Espert en Bahía: «Javier Milei no es liberal»
la ciudad.
«Aquí hay una noticia para degustar, para disfrutar. El liberalismo ha construido, junto con este gran transatlántico que es Juntos por el Cambio, un nuevo espacio opositor. Ahora el liberalismo puede ganar elecciones y, además, gobernar».
El precandidato a presidente José Luis Espert (Avanza Libertad) se encuentra en Bahía Blanca en el marco de su campaña preelectoral y, en diálogo con La Nueva., no solo valoró el lugar que ese espacio fue ganando en el debate público sino que también desarrolló sus ideas sobre cómo atacar el déficit fiscal («hay que echar a un millón de ñoquis del Estado») y contrastó sus ideas con las de Javier Milei (La Libertad Avanza), de quien aseguró que «no es liberal».
Espert, asimismo, agradeció a los bahienses «por habernos permitido la mejor elección en una localidad en la provincia de Buenos Aires en el 2021. Ahora en el 2023 tenemos un proyecto de poder muy sólido con Juntos por el Cambio, por eso hemos confluido en este nuevo espacio opositor. Queremos ganar la elección, tenemos fe en ganar la PASO y, si los liberales la ganamos, vamos a llegar a la presidencia, así que estamos cerca de que el liberalismo gobierne la Argentina».
Luego anticipó que su fuerza política tendrá postulantes a gobernador e intendentes, aunque prefirió preservar los nombres. «Van a ser muy buenos candidatos del liberalismo, pero sobre todo del sentido común. Somos personas que están recién arrancando en la política y muy comprometidas con la tarea de servicio que implica ser político al servicio de la gente».
El precandidato presidencial @jlespert pasó por @lanuevaweb y marcó sus diferencias con @JMilei: «Nosotros sí somos liberales, Milei no creo que sea liberal». Y agregó: «Para nosotros la Constitución de Alberdi es sagrada, Milei pretende gobernar por plebiscito» pic.twitter.com/NZS17Y4aec
— Diario La Nueva. (@lanuevaweb) May 22, 2023
–Está presentando su libro «La Argentina deseada». ¿Qué propone?
–Nada más ni nada menos que aquellas cosas que me definen como profesional en economía y como político. De la economía me definen tres cosas: no hay manera de prosperar si no es comerciando con el mundo, no hay manera de prosperar si no tenemos un Estado de un tamaño razonable para que no tenga déficit y recaude impuestos razonables, y no hay manera de prosperar si no tenemos leyes laborales amigables con el empleo y muy amigables también con la defensa del derecho al trabajador.
«Queremos llevar a cabo reformas que son de puro sentido común. Si en el mundo funcionan, por qué no van a funcionar acá. Las cosas andan mal porque nos hemos alejado de todo lo que hacen los países donde la gente vive bien. Allí comercian, el Estado es razonable y las leyes laborales defienden al trabajador, no a mafias ni a corruptos ni a corporaciones».
Mirá también: «La Argentina deseada», el libro que presentará Espert hoy en Bahía
–¿Qué entiende como un Estado razonable?
–Significa echar un millón de ñoquis en todo el país en los tres niveles de gobierno.
–Es difícil identificar un millón de ñoquis.
–Es muy fácil identificarlos en este caso porque es el millón de personas con las cuales aumentó la planta de empleados del sector público a lo largo del kirchnerismo. Es gente que solo está para militar ahí. Y es fácil identificarlos porque el Estado no presta mejor servicio de educación, de salud, de Defensa, de diplomacia, de justicia. Y son empleados que quedaron con Macri, en esto no es inocente. Acá hay que echar un millón de ñoquis que son una estafa al muy buen empleado público que tiene la Argentina: maestros, bomberos, policías, militares, médicos, etcétera.
«Luego hay que armonizar y homogeneizar los sistemas previsionales. En el país hay 52 sistemas diferentes. Está el general, pero después la policía tiene su régimen, los médicos tienen el suyo, los contadores el suyo. Hay que ir a un solo régimen y que la gente se jubile a partir de un mínimo de aportes a la edad que quiera. Hoy el sistema previsional se miente a sí mismo, pone como límite un mínimo 30 años de aportes para jubilarse, pero después como nadie los cumple empieza a meter moratoria tras moratoria, para que sea un atajo. Ahí tenemos cerca de 6 puntos del Producto para ahorrar, más los 5 puntos de ahorro con el millón de ñoquis».
–¿Qué tratamiento debería haber para los jubilados que ya ingresaron en el sistema vía moratorias?
— Yo hablo para adelante. Las que están no se eliminan. Y a los jubilados actuales se les debería entregar la cuota parte que aportaron al Fondo de Garantía de Sustentabilidad porque esa plata era del activo en aquel momento, hoy pasivo. Ese Fondo de Garantía para lo único que sirve es para que los gobiernos hagan negocios con sus amigotes empresarios. Luego tenemos unos 3 puntos del Producto aproximadamente de ahorro al terminar gradualmente con los subsidios en las tarifas de gas, de luz, etcétera. Así que el achicamiento del Estado está ahí.
–Si le toca gobernar a la actual oposición a partir de diciembre, ¿tiene que haber gradualismo o ir a fondo con las medidas?
–Hay cosas que se pueden hacer de manera gradual y otras ir de shock, muy rápido. Yo diría que la reforma estructural, por definición, es gradual. Porque va a tener que pasar por el Congreso y va a haber un tiempo de discusión. Lo que se puede hacer ya, que lo debería hacer este gobierno que fue el que generó este desastre, es blanquear todo el desquicio de precios de tipo de cambio. Hay que unir el mercado de cambio, liberar por completo el valor del dólar y, para que el dólar no flote como barrilete sin cola, debería congelarse el gasto público nominalmente y que el Banco Central deje de emitir dinero para financiar al Estado.
–En los últimos años en Argentina hubo un resurgimiento de las propuestas liberales, entre las cuales están la de José Luis Espert, pero también las de otro referente que es Javier Milei. ¿Cuáles son sus diferencias?
–Si el primer foco de análisis no es en detalle, hay una diferencia de estilo muy fuerte. Yo soy un competidor salvaje pero nunca pierdo la cordura, nunca grito, nunca falto el respeto. Debato con argumentos. Si entramos en los detalles finos, veremos muchas más diferencias todavía. Nosotros sí somos liberales, Milei no creo que sea liberal. Decir que vos querés entrar con una motosierra al Estado para cortar el gasto puede sonar liberal, pero no es liberal el formato en el cual se hacen esas cosas. Nosotros pensamos que la Constitución de Alberdi es sagrada y es nuestra guía. No pensamos en gobernar por decreto ni por plebiscito. Eso es una gran diferencia, Milei pretende gobernar por plebiscito. Nosotros lo haremos dentro del marco de la Constitución.
«Segunda diferencia, la dolarización. No tiene el más mínimo sentido estar discutiendo algo como el cambio de moneda cuando puede ser la frutilla del postre de un programa económico que haga una enorme reforma estructural, que se pelee con la mafia sindical, con la corporación empresarial y la corporación política. Y una vez lograda la inflación internacional, que probablemente tome un período de gobierno entero, tenga sentido la discusión del cambio de régimen monetario. Pero si faltan cuatro años haciendo todo lo que hay que hacer para discutir el régimen monetario, para qué lo discutimos. Cambiar el régimen monetario como pretende Milei no tiene razón de ser, a los seis meses vamos a estar emitiendo moneda trucha.
«Tercera diferencia, ya más ideológica vinculada con lo social: Milei cree que la Educación Sexual Integral (ESI) puede terminar con la raza humana, lo cual me parece un verdadero disparate. Fruto de la ESI, de los movimientos feministas de los últimos seis años, del movimiento pañuelo verde, del movimiento Ni Una Menos más un montón de políticas públicas que se han realizado en los últimos seis años en Argentina, como por ejemplo este chip voluntario que muchas chicas de bajos recursos se han colocado, se ha provocado una gran reducción del embarazo adolescente. Hoy tenemos 60.000 chicas que no tienen un embarazo no voluntario, como consecuencia de la cual están aptas para producir, para progresar. Ahora bien, necesitamos educarlas, necesitamos mayor productividad, pero la caída en la tasa de fecundidad adolescente hay que considerarla una muy buena noticia».
–¿La educación pública tiene que seguir siendo obligatoria?
–Por supuesto. A diferencia de lo que dice Milei creemos que tiene que ser obligatoria, aunque también podemos discutir si hay que financiarla por el lado de la oferta o analizar los vouchers, pese a que tampoco son una panacea. Y tiene que haber educación privada, desde ya.
–Para finalizar, días atrás en Bahía Blanca se produjo una discusión por la declaración de una concejal de Avanza Libertad, Valeria Rodríguez, acerca de los controles preventivos de alcoholemia. Planteó que si una persona viene manejando sin cometer ninguna infracción, no hay derecho a que se la interrumpa para hacer un control. ¿Qué opina?
–¿Pero dijo eso Valeria? Si es cierto que dijo eso, no opino como ella. De todos modos entiendo que no dijo eso y yo le creo Valeria. Pero si hubiera dicho eso ella o cualquier persona, no estoy de acuerdo, creo que los controles están bien.
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