Fuerte humareda en los campamentos políticos
el país.
Emisarios de la primera línea del gobernador Axel Kicillof, junto a diputados y senadores que responden al oficialismo, decidieron crear una mesa de trabajo para impulsar un puñado de proyectos del Ejecutivo provincial durante el actual período legislativo, antes de ingresar en el siempre complejo “debate anual” por el Presupuesto bonaerense y la Ley Impositiva Fiscal 2025.
Es que, después del cimbronazo político que significó la pérdida de la planta de Gas Natural Licuado (GNL) para Bahía Blanca, que generó una oleada de críticas opositoras, sumado a la demora gubernamental para remitir el denominado “RIGI bonaerense” -que tiene el objetivo de atraer “poderosas” inversiones para “generar producción y trabajo”, sin adherir al similar “Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones” de Nación- ahora la gobernación de calle 6 apuesta a dar vuelta la página.
En ese contexto, el ministro de Producción, Augusto Costa, escoltado por el presidente de Diputados, el montermoseño Alejandro Dichiara, llegó a la “Sala 30” de la Legislatura para explicarles a todos los jefes de bloques los lineamientos centrales del moteado “RIGI bonaerense“.
Ante legisladores oficialistas y opositores, el funcionario intentó explicar las “condiciones, plazos y beneficios fiscales”, pero las críticas y chicanas políticas no tardaron en llegar. “Discutimos un proyecto de ley sin proyecto de ley”, dijeron desde el arco opositor tras destacar la presentación tardía y formal del texto de una iniciativa de tal relevancia ante el parlamento.
Pero más allá de esa iniciativa, que busca conquistar potenciales inversores y más allá de algún interés ministerial puntual, el dato más relevante pasa por aceitar la relación entre la Gobernación y la Legislatura, especialmente dentro del universo peronista. Es que el oficialismo bonaerense debe limar asperezas internas entre referentes del PJ-kirchnerismo y de La Cámpora, sobre todo en el poblado Conurbano, para así reactivar el tratamiento de una serie de iniciativas consideradas importantes por Kicillof.
La creación de una empresa pública de medicamentos que empuja el ministro de Salud, Nicolás Kreplak; el tratamiento de pliegos con aspirantes para la cobertura de vacantes de jueces, fiscales y defensores judiciales, y el reciente anuncio vinculado al proyecto de ley para establecer la obligatoriedad de la educación desde los 3 años en la Provincia son solo algunos de los temas pendientes en la agenda legislativa.
En general, entre los negociadores principales del Ejecutivo sobresalen los ministros Carlos Bianco (Gobierno), Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Gabriel Katopodis (Infraestructura), la jefa de Asesores, Cristina Álvarez Rodríguez, y el propio Costa, por la cartera productiva.
Al margen y frente a la nueva dinámica política nacional, el presidente Javier Milei sigue manipulando la agenda pública mientras los partidos tradicionales parecen más sumergidos en difusas luchas internas que conectados en preocupaciones ciudadanas como la suba inflacionaria.
Es que, en medio de algunos conflictos y diferencias que vinculan al PRO con La Libertad Avanza, el PJ da la impresión de no sólo no tener un liderazgo claro, sino que además parece que se quedó “sin mensaje y sin mensajero”.
Incluso un escenario de polarización entre Milei y Cristina Fernández hoy parece beneficiar en términos generales la gestión presidencial por culpa de la famosa vieja política, aún en momentos que el líder libertario intenta disimular una caída de su imagen positiva, según encuestas de opinión pública difundidas en los últimos días.
Además, la coyuntural crisis económica empieza a ser observada con detenimiento. “La tolerancia social puede romperse en pedazos si explota la clase media y se termina convirtiendo en la verdadera oposición al Gobierno nacional», coinciden voceros, junto a sectores del movimiento sindical y de agrupaciones sociales.
Mientras tanto Kicillof sigue organizando actos para la militancia territorial para seguir confrontando discursivamente contra lo que denomina la “poca sensibilidad social” de Milei buscando posicionarse así en la pelea de fondo como posible aspirante presidencial en 2027.
En paralelo los libertarios comienzan a manifestar la necesidad de concebir una nueva coalición para disputarle la Gobernación al kirchnerismo, tal vez junto con el “PRO Libertad”, el espacio encabezado por la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich.
Por eso, la PBA empieza a ser testigo de los movimientos de los libertarios puros de Karina Milei en la previa a la votación de renovación legislativa. En ese contexto, el diputado nacional José Luis Espert parece uno de los más ansiosos por encabezar una lista oficial por “Las fuerzas del cielo” en tierras bonaerenses.
Por último, la competencia interna en el radicalismo también parece tener implicancias que van más allá del Comité bonaerense. En especial después del revuelo que se armó en torno a la postura de referentes de la UCR buscando despegarse de los “Radicales con peluca”, que apoyaron el veto presidencial contra el aumento de las jubilaciones en el Congreso.
En la Provincia y a pesar de varios intentos de lograr la unidad, la UCR bonaerense parece encaminarse a disputar su interna el 6 de octubre próximo. Ese quiebre también afecta a la Legislatura bonaerense, donde se creó un nuevo bloque compuesto por seis diputados afines a Facundo Manes y dos representantes del porteño Martín Lousteau.
Se trató de un movimiento concreto para diferenciar sus posturas con respecto a las del Gobierno nacional. A nivel bonaerense, aunque ambos se presentan como opositores, sus posiciones en el Congreso de la Nación son diversas.
Actualmente no hay certezas sobre cómo el radicalismo llegará a las legislativas del año que viene. La disputa central gira en torno a quienes rechazan una alianza con los libertarios, mientras que otros consideran la opción de negociar ciertos espacios de poder.
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