco de coreografías aéreas permanentes, 1.010 drones formaron frases y objetos de todo tipo, incluyendo el logo y los muñecos del festival, un robot y audífonos. Ese show fue dirigido por Iluxman Artistic Development para Lumasky. En la iniciativa, trabajó un equipo internacional de 20 personas comandado por Walter Buchholz, alguien con mucha experiencia en tecnología avanzada de previsualización 3D y realidad virtual en la innovación escénica.
Buchholz nació en San Paulo y se trasladó a Buenos Aires en 1980, y su pasión por la música, la tecnología y el arte performático lo llevó a embarcarse en una carrera rupturista, pionera y multifacética. Buchholz trabajó con Charly García, Indio Solari (diseñó las puestas del Indio y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado durante más de una década) y Hernán Cattáneo. Pero la puesta del Lollapalooza Argentina es su nuevo highlight. En pocas palabras, un valor agregado visual que solemos destacar en festivales foráneos, acá.
Sólo queda agregar que el equivalente delirante musical a la exclamación ¡Wow! fue el show de Ca7riel y Paco Amoroso.
Tool, trance televisado de lejos en el Lollapalooza Argentina 2025
Teniendo en cuenta que coincidía en horario con La Konga, desde La Voz sólo quedó la posibilidad de relevar el show de Tool desde Flow. La banda estadounidense debutó el sábado en un Lollapalooza Argentina marcado por una diversidad estilística que, sin embargo, es poco receptiva a su tipo de expresión: metal progresivo – alucinógeno, con elaboraciones largas y planteo escénico singular.
A tono con este último punto, en el que cantante e instrumentistas están minimizados por una iluminación brumosa y nunca expandidos en pantallas laterales, la formación se preservó la dirección de cámaras en la transmisión de su show.
Entonces, por el dispositivo elegido se dejaron ver por una cámara que estuvo dispuesta a más de 50 metros y que sólo permitía ver las proyecciones caleidoscópicas que acompañaron cada tema. Por más que esta decisión fue consecuente con la convicción de Tool de que nada interfiera con la experiencia que propone, en redes fue motivo de discusión y hasta disparador de memes. A show visto se puede concluir que el viaje sensorial se potencia cuando los egos de los intérpretes se licúan.
Así, imperceptible a la vista, el cantante Maynard James Keenan se oyó como un médium de una entidad superior que se expresó entre el dolor, el temor y la claustrofobia. Tool elabora, diseña, raramente explota. Se compromete con el trance más que con la satisfacción precoz. Entonces, verlo televisado sin primeros planos fue funcional con ese propósito.
La Konga en el Lollapalooza Argentina 2025: cuartetazo
Hasta el sábado, La Konga era ajena a la tradición del Lollapalooza Argentina. Pero se metió sola en la versión más transversal del festival por crecimiento imparable y por la sensación de que su nombre garantiza convocatoria.
De mano de la banda cordobesa, el festival fue testigo de una fiesta inolvidable, en la que el público se entregó al cuarteto con trencitos, palmas y coros a todo pulmón. De hecho, la arenga de la banda fue tal que redefinió el moshpit rockero para convertirlo en uno cuartetero: lejos de los empujones y los golpes, se formaron parejas que se enredaban entre vueltas de brazos, trompos y meneos conforme iban pasando los temas.
La Konga le sacó jugo a su tiempo escénico: interpretó 20 canciones (entre ellas La cabaña, Y cómo es él y Universo paralelo) y tuvo invitados de lujo como Emanero y Pedro Capó. Con puesta de luces impresionante y selección de hits efectiva, redondeó una presentación histórica. En síntesis, La Konga honró lo que la organización le confió: estar a la altura de un horario central y hacer olvidar por un rato que el Perry, el escenario que ocupó, es preferentemente electrónico.
Más información
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