Un cierre de año político con presiones e incertidumbres
el país.
Con un escenario incierto ya comenzó a calentarse la arena política 2025. A pocos meses del inicio del calendario electoral, el gobernador Axel Kicillof debe definir si la provincia de Buenos Aires votará en simultáneo con las elecciones de de legisladores nacionales o si adoptará un esquema desdoblado propio.
Esa decisión puede tener implicancias tanto operativas como políticas, ya que el kirchnerismo se opone al desdoblamiento. En proyección dicen que sería conveniente que los bonaerenses voten con los dos sistemas: la Boleta Única de Papel (BUP) para el sufragio nacional y con el tradicional sistema sábana para cargos bonaerenses.
Las legislativas traerán una serie de novedades que ponen incertidumbre dentro de las estrategias y armados electorales. En ese contexto no pocos intendentes concurrieron días atrás a la Legislatura con peticiones para la “canasta navideña” ante una serie de indefiniones políticas de la Provincia.
Como todos los años, la crónica legislativa se renueva. La discusión por los recursos para los municipios son llevados a la mesa de negociación por alcaldes opositores. Está vez, fueron jefes comunales del kirchnerismo los que se encargaron de «llevar la voz cantante» de los reclamos, incomodando a las máximas autoridades de Diputados y Senadores.
Después de la reunión “a pura catarsis entre los propios”, se intentó explicar que se trata de un fondo para los municipios de 450 mil millones de pesos que se irá actualizando y que se le agrega un fondo exclusivamente para seguridad, una de las mayores demandas que padecen los jefes comunales del Conurbano y del interior bonaerense.
Cualquier termómetro real podría indicar que todo entró en la nebulosa. Tampoco parece sencilla aquella audaz intención de impulsar una reforma política que pueda incluir cambios en las reelecciones municipales. Si la ley no es modificada, más de 80 alcaldes, de todos los colores, se quedarían sin la posibilidad de ir por la reelección. Por eso, no pocos jefes comunales reclaman certezas para decidir sucesiones o dar el salto político hacia ámbitos parlamentarios, aseguran.
El oficialismo legislativo, no sin encontronazos internos, asumió la difícil misión de encauzar el debate de un paquete de leyes que pidió Kicillof -un Presupuesto 2025 con acento en la obra pública y la Ley Fiscal que contempla subas impositivas, más un aval para contraer un endeudamiento- para que sea votado antes de los festejos de fin de año.
Las negociaciones entre referentes del tablero legislativo se trabaron más de una vez por la falta de acuerdo entre UxP y parte de los ex Juntos. El tránsito chocó siempre con una luz amarilla intermitente en las puertas de acceso hacia ambos recintos.
Para poder destrabar no pocas objeciones, el Ejecutivo tenía un as bajo la manga: la posibilidad de negociar algunos asientos en el directorio del Banco Provincia y Grupo BAPRO, además de la posible cobertura de vacantes en la Suprema Corte u otros organismos de contralor que le tocarían a fuerzas opositoras. Pero siempre hay que calcular cuáles son los costos y beneficios.
Kicillof busca salir ileso del campo minado que le propuso tanto la oposición como así también un sector del núcleo duro del kirchnerismo apenas se conoció el masivo envío de pliegos con designaciones judiciales. También los amarillos del PRO y los radicales plantaron observaciones que hicieron respirar cierto aire de desazón y malestar.
En cambio, La Libertad Avanza viene en ascenso a paso lento como nueva estructura “anti K”, aunque tanto libertarios “mileistas” como los “dialoguistas blue” fueron pura torpeza e improvisación durante su primer año legislativo.
Una vez más, la tensión doméstica entre intendentes peronistas y de La Cámpora metió en un laberinto a los legisladores de UxP. Tampoco dejó ninguna conclusión positiva la falta de claridad y respuestas rápidas del Ejecutivo. “Nadie tiene el lugar asegurado en el gabinete de perfil bajo ministerial”, se oyó.
En paralelo y por decisión gubernamental, la PBA sigue transitando el camino opuesto al Gobierno nacional, tanto en lo gestual como en lo discursivo. Esa disputa contra el modelo libertario agudiza la tirantez económica y los desafíos pendientes por tiempo indefinido.
“Somos una Provincia solidaria que cree en el camino de la justicia social”, dice Kicillof, no sin advertir inmediatamente que la gestión de Javier Milei tiene como objetivo “fundir a las provincias y a los municipios”. Resulta por demás interesante escuchar que el mandatario provincial decidió incorporar a su lenguaje frases del Manual de Estilo del peronismo bonaerense.
En la búsqueda de marcar un claro contraste con la Casa Rosada, la Gobernación de calle 6 anunció días atrás una inversión de 1.700 millones de pesos para impulsar proyectos de investigación científica destinados a fortalecer las capacidades de pymes y cooperativas.
Fue durante un acto oficial, en donde la combinación entre la política y el fútbol supo convivir dentro del Salón Dorado gubernamental por la irrefrenable euforia del ministro de Producción, Augusto Costa -hincha del flamante campeón, Vélez Sarsfield- opacando el mensaje de un Kicillof poco entusiasta con la disciplina deportiva más popular en el país.
Por supuesto, también la Provincia advierte con no poca preocupación la desafiante temporada veraniega que se viene y no descarta ofrecer nuevas herramientas crediticias y beneficios con Cuenta DNI en articulación con los municipios y el sector privado, para sostener la “mayor cantidad de flujo turístico” en balnearios bonaerenses ante el derrumbe de los ingresos familiares como consecuencia del ajuste generalizado.
https://www.lanueva.com/nota/2024-12-21-5-0-20-un-cierre-de-ano-politico-con-presiones-e-incertidumbres
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lanueva.com/nota/2024-12-21-5-0-20-un-cierre-de-ano-politico-con-presiones-e-incertidumbres