100 años del nacimiento de Italo Calvino: un escritor maravilloso
“Mi fe en el futuro de la literatura consiste en saber que hay cosas que sólo la literatura, con sus medios específicos, puede dar”. Como un mensaje lanzado al futuro, Italo Calvino anotó esa frase en la breve introducción a Seis propuestas para el próximo milenio (1988), libro póstumo que recopiló una serie de conferencias que el autor italiano debía dar en Estados Unidos, invitado por la Universidad de Harvard.
Esther Judit Singer, conocida entre los íntimos como “Chichita”, la traductora argentina con la que se había casado en 1964, cuenta que las conferencias se convirtieron en la última obsesión de Calvino. Llegado el momento de viajar, había escrito cinco, cuyos títulos fueron “Levedad”, “Rapidez”, “Exactitud”, “Visibilidad” y “Multiplicidad”. El autor murió una semana antes de tomarse el vuelo, el 19 de septiembre de 1985. Falta la sexta.
En el inicio de “Levedad”, término que por lo general es considerado más un defecto que una virtud, Calvino escribió: “Mi operación ha consistido las más de las veces en sustraer peso; he tratado de quitar peso a las figuras humanas, a los cuerpos celestes, a las ciudades; he tratado sobre todo de quitar peso a la estructura del relato y del lenguaje”.
Un ejemplo de esa búsqueda era para el autor italiano La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera, y daba ejemplos anteriores de desafíos de la imaginación a la ley de gravitación, como Las mil y una noches y las aventuras del Barón de Münchhausen, obras de la literatura popular que han cruzado los siglos.
El autor de Las cosmicómicas persiguió siempre un tipo de imaginación que pudiera levantar vuelo y superar los límites sin ser escapista o ingenua. Una de sus máximas inquietudes era cómo representar el tiempo que se vive sin quedar aplastado por el peso del mundo y de la Historia.
Entretener
Italo Calvino nació en Santiago de las Vegas, provincia de La Habana, Cuba, el 15 de octubre de 1923.
Su vida caribeña fue sin embargo muy breve, ya que su familia regresó al cabo de dos años a Italia, donde desarrolló su carrera como editor y periodista, y donde produjo una de las obras más maravillosas de la literatura universal, compuesta por la trilogía Nuestros antepasados (El vizconde demediado, 1952; El barón rampante, 1957; El caballero inexistente, 1959), Los amores difíciles y Si una noche de invierno un viajero, entre otros títulos.
A 100 años de su nacimiento, su figura es objeto de homenajes que tienen también su expresión local. A instancias de Juan Kolasinki, el Instituto Italiano de Cultura de Córdoba organizó un ciclo de talleres de lectura de su obra a cargo de Elisa Gagliano, Flavio Lo Presti y Carlos Schilling, quienes a su vez ofrecerán una conferencia de cierre conjunta el jueves 12 de octubre, a las 19.30, en el museo Genaro Pérez.
“Lo que me resulta más interesante es su posición política, ética y filosófica con respecto al rol de quien escribe –señala Elisa Gagliano–. Calvino se ríe bastante de la solemnidad y del lugar de los intelectuales, y se pregunta cuál es el rol del arte. En el prólogo de El vizconde demediado, por ejemplo, hace toda una defensa del humor y toma partido por el escritor como alguien que tiene que entretener. Me gusta que use esa palabra, entretener a los otros. Es una posición que me interesa: si debo entretener a los otros, los puentes para el entendimiento, los puentes para conmoverse, los puentes para seguir una historia, los tiene que tender quien escribe. Hay ahí un acto de mucha humildad ahí y de mucha lucidez también”.
“Para mí, lo que Calvino tiene de maravilloso es una multiplicidad de capas de sentido posibles –enfatiza la actriz, directora, dramaturga y escritora cordobesa–. Desde la fábula o desde la literalidad de una narración hasta unas reflexiones muy profundas. Realmente pensaba en una multiplicidad de lectores. A mí me perturba mucho el rol del artista casi como un criptólogo, como alguien que se pone en una posición de saber algunas cosas complejas, develarlas, traducirlas. Y él hace lo inverso. Eso me parece de artesano, de obrero, de inteligente”.
Juan Kolasinki es representante editorial y editor del blog Calambur. Su vínculo con Calvino es de admiración y de amor.
“Mi relación con su literatura se inscribe en lo que podríamos llamar el amor a un ‘autor favorito’, que no es lo mismo que decir admiración o consideración al ‘mejor escritor’ o al ‘escritor canónico’. Con los textos del ciclo Nuestros antepasados, por ejemplo, tuve la sensación de haber vivido lo que narraba Calvino antes de haberlo leído. Como si una gran parte de las imágenes y las sensaciones que me constituyen y que fueron recogidas a lo largo del tiempo y otras lecturas pudieran concentrarse y revelarse en lo que estaba leyendo, pero de un modo distinto y a la vez familiar. Calvino es para mí un viejo amigo que me habla de un pasado común de una manera que solo él puede hacerlo o como un paisano con el que te encuentras de casualidad en un remoto país extranjero y con el que compartes una lengua común”.
Vínculos argentinos
Además de escribir su obra, Calvino trabajó mucho tiempo vinculado a la editorial Einaudi. Como asesor de ese sello, impulsó la publicación en Italia de Julio Cortázar, a quien pudo conocer en 1961 en un viaje a París para promocionar El caballero inexistente.
Fue en el círculo de argentinos radicados en París donde Calvino conoció a “Chichita”, su futura esposa, y a Aurora Bernárdez, la mujer de Cortázar, quien se convertiría en la traductora al castellano de las obras del escritor italiano.
Calvino y Cortázar se leyeron recíprocamente con mucha admiración e intercambiaron guiños. Tenían en común el amor por la literatura fantástica y el deseo de llevar la creación literaria al campo de la experimentación.
El otro gran escritor argentino al que se lo vincula, por supuesto, es Borges. Según Martín Caparrós, Las ciudades invisibles es “el libro más borgeano que Borges no escribió”.
“Yo no estaría tan de acuerdo con Caparrós en este punto –precisa Juan Kolasinki–. Basta con leer la poesía de Borges y la poesía en Las ciudades invisibles para notar una diferencia de estilos que no es fácil de conciliar. Sin embargo, podría estar de acuerdo en el punto en que ambos escritores tienen una fascinación por las estructuras. En Borges están dentro del relato. En Calvino, esa estructura desnuda y a la vista no está dentro del relato, sino más bien en la organización con otros relatos”.
“Me refiero a los textos posteriores a 1963 –precisa Kolasinski–. Con Malcovaldo, en el que la estructura son las estaciones; la clasificación temática de Las ciudades invisibles; los cuentos de Bajo en sol jaguar, uno por cada sentido, y el punto máximo en Palomar, donde se narran 27 experiencias del personaje homónimo divididas en tres categorías: experiencias visuales, antropológicas y especulativas”.
Más que en el estilo, Kolasinski detecta una relación entre Borges y Calvino a partir de un recorrido similar respecto al fantástico: “Ambos comienzan en el realismo o neorrealismo para después, a partir de evidentes lecturas y búsquedas en la literatura fantástica, componer recopilaciones que inauguran el ingreso de sus propias escrituras en el género: Borges escribe sus textos de la década de 1940 en coincidencia con la edición de la Antología de la literatura fantástica; y Calvino, su ciclo Nuestros antepasados, después de su enorme antología Cuentos populares italianos”.
Libros para enamorarse
Puesto a elegir, el gestor del ciclo de lecturas (que seguirá hasta noviembre con sede en librerías de la ciudad de Córdoba) indica como libro preferido a El barón rampante: “Cósimo Piovasco di Rondo, ese joven que decide trepar a los árboles para no bajar más, contrariado ante un plato de caracoles, te invita a acompañarlo, te convierte en cómplice de su aventura, tanto que, cuando él se enamora de Viola, uno se encuentra irremediablemente enamorado y sufre con él, y como él, la imposibilidad de ese amor. El personaje y la novela que lo cobija están a la altura de lo más logrado de la literatura del siglo 20. La rebeldía, por otro lado, es un gran tema de literatura (inaugura, en la figura de Aquiles de Peleo, la literatura de Occidente), y Calvino la explora hasta el límite de sus posibilidades en este libro”.
Kolasinski señala, no obstante, que el mejor libro de Calvino es el hit inoxidable Las ciudades invisibles, “por la novedad formal que propuso, la precisión poética de la prosa, la riqueza de composición y la profundidad de pensamiento”.
“Es un libro maravilloso en el que la poesía, la arquitectura y la filosofía dialogan de un modo único. Es un libro hermoso para lectores experimentados, para principiantes, para arquitectos, para viajeros, para quienes aman la poesía, la filosofía y la fantasía. Es el libro perfecto para conquistar a una persona de quien estás secretamente enamorado”, añade.
Las ciudades invisibles es también el libro de Calvino que más impactó en la Argentina. La preciosa edición de Minotauro se vendió sostenida pero intermitentemente durante mucho tiempo, explica Kolasinski, dependiendo de los vaivenes de la importación. Hasta que, desde hace unos años, “empezó a editarse en el país y se convirtió en un secreto y sostenido libro de alta venta”.
“Los clásicos son libros que ejercen una influencia particular, ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual”, escribió Calvino en una de las entradas de Por qué leer a los clásicos. Sin dudas, Las ciudades invisibles y otro puñado de libros del autor italiano caben en esa definición.
Actividades por los 100 años de Italo Calvino
Lectura de obra. El ciclo de talleres de lectura itinerantes “Los mundos imaginarios de Calvino” seguirá con “El barón rampante o la rebeldía precoz”, a cargo de Flavio Lo Presti, los días 11 y 25 de octubre, de 18.30 a 20.30, en la librería El Espejo. “El caballero inexistente o el sentido del ser”, a cargo de Carlos Schilling, será los días 15 y 29 de noviembre en la librería Séptimo Arte. Gratis. Inscripciones a través del Instagram del Instituto Italiano de Cultura de Córdoba (@iic.cordoba).
Conferencia: “Los mundos invisibles de un escritor rampante”. El jueves 12 de octubre, a las 19.30, en el museo Genaro Pérez (General Paz 33), Elisa Gagliano, Flavio Lo Presti y Carlos Schilling realizarán un recorrido por el universo de Calvino. Gratis.
Muestra. Visibles e invisibles. Un recorrido por las ciudades de Italo Calvino. Recorrido por la muestra “Primuras de un jardín desmesurado” a cargo de su curadora Celina Hafford, junto a los artistas: Raúl Venturini (Cello) y Julieta Ortíz (saxo) en música; y Ceclia Priotto y Belén Ghiolgi en baile. Domingo 15 de octubre, a las 16, en el Museo Genaro Pérez.
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