«Hay cosas que escuchamos de Milei y parece que las hubiésemos dicho nosotros»
la ciudad.
Aunque las comparaciones políticas entre países suelen resultar demasiado simplistas para la comprensión de un panorama ideológico, social y cultural determinado, la posibilidad concreta de que el economista libertario Javier Milei se convierta en el próximo presidente argentino trajo inevitablemente el recuerdo de la llegada al poder de ciertos dirigentes internacionales, como el estadounidense Donald Trump, el brasileño Jair Bolsonaro o la italiana Giorgia Meloni, todos enrolados dentro de lo que algunos denominan como una «derecha pop».
Para conocer un poco mejor qué es lo que hay realmente detrás de ese posible juego de espejos, La Nueva. dialogó con el ingeniero Marcelo Bomrad, integrante de La Libertad Avanza, el espacio fundado hace dos años por Milei, pero también de La Lega Salvini Premier, uno de los tres partidos que llevaron al poder a Meloni en los comicios italianos de septiembre de 2022.
—¿Cuál es su mirada del gobierno de Meloni, a poco más de un año de su asunción?
—El gobierno de Meloni es el resultado de una coalición entre tres partidos que, por primera vez en mucho tiempo, han conseguido la mayoría parlamentaria en Italia. Recordemos que Italia es una democracia parlamentaria donde sólo se votan diputados y senadores. En la última elección, en la que tuve el honor de candidatearme al Senado por la circunscripción América del Sur, la coalición de centroderecha formada por el partido de Meloni, que es Fratelli d’Italia, por el partido que represento en Argentina, La Lega, y por el Partido Forza Italia, de Silvio Berlusconi, logró una mayoría parlamentaria que le permitió formar gobierno. Esto hace un año, por lo que es un gobierno relativamente reciente, en el que se han tomado medidas para la reconstrucción después de la pandemia, ya que fue uno de los países más castigados. Mi partido tiene cinco ministerios, entre ellos el de Economía con el doctor Giancarlo Giorgetti, que es quien está guiando toda esta reconstrucción. Y somos muy optimistas. En ese contexto, lo que me trae a Bahía Blanca es la designación de Nicola Bazzani como nuevo Cónsul General en la ciudad. He venido a darle la bienvenida en nombre de mi partido y a ponernos a disposición para todo lo que necesite, porque la circunscripción consular de Bahía es geográficamente de las más grandes del mundo y poblacionalmente equivale a una ciudad mediana italiana.
—Durante la campaña electoral italiana, se agitó mucho el temor del electorado por lo que podía representar la llegada de Meloni y de la derecha al poder. ¿Qué pasó con esa mirada de desconfianza?
—Los tres partidos que integran la coalición son en realidad muy moderados. Por ejemplo, en el caso de La Lega, gobernamos dos de las regiones industriales más fuertes de Europa, la Lombardía y el Veneto, que casi son países en sí mismos. Entonces, el lugar que ocupamos no permite hacer locuras. Durante las campañas electorales se dicen y se agitan muchas cosas, pero después la realidad demuestra lo contrario.
—En los últimos meses se ha mencionado cierta afinidad ideológica entre Milei y Meloni, ¿hay realmente puntos de conexión entre ambos?
—Lo que puedo observar, por conocer bien lo que ambos piensan y representan, es que se trata de personas que buscan implementar políticas concretas para el crecimiento y ordenamiento económico. Acá en Argentina, por ejemplo, una de las propuestas de Milei es la dolarización, y bien puede hacerse una comparación con lo que sucedió en Italia hace unos años. Antes de la implementación del Euro, tenía una moneda, la Lira, que no era de las más fuertes de Europa. Y hoy tiene, dicho entre comillas, una especie de dolarización. Si bien el Euro es una moneda que no maneja Italia, le ha traído estabilidad. Y después, ya hablando más por mi partido, tenemos muchas afinidades ideológicas y doctrinarias en el discurso, sobre todo en relación al manejo de la economía. Hay cosas que escuchamos de Milei y parece que las hubiésemos dicho nosotros. No sólo coincidimos en un 99 por ciento sino que, además, muchos de sus candidatos tienen un calibre muy superior al promedio de la política nacional. Como representante de uno de los partidos gobernantes de Italia, no veo ninguna dificultad en llegar a acuerdos y entendimientos. Argentina es, además, el país con más italianos en el mundo. La simbiosis entre ambos países es absoluta, entonces el mensaje es que vemos muchas posibles sinergias con un gobierno de Milei y vamos a estar a disposición para ayudar.
—Cuando dialoga con los italianos acerca de la Argentina, ¿qué mirada tienen del país y su actual situación?
—Realmente no logran entender cómo hemos logrado llegar a esto. Porque no es fácil, con tantos recursos. No sólo somos superavitarios en energía y alimentos, sino que también tenemos un gran capital humano. Entonces Italia no logra comprender lo que pasa acá. Pero creo que esta elección puede marcar un punto de inflexión en ese sentido. Hay que repensar el rol del Estado para que sea mucho más ajustado y eficiente y no se meta en los lugares donde perfectamente pueden desempeñarse los privados. Es sentido común. Y creo que el modelo italiano, con una moneda fuerte y una gran cultura pyme, es muy aplicable en Argentina.
—¿Se puede cambiar a corto y mediano plazo la fuerte cultura estatizadora que impera en el país?
—Es un proceso que va a llevar su tiempo. Pero creo que la sociedad ya entiende que no se puede seguir con este modelo. Hay un nivel de hartazgo, que dice “Hasta aquí llegamos”. Eso va a facilitar el cambio cultural.
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