Para Bahía hay plata
la ciudad.
En su visita a Bahía Blanca el Presidente de la Nación no se comprometió de manera concreta a enviar fondos para paliar las consecuencias del desastre provocado por el tornado del sábado 16 de diciembre. De manera subyacente estaba el argumento que ya es remera: “No hay plata.”
Pero sí, para Bahía y para situaciones como la que nos pegó tan fuerte a los bahienses hay plata. Y es plata prevista para este tipo de emergencia. Y esta plata es de las provincias y no del gobierno nacional.
La Ley de Copartipación 23.548 establece cómo se distribuyen entre Nación y Provincias una serie de impuestos recaudados a nivel federal. Así por ejemplo se destina el 42,34% del total al estado central y el 54,66% a los estados locales.
Pero además se dispone que un 1% va al Fondo de Aportes del Tesoro Nacional a las provincias. Este fondo se destina a atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los gobiernos provinciales. A ese 1% inicial se le agregó un 2% de lo recaudado por el Impuesto a las Ganancias, el 1,90% de lo colectado por el Impuesto a los bienes personales, y varios otros aportes. Funciona como una suerte de seguro: se aparta determinada cantidad de dinero para asistir a los estados provinciales en situaciones complejas. Y no podemos dejar de resaltar que esta intención inicial se tergiversó muchas veces para premiar amigos y castigar opositores.
Como se ve, la idea original de este presupuesto es poner en cabeza del Presidente la posibilidad de asignar fondos de manera discrecional y ágil para ayudar en emergencias (por ejemplo, el desastre natural que afectó a tantas vidas bahienses), o desequilibrios financieros (como el que padece crónicamente la provincia de Buenos Aires, que aporta cerca del 40% de los fondos coparticipables, y retira sólo el 20%).
Y debemos reiterar que esos fondos pertenecen a las provincias, no a la Nación. Por ello el Presidente tiene a la mano una importante cantidad de dinero previsto especialmente para ayudar en situaciones como la que la naturaleza nos impuso trágicamente a los bahienses este sábado.
Por ello no cabe recurrir a la excusa de la falta de plata. El sistema institucional ha diseñado un mecanismo especial para ayudar en este tipo de eventos: los bahienses esperamos y merecemos una rápida decisión para seguir reconstruyendo nuestra ciudad.
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